Posiblemente
esta es la imagen más antigua del desaparecido Ayuntamiento de Cirilo Vara, es
de 1899 y fue publicada en “La revista moderna” con motivo de la entrada del
Obispo-Prior Casimiro Piñera y Naredo
Del mismo año, es el traslado del
mercado, llevándose ahora al corralón municipal en las traseras de la Plaza. En
1916, la Feria abandona el recinto de la Plaza Mayor, para irse al Parque.
Completándose de esta forma, la segregación de actividades poco adecuadas para
un recinto que tiende a asumir la función emblemática del espacio público por
excelencia. La imagen de la doble fila de casetas de madera, con el paseo
central de arena, las sillas plegables que se disponían, van a ser imágenes perdidas
para siempre, tras el traslado efectuado.
La urbanización que se acomete, con
posterioridad a los traslados de 1911, va a conferir al recinto de la Plaza,
denominado por entonces “salón” a la manera tardorromántica, un nuevo valor
espacial ligado a ciertos principios sociales en alza: el paseo como actividad
burguesa de reconocimiento social. Desaparecidas las transacciones elementales
de especies y productos diversos, ahora se procedía a un intercambio simbólico
ligado al poder de la imagen. Esta visualización concreta de la norma social
dominante, va a ir relacionada con la demanda de una Plaza en la que la imagen
este a la altura de los nuevos valores. En 1919, se produce una petición por
parte de los propietarios, solicitando la autorización de las obras precisas en
la referida Plaza.
“Los
que suscriben, naturales y vecinos de Ciudad Real, provistos de sus cedulas
personales correspondientes y domiciliados en la Plaza de la Constitución,
tienen el honor de exponer al Excmo. Ayuntamiento lo siguiente: Que estando
convencidos de la necesidad y urgencia que siente nuestra población de un Plan
de reformas de “Ornato y Urbanización”, empresa que no dudamos está latente en
el ánimo de todos los Concejales que componen esa dignísima Corporación y que
tanta prueba está dando de amor y celo al pueblo que los vio nacer, hasta conseguir
ver realizado el problema más grande y más trascendental de un pueblo como es
el “abastecimiento de aguas y alcantarillado”; se hace preciso que esa gran
obra base principal del progreso de nuestra población se complemente y marche a
unísono con la de “Ornato y Urbanización”; empresa que aunque difícil tiene la
ventaja de que ese Ayuntamiento puede contar con el apoyo moral y material de
los vecinos de esta población y especialmente los que en esta ocasión tenemos
el honor de interesar que estas reformas empiecen en la Plaza de la
Constitución, por la oportunidad de ser el sitio más céntrico y que más
necesita de tal transformación estética.
En
su virtud, y no dudando que nuestras manifestaciones han de ser atendidas por
el Excmo. Ayuntamiento. Suplicamos, que por la Comisión correspondiente y visto
el proyecto formulado por el arquitecto municipal acuerde la Corporación la
reforma de la Plaza de la Constitución, solicitada por ser de urgencia y necesidad”. (13)
Fuente
instalada en el centro de la Plaza Mayor en 1912, con motivo del nuevo
abastecimiento de aguas. Fotografía publicada en la revista “Vida Manchega” en
octubre del referido año
El escrito nos aporta la primera
petición a favor de un Plan de Ornato y Urbanización, que habría sido de
aplicación a toda la ciudad, sentándose quizás las bases de las posteriores
actuaciones. Esta necesidad sentida por los vecinos firmantes del escrito, no
va a calar en la Corporación, limitándose ésta a autorizar solamente la reforma
correspondiente a la Plaza de la Constitución. Florián Calvo, es el autor del
proyecto de reforma, que va a suponer la segunda idea sobre un tipo
edificatorio a desarrollar en las fachadas de la Plaza. En la memoria del
proyecto se apuntan las razones que hacen deseable las obras que se solicitan.
