El inicio de la declaración de la
Parroquia de San Pedro como Monumento Nacional, se inicio en el año 1964 y tuvo
un recorrido de 10 años, porque no fue hasta el año 1974 cuando se produciría dicha
declaración.
Como he dicho el inicio del expediente
de declaración fue en el año 1964. Un dictamen de la Comisión Central de Monumentos
del 23 de noviembre del referido año, elevado a la Academia de Bellas Artes de
San Fernando dice lo siguiente:
“Es
quizá la más antigua iglesia parroquial de Ciudad Real, pues aun careciendo de
noticia precisa de su erección, hay indicios suficientes para estimarlo así.
Construida hacia mediados del siglo xiv, corresponde al momento en que Ciudad
Real comienza a adquirir importancia urbana, por atención de los Reyes de
Castilla hacia esta población realenga, enclavada en el campo de la poderosa
Orden de Calatrava.
Su
traza maciza es característica del gótico castellano, que en cierto modo
recuerda la solidez funcional propia del románico. A aquel estilo responde el
cuerpo principal del edificio, si bien la torre, renacentista, aparece como
elemento de construcción muy posterior. La yuxtaposición de ambos estilos no
resulta violenta, ofreciendo, por el contrario, un conjunto noble y armónico en
el que la excepcional robustez de las líneas es nota destacada y original,
manifestada especialmente en las proporciones de las naves (35 x27 metros de
planta, y altura máxima de sólo 14,5 metros en la nave central) y en los
contrafuertes, en forma de cubos de la fachada occidental. Se trata de una
construcción sobria y austera, exenta de adornos en todos sus elementos, en la
que la estética juega sólo con líneas y colúmenes. El material empleado es
también rudo y pobre: sillares más bien pequeños de caliza gris claro del país
en los ángulos y contrafuertes y en las nervaduras de las bóvedas; y el resto
de la construcción hecha a base de aparejo pequeño de las calizas desiguales que
abundan a flor de tierra en la comarca —«lanchas»—, tan representativas de la arquitectura
manchega unidas con mortero de argamasa.
Sus
tres naves presentan las expresadas características del gótico castellano. La torre,
posterior por lo menos en un siglo, nada esbelta, por cierto —pero graciosa y bien
proporcionada en sus sobrias líneas platerescas—, en cuya fabricación se ha
empleado el mismo material antes expresado, cubierta de pizarra y rematada de
un campanil de evidente influencia flamenca, armoniza muy bien, con su aspecto
macizo, con el resto del edificio.
La
fotografía única al expediente es pequeña y poco expresiva, y sólo ofrece una
idea remota de lo que es este templo, de acusada personalidad estética en la ciudad,
original y representativa de arte y de la técnica arquitectónica del tiempo y
lugar en que fue levantada.
En
lo concerniente a su interior —naves y capillas— nos remitimos a la Memoria que
figura en el expediente, completa y bien documentada sobre anteriores estudios
de eruditos locales como Ramírez de Arellano y Hervás, que cita. Es muy interesante
destacar el hecho de que de estas capillas, la Mayor fechada en 1473 ó 1474, y
la del Sagrario o del Chantre D. Fernando de Coca, fundada en 1472, ambas en
puro estilo renacimiento, constituyen unas de las primeras demostraciones del estilo
nuevo o latino en la arquitectura religiosa castellana, lo que sin duda obedece
a la importancia que alcanzó Ciudad Real en los primeros años del reinado de los
Reyes Católicos, como consecuencia de haber defendido los derechos de la Reina Isabel
frente a la Orden de Calatrava y el arzobispo de Toledo, partidarios de la
Beltraneja, y de la creación de una Real Chancillería —la segunda del reino-—,
trasladada a Granada luego de su conquista.
Este
informe fue elevado a la Dirección General de Bellas Artes el 28 de noviembre de
1964.”
Diez años después el Boletín Oficial del
Estado, el 30 de julio de 1974 publicaba el decreto de la declaración como
monumento nacional de la Parroquia de San Pedro de Ciudad Real:
“La
iglesia parroquial de San Pedro, de Ciudad Real, fue construida hacia mediados
del siglo XIV, en la época en que esta población -enclave realengo en el campo
de la poderosa orden de Calatrava- comienza a adquirir importancia urbana por atención-
de los reyes de Castilla.
La
traza del templo es característica del gótico castellano, y a este estilo
corresponde el cuerpo principal del edificio con sus tres naves. La torre,
renacentista, posterior por lo menos en un siglo, graciosa y bien
proporcionada, motiva un conjunto noble y armonioso. Son muy interesantes las
capillas del interior de la iglesia. Así, la mayor, reedificada en mil cuatrocientos
setenta y cuatro, de estilo renacimiento; las que se abren a ambos lados del
altar mayor, denominadas _de “Jesús Nazareno” y del “Cristo del Perdón”, y
sobre todo la llamada “de los Cocas" o “el Sagrario”, situada a la cabeza
de la nave del lado sur y en la que se guardan dos joyas de gran valor
histórico-artístico; el retablo del Chantre, fundador, don Fernando de Coca,
canónigo de Sigüenza y Capellán Real de los Reyes Católicos, y el retablo de
estilo gótico con evidente influencia germano-neerlandesa, construido en
alabastro, realista y con gran riqueza decorativa.
Para
preservar estos valores, de reformas o innovaciones que pudieran perjudicarlos,
se hace necesario colocarlos bajo la protección estatal mediante la oportuna
declaración.
En
su virtud, a propuesta del Ministro de Educación y Ciencia, y previa
deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día veintiuno de junio
dé mil novecientos setenta y cuatro,
DISPONGO:
Artículo
primero.-Se declara, monumento histórico-artístico de carácter nacional la
iglesia parroquial de San Pedro, de Ciudad Real.
Artículo
segundo.-La tutela de este monumento, que queda bajo la protección del Estado,
será ejercida a través de la Dirección General de Bellas Artes por el
Ministerio de Educación y Ciencia, el cual ,-queda facultado para dictar
cuantas disposiciones sean necesarias para el mejor desarrollo y ejecución del
presente Decreto.
Así
lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a veinte de julio de mil
novecientos setenta y cuatro.
JUAN
CARLOS DE BORBON
PRINCIPE
DE ESPAÑA
El
Ministro de Educación y Ciencia,
CRUZ
MARTINEZ E5TERUELAS”
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