En el año 1968, se inaugura la Plaza
Puerta Santa María, estando presidida por una escultura en piedra de la Virgen
con Niño, obra de Joaquín García Donaire, que es colocada sobre un pilar que
preside un muro de piedra, que durante muchos años fue una fuente de agua
potable, para el abastecimiento de la población.
La imagen de la Virgen había sido
realizada dos años antes de presidir esta plaza, y tras estar guardada en las
dependencias municipales, la corporación municipal de aquellos años, decide
colocarla presidiendo la nueva Plaza Puerta Santa María.
La imagen deja constancia de las influencias
pompeyanas y etruscas que se configuran como el sello personal de Donaire, y
que se adaptan al clasicismo imperante durante este periodo histórico. La
imagen de la Virgen aparece de pie, con el niño en brazos, mostrando una
actitud más natural y libre, pues representa la Virgen de la Ternura. A pesar
de que el rostro representa un gran naturalismo, Joaquín Donaire siguió a la
hora de esculpir su obra, el concepto de “pulcritud corporalis”, concediéndole
una gran belleza corporal, acentuada por la técnica de los paños mojados y sin
ápice de detallismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario