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martes, 20 de marzo de 2018

LA SEMANA SANTA DE CIUDAD REAL DE HACE UN SIGLO



La Semana Santa de hace un siglo, es decir de 1918, se celebró del 24 al 31 de marzo. En la misma participaron un total de 15 Cofradías, las cuales procesionaban entre el Jueves y el Viernes Santo, sobre todo en las tres pasionarias: Santiago, San Pedro y Santa María.

Las procesiones comenzaban el Miércoles Santo a las tres y media de la tarde, cuando las imágenes de los Niños Jesús que abrían las procesiones pasionarias, eran trasladadas a las parroquias, desde el domicilio de las señoras camareras, por las Hermandades de Niños Nazarenos.


La Pasionaria de Santiago salió a las cinco de la tarde del Jueves Santo, formando en la misma las Hermandades del Niño Jesús de Santiago, del Ecce-Homo, del Cristo de la Caridad, que introdujo la novedad de alumbrar el paso con acetileno, así como los faroles de los cofrades, y de la Santa Espina; que fueron acompañadas por una banda de cornetas, las bandas de música municipal y provincial. A las diez y media de la noche, procesionó la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que estrenó un estandarte pintado Wenceslao Muñoz, siendo acompañada por la banda municipal.

A las nueve de la mañana del Viernes Santo, se iniciaba la Pasionaria de San Pedro en la que formaban las Hermandades del Niño Jesús, que introdujo la novedad de que los pequeños cofrades vistieran túnica azul pálido con cinturón morado llevando una pequeña cruz al hombro y sobre la cabeza una peluca trenzada  con la corona de espinas;  la Oración en el Huerto; la Jesús Caído acompañada por la banda del Hospicio y la del Santísimo Cristo del Perdón y de las Aguas acompañada por una banda de cornetas y tambores propia y la banda de música municipal. En aquellos años la Hermandad del Cristo del Perdón y de las Aguas, era la más numerosa de Ciudad Real.


La Procesión Oficial del Santo Entierro, comenzaba a las cinco y media de la tarde del Viernes Santo y en la misma participaban las Hermandades del Niño Jesús, de la Enclavación, del Cristo de la Piedad, Descendimiento cuyos hermanos estrenaron faroles de acetileno, Santo Sepulcro y la de Nuestra Señora de los Dolores “Ave María”. Detrás del palio de la Virgen cerraba la comitiva los seminaristas, el clero parroquial con cruz alzada, el Ilmo. Sr. Obispo de la Diócesis, el ayuntamiento bajo mazas y la banda municipal.

Cerraba la Semana Santa la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, que procesionaba a las diez de la noche, desde la desaparecida iglesia conventual de San Juan de Dios en la calle Ruiz Morote, que era acompañada solo por mujeres y un coro que entonaba motetes.


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