La
desaparecida tienda de Calzados Agudo en la calle Cuchillerí. Fotografia Centro de Estudios de Castilla-La Mancha
Como ocurre con tantas empresas
históricas de Ciudad Real, los orígenes de lo que hoy es Siempre Agudo hemos de
buscarlos en otras tierras. En este caso debemos trasladarnos al casco
histórico de Toledo para encontrarnos, en el año 1925, con Olimpo Agudo y su
esposa Consuelo, los cuales abrían en ese año una tienda de zapatos en la
famosa calle Hombre de palo. Posteriormente ampliarían la empresa inaugurando
otra en la calle Comercio. Y fue cinco años después, en 1930, cuando deciden
abrir una tercera. Pero esta ya en Ciudad Real. Se encontraba situada en la
calle Carlos Vázquez nº 1 y a su frente pusieron a su hijo Pedro Agudo. Éste
debió encontrar un buen recibimiento en Ciudad Real porque, un tiempo después,
contraía matrimonio con una mujer ciudadrealeña, aquí tuvo a sus cuatro hijos,
y aquí murió al pie del cañón, ya que hasta el último momento estuvo presente
en la tienda que hoy se encuentra en la calle Feria nº 8 “charlando con los
clientes, leyendo el periódico sentado en una caja, y fumando cigarro tras
cigarro” según nos comenta su hijo José Luis. Algo semejante a lo que hacía su
madre en Toledo, la cual estuvo al frente de la zapatería hasta los 92 años en
que falleció. Pero no adelantemos acontecimientos.
Suponemos que los primeros años fueron
duros, más con la Guerra Civil al medio y sus requisas, la pobreza general de
la sociedad de la postguerra, así como los largos años de lenta recuperación
que culminan en la década de los 60.
Es precisamente en 1961 cuando, en un
momento de crecimiento, Siempre Agudo abre su segunda tienda, en este caso en
la calle Feria nº 8, que es donde ha permanecido hasta la actualidad, y que
hasta entonces había ocupado la juguetería Arche.
Olimpo
Agudo y su esposa Consuelo
No muchos años después el edificio de la
calle Carlos Vázquez fue declarado en ruinas, de forma que fue derribado, y la
zapatería no pudo permanecer donde terminó estando Nuevo Centro. Desde
entonces, la que ahora es la zapatería más antigua de la capital, se ha
mantenido, contra viento y marea, en un pequeño edificio de dos plantas que
cuenta con más de 300 años de antigüedad. Aunque el espacio, con el tiempo, se
ha quedado pequeño, nunca se ha pensado en realizar un traslado dada su
excelente ubicación. Como anécdota, José Luis, hijo de Pedro y tercera
generación de la empresa familiar, recuerda cómo en su infancia se realizó una
gran remodelación del actual edificio, introduciendo unas enormes vigas de
hierro que llegaron a Ciudad Real directamente desde Madrid. Igualmente se
salvó cuando se construyó el actual Museo Municipal, pues en principio estaba
previsto que todas las construcciones que hoy lo rodean desapareciesen para
convertirlo en jardines.
Como decíamos antes Pedro Agudo estuvo
en la tienda hasta su muerte, pero ya muchos años antes había recibido la ayuda
de su hijo mayor, aunque fue el cuarto, José Luis, el que terminó trabajando más tiempo junto a él y
terminó sustituyéndole.
Sin embargo la actividad de José Luis no
se limitaba a atender la tienda, sino que la compatibilizó, durante cuarenta
años, con la actividad de viajante de diversas empresas fabricantes de calzado
para las regiones de Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León. Esta
doble actividad le ha permitido contar con un profundo conocimiento del
producto, sabiendo muy bien la diferencia existente tanto en diseños como en la
calidad de los materiales que se usan en la confección del calzado, lo que
siempre se ha reflejado en la oferta de la tienda: el 90 por ciento de los
artículos que comercializa Agudo es de procedencia española, ya que, en cuanto
a zapato cómodo, España gana a cualquier otro productor.
Con respecto a los cambios en el
tiempo podemos decir que el máximo
esplendor de la empresa se produjo en los años 60, cuando con dos tiendas se
daba trabajo a seis personas más dos chicos de los recados. Posteriormente en
los 80-90 baja a cuatro y ahora con dos la tienda funciona perfectamente,
siendo una de ellas José Luis Agudo, el actual gerente, cuarta generación
familiar, que sustituyó a su padre hace aproximadamente siete años.
