En la mañana del 4 de mayo de 1908 el rey Alfonso XIII, acompañado de la familia real se desplazó desde el Palacio Real de Madrid al cercano pueblo de Móstoles, para presidir la inauguración del monumento dedicado al alcalde Andrés Torrejón autor del famoso bando contra Napoleón. Se conmemoraba aquel año el primer centenario de la Guerra de la Independencia española. Durante el siglo XIX poco se había profundizado o escrito de la masacre de vecinos de la corte madrileña cerca del Palacio Real, Puerta del Sol, Parque de Monteleón y los fusilamientos de la Montaña del Príncipe Pío, Paseo del Prado, Puerta de Recoletos y tapias del Retiro, durante los días 2,3 y 4 de mayo de 1808.
Hoy sabemos que aquel manifiesto del alcalde Torrejón, en realidad fue redactado por D. Juan Pérez Villamil, auditor general y Fiscal del Supremo Consejo de Guerra, que se hallaba descansando aquel 2 de mayo en su finca de Móstoles, limitándose a firmarlo los alcaldes Andrés Torrejón y Simón Hernández, y a llevarlo en posta Antonio Hernández, hijo de Simón, para notificar a los pueblos cercanos a Móstoles las muertes de es-. pañoles en Madrid. Sin embargo, un huido del levantamiento de la Villa y Corte, el postillón andaluz Pedro Serrano, a pesar de sus heridas, se ofreció a llevarlo por tierras del sur de la Península, La Mancha, Extremadura y Andalucía, solicitando ayuda para el pueblo de Madrid, que perecía desangrado a manos de los «coraceros» y «mamelucos» de Murat. Murieron como héroes entre los días 2,3 y 4 de mayo, más de 400 vecinos de Madrid, entre ellos muchos ciudarrealeños de la capital y provincia. Conocemos los nombres de algunos, cuyos cadáveres fueron identificados: Anselmo Ramírez de Arellano, de Daimiel, arcabuceado en la famosa Montaña del Príncipe Pío, junto a J. Antonio Alises, de Villarrubia, y en las tapias del Retiro acabaron fusilados también, José Doctor Cervantes, natural de Ciudad Real; y Matías López de Uceda, luchó desde el comienzo del tumulto en unión de su hijo Miguel, cayendo ambos muertos en la plaza de Antón Martín. En la refriega ante Palacio, donde fue el inicio de levantamiento, participó Nicolás del Olmo, de Pedro Muñoz, que fue herido en el vientre y falleció meses después; D Femando de Gortari, caballero de San Juan, nacido en Villanueva de los Infantes, resultó herido en la calle de Toledo, falleciendo un mes más tarde y enterrado en secreto, por temor a represalias. En el tumulto perecieron también dos heroínas manchegas; Francisca Giraldo y Benita Sandoval, de Infantes y Pedro Muñoz respectivamente, a manos de los coraceros de Murat.
Estos datos se hallan en un volumen
editado en mayo de 1908, en homenaje a los caídos en Madrid, mandado editar por
el Excmo. Ayuntamiento madrileño, bajo el título 'El dos de Mayo de 1808 en
Madrid. En la relación sólo aparecen las víctimas que fueron identificadas,
pues sabemos, que los franceses no permitieron retirar los cadáveres de la vía
pública durante varios días, para escarmiento de los vecinos madrileños.
Destacamos que las víctimas oriundas de Ciudad Real no identificadas, llegaron
a sumar una cifra considerable.
El 2 de mayo de 1908, publicó el “Heraldo de la Mancha”, periódico de nuestra capital, un extenso artículo (a toda página, en primera) cuyo autor fue Luis Delgado y Delgado Merchán, deán de la S.l. Prioral, exaltando el heroísmo y virtudes patrióticas de buen número de oriundos de nuestra provincia a lo largo de toda la Guerra de la Independencia; como lo fueron también, los pueblos de Manzanares, Santa Cruz de Múdela, Valdepeñas... y también Ciudad Real, cuando fue ocupado por los “gabachos”, un lunes de Semana Santa del siguiente año de 1809, dándose actos de heroísmo en Peralbillo, Puente Nolaya, La Atalaya, etcétera. No obstante, todo fue inútil, Ciudad Real fue tomado por las tropas de Napoleón, alojándose en la Casa de Caridad de la Misericordia.
Un personaje de aquella guerra fue el célebre Manuel Adame “el Locho”, nacido en Ciudad Real en 1785, de padres tan humildes, que siendo muy niño guardaba cerdos, de donde provenía aquel apodo de 'el Locho' (de lodazal). Tenía Manuel 23 años cuando estalló la Guerra de la Independencia y se distinguió de tal manera al frente de su guerrilla, que alcanzó justa fama de valiente e intrépido. No murió en el desempeño de sus funciones como guerrillero, pues le vemos después luchando en las guerras carlistas.
Hoy, y con gran solemnidad, se celebrará en toda la Comunidad de Madrid y en otros puntos de España, la conmemoración del bicentenario de aquel glorioso Dos de Mayo de 1808, y como lo hiciera con un gran artículo Luis Delgado Merchán - autor de «Historia documentada de Ciudad Real»-, hace hoy un siglo, en aquel periódico ciudarrealeño. Nosotros tomamos el testigo y nos hacemos eco de tan gloriosa efeméride española, en la que no faltaron, como hemos podido constatar, algunos héroes manchegos.
José Golderos forma parte delata
Real Asociación Española de Cronistas Oficiales. La Tribuna de Ciudad Real Viernes 2
de mayo de 2008
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