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sábado, 15 de noviembre de 2025

LA FOTOGRAFÍA DE WALTER MITTELHOLZER

 



Estamos celebrando en estas semanas con diferentes actividades el centenario del plano de Martin Sofi y Ruiz de Arche que describe Ciudad Real en 1925. Un excelente documento que es toda una descripción sociológica de la ciudad en ese primer cuarto de siglo. Y con ese motivo se ha organizado una exposición en el patio del Casino que presenta abundante material fotográfico de edificios de esa época, muchos de ellos desaparecidos. Una documentación que es un excelente recordatorio de la memoria de la ciudad. Junto a ello, Juan Carlos Buitrago ha publicado un libro en la editorial Serendipia que va recorriendo el plano en sus diferentes apartados analizando los numerosos edificios contenidos en el mismo. Análisis histórico de los edificios, documentación fotográfica contrastada permiten un recorrido excelente por la ciudad de esos momentos.

Walter Mittelholzer

Walter Mittelholzer (San Galo, 2 de abril de 1894-Hochschwab, 9 de mayo de 1937), fue un aviador suizo. Fue piloto, fotógrafo, escritor de viajes y uno de los primeros empresarios de la aviación. Mittelholzer nació el 2 de abril de 1894 en San Galo, hijo de un panadero, y obtuvo su licencia de piloto privado en 1917. En 1918 completó su instrucción como piloto militar. El 5 de noviembre de 1919 cofundó una empresa de aerofotografía y vuelos de pasajeros, Comte, Mittelholzer & Co. En 1920 esta empresa se fusionó con Ad Astra Aero, más fuerte financieramente. Mittelholzer fue director y piloto jefe de Ad Astra Aero, que más tarde se convertiría en Swissair.

Realizó el primer vuelo norte-sur a través de África. Tardó 77 días. Mittelholzer partió de Zúrich el 7 de diciembre de 1926, voló vía Alejandría y aterrizó en Ciudad del Cabo el 21 de febrero de 1927. Anteriormente, había sido el primero en realizar un reconocimiento aéreo serio de Spitsbergen, en un monoplano Junkers, en 1923. El 8 de enero de 1930 se convirtió en la primera persona en sobrevolar el Kilimanjaro; planeaba sobrevolar el monte Everest más adelante en 1930. En 1931, Mittelholzer fue nombrado director técnico de la nueva compañía aérea llamada Swissair, formada a partir de la fusión de Ad Astra Aero y Balair. A lo largo de su vida publicó muchos libros de fotografías aéreas y comercializó sus expediciones a través de películas y de los medios de comunicación.

Murió en 1937 en un accidente de alpinismo durante una expedición en el macizo de Hochschwab, en la cara suroeste de Stangenwand, en Estiria, Austria. Sus restos mortales fueron incinerados y enterrados en el panteón familiar del cementerio de Feldli, en San Galo.



El fotógrafo volador

La exposición del Museo Nacional de Zúrich organizada el año 2018 lo llamaba el fotógrafo volador. La exposición presentaba una selección de su extensa obra con una especial calidad de las fotografías y una selección de espacios de especial belleza. La biblioteca de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH, por sus siglas en alemán) conserva el legado fotográfico de Mittholzer.  Más de 18 000 fotos están disponibles en línea. Un archivo de especial calidad en el que se han reunido las obras de este excelente fotógrafo digitalizadas con calidad, catalogadas con una descripción amplia de cada una de ellas y con un acceso libre. Una excelente forma de hacer accesible un patrimonio documental desde una institución pública cuya voluntad es la máxima divulgación del conocimiento a través de la documentación que conserva.

Las fotografías de Ciudad Real   

Entre sus numerosos viajes a ciudades de todo el mundo aparecen curiosamente varias imágenes de Ciudad Real. Una imagen desde una altura de 2000 metros de Ciudad Real que presenta la imagen global de la ciudad y su entorno, dos fotografías desde 1000 metros de altura con una excepcional calidad que permite observar el detalle de cada una de sus edificaciones, una del embalse de Gasset, otra de Miguelturra y otra de Malagón que erróneamente el archivo sitúa en Madrid.

Las dos fotografías tomadas desde 1000 metros de altura, una desde la fachada Este y otra de la Oeste ofrecen imágenes de la ciudad de especial calidad. Las fotografías oblicuas permiten percibir las fachadas de los edificios y los espacios entre ellos. Acercar la lente a cada una de ellas nos ofrece una imagen de los edificios de aquel momento. Imágenes que desde la distancia que han sido tomadas, pero con alta calidad, nos acercan a detalles puntuales de cada uno de los edificios.

Edificios monumentales que nos muestran los cambios que el tiempo ha ido produciendo en cada uno de ellos. Una iglesia de Santiago con su fachada libre de construcciones, el convento de las dominicas con un excelente huerto ocupando una manzana hoy en día desaparecida al igual que ocurre con el convento de Corazón de María. Edificios que permanecen en la actualidad y que son referentes de la realidad patrimonial de nuestra ciudad. La calidad de la fotografía permite que se puedan ir recorriendo uno a uno los edificios que cada uno de nosotros recordamos o hemos conocido por documentos históricos. Una fotografía que se convierte por ello en documento histórico de la ciudad.




Las instalaciones industriales

En esa época Ciudad Real tenía una industria basada sobre todo en la transformación agrícola, pero con numerosos edificios y actividades que llenaban de vida la ciudad. Reconocer una chimenea de ladrillo en la esquina de la calle Lanza con cardenal Monescillo es identificar la fábrica de la luz que ya competía con la de gas ubicada en otra zona de la ciudad. Y la imagen del conjunto ferroviario nos presenta unas instalaciones que fueron esenciales para el desarrollo de la ciudad. Talleres de montaje, reparación y cuidado de la maquinaria ocupaban una amplia zona al sur de la ciudad y daban trabajo a cientos de empleados que se fueron estableciendo en zonas como Larache en la población.

Si la imagen de las instalaciones industriales de la zona sur de la ciudad tiene una gran importancia, la presencia de grandes zonas vacías es un elemento notable en la visión del conjunto. La suma de los huertos del interior y de las grandes zonas de labor de los bordes de la ciudad ocupan el 30% de la superficie dentro de rondas. Conjuntos de viviendas de baja altura con una o dos plantas van ocupando las calles del conjunto urbano que, en este momento, se limita a la zona dentro de las murallas. Las fotografías de Mittelholzer son un documento histórico de especial interés que vienen a completar la información que nos ofrece el singular plano de Sofi. Una documentación, la del plano, y esta de la fotografía que nos ofrecen una imagen de la ciudad en ese primer cuatro del siglo XX.

Fuente: https://www.lanzadigital.com/blogs/arquitectura-cultura-politica/la-fotografia-de-walter-mittelholzer/



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