MUJERES PENITENTES EN LOS DESFILES

 

Este año, corno los anteriores, una parte del vecindario de la capital, al unísono de lo que hacen en el resto de las ciudades españolas, abandonó nuestra ciudad a otras ciudades o a la playa. Otros, prefirieron presenciar los desfiles procesionales de Sevilla, Granada, Málaga, Córdoba, Cuenca, Zamora, Valladolid, etc. La verdad, es que muchos se ausentaron en nuestra ciudad.

No obstante, hemos visto satisfactoriamente estos días por nuestras calles, muchos forasteros.

Nuestra Semana Santa, es triste decirlo, ha sido menos lucida que otros años. Hemos comprobado personalmente, cómo algunas cofradías que, antaño fueron numerosas en penitentes, este año han disminuido considerablemente.

Apenas escuchamos saetas, salvo dos hombres en la calle de Toledo y Estación Vía Crucis el Jueves y Viernes Santo por la mañana y por la tarde.

Se ha notado la falta de bandas de música y de cornetas y tambores. Sólo vimos la municipal y la de la Escuela de “Santo Tomás de Villanueva”, de la Diputación Provincial, y alguna que otra de la provincia. Y, precisamente, en una Semana Santa, redoblar el tambor, es parte íntegra de las procesiones. Como es natural, gran parte del público las echó de menos.

No vimos la escuadra de batidores del Regimiento de Información. y Localización de Artillería de nuestra capital, que siempre dio escolta al Santo Sepulcro. Tampoco vimos “armaos” el Viernes Santo en esta procesión.

En cambio, vimos varias jóvenes vestidas de penitentes en los desfiles del Jueves y Viernes Santo, como ya sucediera otros años.

Los que la vieron aseguran que la procesión del Silencio fue la más numerosa de todas las procesiones en lo que se refiere a cofrades y la más ordenada desfilando.

Sí vimos, los bares y cafeterías a tope el Domingo de Ramos, Jueves y Viernes Santo y Domingo de Resurrección.

También estuvieron a tope; a Dios gracias, las iglesias durante la celebración de los Divinos Oficios.

La procesión de la Soledad del Sábado ha resurgido y su presencia en la carrera oficial, fue acogida con todos los pronunciamientos favorables. Enhorabuena, y nuestra felicitación a los hermanos que se hicieron cargo de esta Real Cofradía.

Vimos con tristeza en la procesión del “Resucitado”, cómo una de las Hermandades más antiguas de Ciudad Real, que fue en sus tiempos la más numerosa en penitentes; iba representada por un sólo cofrade.

Y finalmente, vimos como el buen tiempo acompañó en la Semana Santa.

Diario “Lanza” miércoles 5 de abril de 1972