La actual calle de la Paloma, era la
calle que separaba el barrio judío de Ciudad Real por el lado poniente, con el
barrio cristiano, como no lo recuerda D. Luis Delgado Merchan en su “Historia documentada de Ciudad Real”.
Calle que ha sufrido una gran transformación a partir de la segunda mitad del
siglo XX y que ha tenido varios nombres a lo largo de su historia: Leganitos, Mayorazgo
de las Cabezas y Castelar.
El nombre más antiguo que recibió esta
calle es el de “Leganitos”, tal y como no lo recuerda en su obra ya citada, D.
Luis Delgado Merchan. En un artículo que publicó en el diario Lanza, D. Carlos López Bustos el 9 de noviembre de
1967, nos dice que: “la Paloma en tiempos
se denominó de Leganitos, nombre que conserva actualmente una calle de Madrid y
que creo que es una corrupción de la voz árabe algannet que significa huertas”,
y ese parece ser el motivo del porque esta calle recibió el primitivo nombre de
Leganitos, al existir terrenos de cultivo en tiempo de la judería.
En el siglo XVIII y más concretamente en
1739, la calle “Leganitos” recibía el
nombre de “Mayorazgo de las Cabezas”, tal y como queda reflejado en un
documento conservado en el archivo de la Parroquia de Santa María del Prado
(Merced), sobre la procesión del Corpus Christi de ese año. El Mayorazgo de las
Cabezas fue una de las ramas de la Casa de Treviño en Ciudad Real, que llegaron
a tener posesiones en esta calle, como la actual delegación de la Junta de
Comunidades de Castilla la Mancha, donde podemos ver una piedra armera con el
escudo de este linaje donde aparecen tres cabezas.
No sabemos cuándo cambio el nombre de
“Mayorazgo de las Cabezas” por el de la Paloma, lo que si sabemos que en el
siglo XIX ya recibía este ultimo nombre, ya que el 3 de junio de 1899 el
ayuntamiento acordó que: “para honrar la
memoria de D. Emilio Castelar, se varie el nombre de la calle Paloma por el de
la calle Castelar, y que se haga constar en acta el sentimiento de la corporación
por la muerte de tan insigne patricio”. Este fue el tercer nombre que
recibió la calle “Paloma”, el de “Castelar”, en memoria
del último presidente de la Primera República Española, D. Emilio
Castelar Ripoll, nombre con el que se le conoció hasta la Guerra Civil
Española, ya que al final de la misma, la calle volvió a recibir el nombre de calle
de la Paloma.
En cuanto a las edificaciones que
existieron en esta calle hasta los años sesenta del pasado siglo XX, eran casas
de arquitectura popular manchega de dos plantas, donde destacaba la
casa-palacio de D. Juan Medrano, actual delegación de la Junta de Comunidades,
y los hoteles “Miracielos” y Pizarroso. La especulación fue haciendo desaparecer
las viejas edificaciones, para levantar en su lugar bloques de pisos sin gusto
artístico alguno.
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