Advirtiéndose entre otras, la centralidad urbana del espacio. Sustancialmente
no se van a producir alteraciones formales rotundas, ni menos aún
modificaciones de las parcelas allí ubicadas. La modificación de Calvo, puede
ser entendida como derivada de una voluntad higienista que tiende a ampliar y
mejorar las condiciones de salubridad y habitabilidad; ampliándose para ello
huecos y alturas libres de planta. Formalmente, la propuesta se identifica con
unos supuestos tardorománticos, en los que en ningún momento se introducen
referencias clásicas en la ornamentación.
“Vista
la importancia y desarrollo que se observa en la urbanización de esta capital,
parece natural que afecte también a la parte más céntrica como es la Plaza de
la Constitución, que efecto de su antigüedad presenta un abigarrado conjunto y
muy reducida la altura de sus pisos y las dimensiones de los huecos de fachada,
para mejorar estos defectos se formula el presente proyecto que consistirá en
levantar el suelo cuadro del segundo piso y la armadura y tejado de la parte
que corresponde a la crujía de los portales para darle metro y medio más de
elevación, repartida en 75 centímetros a cada piso más la que actualmente tiene
y en vez de volver a construir el tejado se construirá en su lugar una terraza
con su balaustrada correspondiente, modificando los huecos y la decoración por
el sistema denominado a la catalana en la forma y disposición que se indica en
el plano que se acompaña. El coste de la obra ascendería si el tabicón de
fachada es de ladrillo a 1.150 pesetas por cada intercolumnio y si fuera de
adobes a 1.250 pesetas por cada mismo espacio porque habría que derribarlo y
reconstruirlo con ladrillo.
Con
lo expuesto y con la inspección del plano que se acompaña se da una idea de la
obra que se proyecta realizar y que cambiaría completamente el aspecto a la
indicada Plaza de la constitución. Florián Calvo. Julio 1919”. (14)
Aspecto
que ofrecía la Plaza Mayor en la segunda década del pasado siglo, tras las
primeras reformas efectuadas en la misma
El informe emitido por la Comisión de la
Policía Urbana, introduce un condicionante a la aprobación del proyecto
propuesto. Consistente en fijar un plazo máximo de 2 años para ejecutar la
renovación completa de la Plaza. Razonando que tal espacio debe ser conformado
uniformemente, al objeto de que sea percibido como un recinto homogéneo.
“La
Comisión de Policía Urbana que suscribe, ha visto la solicitud y planos para la
reforma de las fachadas de los edificios de la Plaza de la Constitución y le
parece aceptable el proyecto por su efecto de mejora y ornamentación, pero
entiende que debe ampliarse a los huecos de las tiendas o pisos bajos para que
guarden igual uniformidad coincidiendo con el promedio entre dos columnas. Una
vez hecha esta ampliación procede que la Alcaldía cite a los propietarios de
todos los edificios y a la Comisión de la Policía Urbana con el fin de ver si
es posible conseguir la reforma total dentro de un plazo máximo de dos años,
pues en otro caso esta Comisión informaría en sentido contrario para que no
pueda llegar el caso de que una plaza que debe ser uniforme en sus líneas de
fachadas resultara como una calle cualquiera en que sus edificios no se ajustan
a un plano general”. (15)
En sesión del 30 de agosto de 1919 se
acuerda aprobar el proyecto de Florián Calvo, suprimiéndose las peticiones que
formulaba el escrito de la Comisión de Policía Urbana. Al fracasar las peticiones
de dicha Comisión, se va a perder la posibilidad de conseguir un recinto
concebido, al menos exteriormente unitariamente. Pérdida que va a posibilitar
la secuencia de modificaciones parciales, que van a ir produciendo una
altimetría compuesta de diversos modelos, fracasando para siempre el cierre
formal de la Plaza.
Alejandro
Moyano-José Rivero. Revista ALMUD, nº 4 (1981)
(13) Archivo
histórico municipal.
(14) A.H.M.
(15)
A.H.M.
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