Rostro del
antiguo titular de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra Casa Rius
Massagué de Barcelona de 1941
Terminada la Guerra Civil Española en
1939, nada quedaba de la esplendorosa Semana Santa que procesionó por las
calles de Ciudad Real hasta 1935. Los republicanos de izquierdas, habían acabado
con el patrimonio de siglos heredado de nuestros antepasados, porque en 1936 la
República disolvió las hermandades, las imágenes fueron quemadas, los enseres
de las diferentes cofradías destruidos e incluso las túnicas de los cofrades
incautadas, perdiendo la vida al ser asesinados muchos cofrades.
En la Semana Santa de 1940, solo se
celebró en nuestra ciudad una procesión el Viernes Santo por la tarde, en la
que participaron todas las cofradías penitenciales de la ciudad, con lo poco
que se había salvado de la destrucción, y en la que solo salieron dos pasos, un
Santo Sepulcro confeccionado con una imagen mutilada de un crucificado cubierta
con una sábana y colocada en el interior de una urna de cristal que se
encontraba en los sótanos de la iglesia de la Merced, y una imagen de la
Dolorosa que realizó el marmolista local Ramón de la Osa.
La imagen sin la
peluca en el año 2004, cuando fue restaurada por las Monjas Mínimas de Daimiel
en 2004
Pero las cofradías y hermandades de la
ciudad pasaban por grandes dificultades económicas para adquirir sus nuevos
titulares, y al acercarse la Semana Santa de 1941, se creó una comisión Pro
Semana Santa, en la que no intervinieron las hermandades formada por el Vicario
Capitular, Mariano Martínez; el Alcalde, José Donado Adán y el Delegado Provincial
de Sindicatos, José Cuadrado Díez, actuando Florencio Llanos como Interventor y
Gustavo García como Cajero. Esta comisión se encargó de recaudar fondos para
adquirir imágenes, andas, estandartes y otros enseres.
Entre las imágenes que adquirió la
comisión Pro Semana Santa, se encontraba la nueva talla de Nuestro Padre Jesús
Nazareno, que la comisión entregó a la Hermandad del Nazareno y con ella procesionaria
el Domingo de Pasión y la noche del Jueves Santo a las diez y media. La nueva
talla de Nazareno se compró a la Casa Rius Massagué de Barcelona por un
importe de 2.765 pesetas. Para procesionarla también se adquirieron unas nuevas
andas en Tomelloso, con un coste de 600 pesetas.
Con
esta imagen procesionó la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno la mañana
del Domingo de Pasión y la noche del Jueves Santo de 1941
La nueva imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno,
se encargó para que se pareciera a la destruida en 1936, por lo que se optó que
llevara pelo natural, como la destruida. Pero esta nueva imagen no convenció al
entonces párroco de San Pedro, Emiliano Morales Rivera, que encargaría una nueva
talla del Señor al sevillano, Antonio Illanes Rodríguez, con la que la
hermandad procesionaria el Domingo de Pasión y Jueves Santo de 1942.
Al ser retirada del culto de la
Parroquia de San Pedro, la imagen de Jesús Nazareno de la Casa Rius Massagué, fue llevada a la Parroquia de San Juan Bautista en Cabezarados, lugar donde
sigue recibiendo culto en la actualidad. Esto fue debido, al que el entonces coadjutor de la
Parroquia de San Pedro de Ciudad Real, Antonio León Monescillo, era natural de
esta pequeña localidad ciudadrealeña, y donó la imagen a la misma.
Tal
y como recibe actualmente culto en la Parroquia de Cabezarados
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