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domingo, 30 de noviembre de 2014

LA DIPUTACIÓN EDITA UN LIBRO DIGITAL SOBRE EL FOTÓGRAFO “IFERGA”



La Diputación Provincial de Ciudad Real a través de la imprenta provincial, ha editado un libro digital sobre el fotógrafo ciudadrealeño Inocente Fernández Gallardo, más conocido como “Iferga”. El libro escrito por Teodoro Rodríguez González lleva como título: “Inocente Fernández Gallardo. Un maestro de la fotografía”.

La publicación consta de 170 páginas donde el autor en primer lugar realiza una biografía de Iferga, basándose en una entrevista que le hicieron al desaparecido fotógrafo en  Onda Cero en abril de 1993. A continuación José Luis Loarce, Lorenzo Selas Céspedes, Antonio Lizcano Ajenjo, José Antonio Castro, Emilio Durán Arche, José Antonio Nuevo Aybar y Javier Paulino Tebar, nos acercan a la figura de Iferga, relatándonos sus experiencias y trato directo con él.

Por último la publicación recoge una selección fotográfica de Iferga de calles, plazas y patios de nuestra ciudad, de acontecimientos religiosos y civiles que cubrió con su cámara, de detalles manchegos y de concursos y congresos donde participó.

Quien quiera consultar la obra la puede hacer pinchando el siguiente enlace: http://publicaciones.dipucr.es/iferga-bajaresol.pdf


sábado, 29 de noviembre de 2014

EL AYUNTAMIENTO DE CIUDAD REAL DESTINARA 37.500 EUROS PARA GASTOS DE CONTRATACIÓN DE BANDAS DE MÚSICA, ACTIVIDADES CULTURALES Y SALIDAS PROCESIONALES DE SEMANA SANTA




La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Ciudad Real, reunida el pasado lunes día 24 de noviembre en la Sala de Comisiones de la Casa Consistorial, aprobó en el punto número cinco y seis del orden del día, una propuesta del Concejal Delegado de Cultura, sobre aprobación del convenio regulador, y concesión de subvención a la Asociación de Cofradías de la Semana Santa de Ciudad Real, para gastos de contratación de bandas de música, actividades culturales y salidas procesionales, por un importe de 37.500 euros.

Esta es la partida presupuestaria que el Ayuntamiento capitalino destina anualmente para apoyar la Semana Santa de nuestra ciudad, estando destinada para ayuda de las hermandades que llevan banda de música acompañando el paso de una Virgen, subvenciones para las veinticuatro hermandades y cofradías que forman la Asociación de Cofradías y actividades culturales organizadas por dicha Asociación.

Con la aprobación del pasado lunes, la Junta de Gobierno Local vuelve a conceder la misma subvención, que dejó fijada en tiempos que D. Emilio Martín Aguirre era Presidente de la Asociación de Cofradías y para los mismos conceptos, dejando entredicho lo manifestado por D. Sandalio León Espinosa en los meses que estuvo al frente de la Asociación de Cofradías, cuando comunicó a todos los hermanos mayores que nuestro Consistorio había cambiado los conceptos a la hora de aprobar su subvención anual.



viernes, 28 de noviembre de 2014

EL MAPA DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL EN EL DICCIONARIO COLUMBUS



En el año 1925 se editó en cinco tomos el Diccionario Enciclopédico Popular Ilustrado de la Lengua Castella “Columbus”, redactado por reputados especialistas bajo la dirección de Alberto del Castillo, profesor de la universidad de Barcelona.

Cada uno de los tomos constaba de mil páginas impresas a tres columnas, cuidadosamente ilustradas con millares de dibujos intercalados en el texto, y con láminas en colores y blanco y negro. Entre estas láminas a color se encontraban los mapas realizados por la “Casa Columbus” de Berlín.

