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martes, 26 de abril de 2022

ANTIGUAMENTE SE BENDECÍAN LOS CAMPOS EL DÍA DE SAN MARCOS EN CIUDAD REAL

 

La bendición de los campos en Ciudad Real en 1913, imagen recogida en la revista “Vida Manchega” en el número del 1 de mayo del referido año



El 25 de abril se celebra el día de San Marcos evangelista, nacido en el seno de una familia hebrea acomodada y que estuvo al servicio de San Pedro, en Roma. Se cree que murió entre los años 68 y 72, en Alejandría (Egipto). Al parecer un 24 de abril los paganos lo arrastraron por las calles de Alejandría, atado con cuerdas por el cuello, y luego lo arrojaron a la cárcel. Al día siguiente sufrió el mismo tormento y murió. Su cuerpo había sido destinado a las llamas, pero fue salvado por los fieles y sepultado en una gruta. En el siglo V, fue trasladado a una iglesia. Según una leyenda, en el año 828, ante la amenaza de los árabes, dos mercaderes venecianos llevaron el cuerpo a su ciudad y allí permanece sepultado en el templo dedicado a él, en la impresionante Basílica de San Marcos, de Venecia. La festividad de San Marcos, el 25 de abril, coincide con una fiesta pagana de origen romano llamada robigalia. En este día los romanos salían en procesión para aplacar a robigus, dios de la roya, para pedir que el trigo, su cultivo alimentario básico, fuera protegido de esta enfermedad producida por un hongo.

Esta fiesta pagana fue sustituida por la iglesia por las rogativas, que son ciertos días de penitencia y de oración que la Iglesia distingue por el canto de las Letanías de los Santos y procesiones públicas y solemnes. Estas son de dos clases: rogativas mayores y menores. Las mayores caen siempre el 25 de abril, fiesta de San Marcos evangelista, y se rezan para atraer del cielo bendiciones sobre las mieses y ahuyentar los males temporales. Existían ya por los tiempos de San Gregorio (604), que reglamentó esas funciones litúrgicas.

En Ciudad Real durante siglos, llegada la festividad de San Marcos, se realizaba una rogativa pública encabezada por las cruces parroquiales de Santa María, San Pedro y Santiago, las tres parroquias históricas de la ciudad, acompañada por el clero de la ciudad y fieles, que se dirigía a las afueras de la ciudad, procediéndose a continuación a la bendición de los campos. Con la creación del Obispado-Priorato en el siglo XIX, al clero parroquial se unió el clero catedral, desapareciendo esta costumbre en nuestra ciudad con la llegada de la Guerra Civil Española. Actualmente se siguen bendiciendo lo campos el día de San Marcos, en muchos lugares de España.

 

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