Es precisamente el actual gerente el que
nos informa tanto del pasado como de la actualidad de su empresa. “Toda la vida
la gente la ha catalogado como una tienda con zapatos buenos, siempre de piel
de buena calidad, pero nunca de precios altos. El artículo que siempre hemos
tenido, desde el nacimiento del negocio, ha sido más o menos el mismo. Eso sí,
hace ya muchos años renunciamos a la venta de calzado para niño, pues
aparecieron algunas tiendas especializadas y a nosotros ya no nos era rentable.
Sin embargo, sí que trabajamos con calzados de ancho especial. Hay muchos
artículos que mantenemos desde hace decenas de años, modelos que han creado a su vez un grupo de clientes
fieles, como aquellos que nos piden zapatos trenzados de caballero para el
verano, ya que posiblemente seamos la única tienda de Ciudad Real que los
tenga”.
Pero no podríamos entender este negocio,
y menos la supervivencia del mismo durante tantos años, si no hablásemos
también de la moda. “En estos momentos la situación ha cambiado mucho porque la
moda no es tan cerrada y se usa mucho el calzado deportivo. También ha habido épocas bastante largas en
las que los fabricantes se dedicaban a fabricar siempre el mismo muestrario sin
cambios de una temporada por otra. Como además la moda hace que los fabricantes
se copien unos a otros, puede llegar un momento en el que parece que todos los
zapatos parezcan iguales”.
Pedro
Agudo
José Luís comenta también que
antiguamente la moda era mucho más definida, y si se llevaban zapatos con la
punta cuadrada todos lo llevaban, lo que facilitaba la oferta y las compras al
proveedor, pero ahora hay mucha más oferta y muchas más tiendas, con lo que hay
que tener de todo pues lo mismo se piden unas deportivas que un zapato de tacón
o unas chanclas.
Precisamente la moda está muy
condicionada por el sexo del cliente puesto que es la mujer la que más compra y
cambia de zapato. El hombre lo utiliza para caminar, la mujer para vestir. El
hombre lo aguanta hasta que se rompe, la mujer lo aguanta hasta que cambia de
vestuario.
Es curioso destacar cómo en las épocas
de crisis, que han sido bastantes a lo largo de estos casi 90 años de la
empresa, han subido y bajado las calidades de acuerdo con el poder adquisitivo
de los clientes. Así, en los peores momentos económicos se vuelve al producto
sintético; después, cuando la economía remonta, se vuelve a la calidad de la piel
natural. Claro que esta zapatería mantenía en todo momento ambos productos a la
venta. “El zapato sintético, de plástico, fue una auténtica revolución, ya que
su precio suele ser la mitad que el de piel”, comenta José Luis.
Otro de los motivos por los que esta
empresa se ha mantenido con vida ha sido que sus responsables han realizado de
forma constante visitas regulares a las ferias del sector. Precisamente José
Luis acaba de regresar de la de Milán, “la más importante del mundo, aunque no
siempre fue así, pues las de Elda, en Alicante, y Madrid fueron, en sus
tiempos, más importantes que la de Milán. Entonces España era el número uno en
zapatos. La fama que puedan tener hoy los italianos les viene más por sus
diseños que por su calidad, pues en esta España siempre ha estado por delante
de todos. La feria es el lugar donde se juntan todos los fabricantes y es la
mejor forma de conocer la tendencia y, a la vez, realizar ya los pedidos. En
dos días se les ve a todos”, nos comenta.
En cuanto al futuro José Luis afirma que
“ojalá lo supiéramos. Dentro de 10 años a lo mejor toda la venta se realiza por
internet como que se vuelve la atención personalizada. Impredecible. Aunque la tendencia
actual es que el pequeño comercio, poco a poco va cerrando de acuerdo a como
sus dueños llegan a la jubilación. Tanto por las grandes superficies como por
lo caro que es mantener empleados en una empresa que generalmente siempre es
familiar. La atención personalizada es lo que nos salva frente a las grandes
superficies, pero nosotros ya vendemos por internet desde hace años. ¿El
futuro? ¡Quien lo sabe!”
Pese a todo estamos convencidos de que
Siempre Agudo cuenta con muchas posibilidades de llegar a su centenario, algo
de lo que hoy muy pocas empresas de Ciudad Real (posiblemente ninguna) podrán
presumir.
Calzados
Agudo en la calle de la Feria
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