El mapa publicado de la provincia de Ciudad Real nos informa de la extensión de la provincia, el número de habitantes con los que contaba en aquellos años y los kilómetros de las carreteras, caminos vecinales y ferrocarril.

jueves, 27 de noviembre de 2014

CIUDAD REAL EN EL LIBRO ESCOLAR “VIAJES POR ESPAÑA” DE FEDERICO TORRES




La Dirección General de Primera Enseñanza del Gobierno de España, aprobó  como texto escolar el 13 de abril de 1940, el libro de Federico Torres: “Viajes Por España”. El libro tiene 124 páginas divididas en el breve prólogo, en el que se explica que el texto contiene 53 cartas manuscritas en las que el autor cuenta lo más representativo de cada una de las capitales de España. De Ciudad Real dice lo siguiente:

Amigo Pablo:

Las mejores calles de Ciudad Real son las de Toledo, Feria y Calatrava que son espaciosas, rectas y bien adoquinadas; sus más importantes plazas son la de la Constitución, la de San Pedro y la del Hospicio, y los más bellos paseos el del Prado y el de Cisneros.

Como observarás, me he aprendido bien estos nombres; ello es debido a que me he estado paseando por ellos un día entero, contemplando cuanto de notable iba encontrando a mi paso.

La Catedral de Ciudad Real, llamada Santa María del Prado, es un bello ejemplo de estilo gótico de la decadencia. Tiene otras iglesias valiosas y algunos monumentos de arte entre los que descuellan la Puerta de Toledo y el Arco del Carmen.

Como edificios tiene algunos de importancia como la Casa Consistorial, la Diputación y la cárcel.

El tráfico de las calles es limitado; pero esto tiene también su encanto, pues nos hace pensar más intensamente en la grandeza de Castilla y hoy sobre todo en el esplendor pasado de Ciudad Real, cuya industria fue magnífica. Especialmente en la fabricación de cuero, obtuvo supremacía sobre las demás provincias españolas.

En breve recibirás carta mía fechada en Cuenca.

Abrazos de Alfredo



miércoles, 26 de noviembre de 2014

EL GUADIANA POR SANCHO REY




Desde la llamada Puerta del Carmen, en la Ronda de circunvalación hacia el poniente y perpendicular a la carretera de Las Casas, sale un polvoriento y pedregoso camino, cada vez  menos frecuentado, hacia la llamada Aldea de Sancho Rey, por donde discurre el río Guadiana. A pocos kilómetros de Ciudad Real, dicho camino asciende repentinamente la pequeña loma de la denominada “Cabeza del Palo”, restos antiquísimos de un volcán de los muchos que existieron en los alrededores, y que aun pueden comprobarse por la proliferación de piedras negras, procedentes de la lava en los terrenos aledaños a dicho lugar. Luego tras sucesivas curvas descendentes, vuelve el camino a subir un par de pequeños repechos, para el fin, bajar hasta lo que en los años cincuenta y anteriores era una aldea.

Allí, según se llega a la izquierda, había una finca de labor, a la que se penetraba por un paseo de más de cien metros, flanqueado por árboles de tupida sombra. Más allá, las primeras casas bulliciosas de gente, aunque no muy numerosa, y por último el río, de aguas transparentes y carrera viva, cuyo cauce penetraba en el molino, que en aquellos años, aun hacía molienda. Un pequeño puente de madera nos conducía, si así lo deseábamos, a la otra orilla, toda cuajada de vegetación por el tráfago de las leves barcas de los pescadores y cangrejeros. Recuerdo un verano –mi hermano y yo éramos muy niños- en aquel lugar con placentero regusto y baños, pesca y aventuras infantiles sin fin.

Hoy, todo aquello es cosa fenecida y muerta. El campo, triste y desolado. Las aguas, lentas, sucias, y sin vida, como ocurre en Alarcos y en otros lugares por donde Guadiana –no corre- anda, cansino y viejo y harto de historias y restos pútridos de esta civilización que está acabando con casi todo lo vivo.

¿Qué hacemos con nuestros ríos? ¿Qué hacemos con nuestros campos? Porque, aquí en Sevilla donde escribo, a menos de cien metros pasa el Guadalquivir que camina lento y perezoso y sucio y muerto también. ¿Es ésta la civilización que deseábamos?

Ahora todos tienen una segunda residencia en lugares lo menos ensoñadores que pueda imaginarse, con piscina y cemento y césped artificial y comodidades dignas de un pueblo decrépito. Ahora todos o casi todos, no necesitan del río para su solaz y disfrute. Ahora, lo original es ser pobre y no poseer más vivienda que la necesaria. En aquellos años –y no me dejaran mentir muchos lectores de estas líneas- la mayoría de los ciudarrealeños iba de excursión, a pasar el día a Sancho Rey o a Alarcos, o a la zona del Vicario, o qué se yo, si Ciudad Real está rodeado a ocho kilómetros por el Guadiana, y era un disfrute desde el día anterior con los preparativos, hasta la vuelta, cansados por el aire, el sol y el agua limpia de nuestro río. (Habrá quien diga: “que disfrute más elemental e infantil, teniendo nuestro chalecito con nuestra piscina…”) Pero hoy… las cosas han cambiado y lo que prima y priva es lo artificial, lo cómodo aunque sea insano. En fin, que en esta ocasión y reciba las criticas que reciba y contrariamente a mi artículo, tengo que decir ahora sí, ahora y en este aspecto cualquier tiempo pasado fue mejor y se me antoja cantar aquello de:

Tu calle ya no es tu calle
que es una calle cualquiera
camino de cualquier parte.

Francisco Mena Cantero (Publicado en la contraportada del diario “Lanza” el 26 de septiembre de 1986 en la sección “Conversaciones en el Pilar”)



martes, 25 de noviembre de 2014

EL MOLINO HARINERO DE GAJIÓN


El Molino de Gajión en los años cuarenta del pasado siglo XX cuando estaba en pleno funcionamiento

Ciudad Real es una ciudad que no ha sabido mantener su patrimonio a lo largo de los años por diferentes motivos. Alrededor de nuestra ciudad se encuentran restos arquitectónicos que están unidos a la historia de nuestra ciudad que se deberían restaurar y estudiar. Uno de estos restos es la iglesia de de Sancho Rey, como veíamos ayer, y en el mismo camino de este lugar cogiendo el camino que llega hasta el río Guadiana nos encontramos los restos del  Molino de Gajión, que se ubica en el margen derecha del Guadiana.

Estado actual del molino

Unas de las primeras referencias históricas que encontramos de este molino, data del siglo XIV cuando el rey Alfonso XI, obligaba en una sentencia al concejo de Villa Real a devolver los molinos del río Guadiana a la Orden de Calatrava, entre los que se encontraba este de Gajión.

Actualmente es propiedad de la Diputación de Ciudad Real

En el siglo XVII, y más concretamente en 1615, el molino era propiedad de doña Ana Corredor viuda de Alonso de Ureña. Un siglo más tarde en el Catastro de la Ensenada de 1751, se dice que este molino era propiedad de don Juan Antonio Espinosa, vecino de Alcázar de San Juan, como titular de un vínculo. En aquel año poseía dos piedras de moler y producía cien fanegas.

Las entradas al viejo molino se encuentran actualmente tapiadas

Pascual Madoz en su “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar”, publicado a mediados del siglo XIX, nos dice de este molino que tenía dos piedras y que “a su inmediación está la huerta del mismo nombre, en la que se crían cereales y buenas hortalizas; existiendo por último una hermosa alameda, de la que se surten los carreteros para la construcción de carruajes”.

Los muros del viejo molino fue construido en mampostería y argamasa

A principios del siglo XX se le añadieron cuatro pares de piedra de moler, además de las dos que tenía. Su actividad molinera la cesó entre 1959-60, siendo uno de los últimos molineros Francisco Rodríguez Fernández.
 
El edificio de dos plantas se encuentra actualmente en estado ruinoso 

El molino tenía dos plantas y de forma rectangular, construido en mampostería y argamasa. Delante y detrás encontramos sus seis cárcavos de salida y entrada y sus 23 ventanales. La sala de molienda tenia la misma forma que el molino, en él que encontramos sus seis regolfos y es donde se encontrarían sus seis pares de piedras de moler. En la planta de arriba era donde vivía el molinero, también era utilizado como almacén.

El molino tiene forma rectangular

Actualmente el molino tiene perdida la cubierta y el suelo de la segunda planta y se encuentra en estado ruinoso. Dentro de la ruina que tiene su estado es bueno, conserva todos sus cárcavos, aunque tiene varios vallados, también sus regolfos, sus muros y la presa que está invadida de maleza. En la puerta de entrada llego a tener una inscripción hoy desaparecida. Sus actuales propietarios son la Diputación Provincial de Ciudad Real.

Resto de las piedras de moler