Comunidad
de religiosas de las Hijas de la Caridad del Colegio de San José en los años
cuarenta del pasado siglo XX
Las ultimas Hijas de la Caridad en Ciudad Real capital, abandonaron nuestra ciudad a mediados del pasado mes de diciembre, congregación religiosa que llegó a tener en nuestra ciudad hasta cinco comunidades de religiosas.
Las Hijas de la Caridad fueron fundadas
en París (Francia) el 29 de noviembre de 1633 por san Vicente de Paúl y santa
Luisa de Marillac. Su denominación original era Cofradía de las sirvientas de
los pobres de la Caridad, aunque acabó prevaleciendo el nombre, de origen
popular, de Hijas de la Caridad, al que a veces se añade el calificativo de San
Vicente de Paúl para distinguirla de otras asociaciones que usan nombres
parecidos. En lugar de adoptar un hábito, las primeras hermanas vestían la
larga saya gris y la cofia blanca de las campesinas de los alrededores de
París. En España se establecieron en 1790.
Comedor
del Hospicio Provincial en 1913. Fotografía publicada en la revista Vida
Manchega
En Ciudad Real las Hijas de la Caridad
llegaron en 1861 requeridas por la Diputación Provincial, para que se hicieran
cargo del Hospicio de San José, Casa de Maternidad y Expósitos. Estas
dependencias se encontraban sobre el solar de lo que anteriormente había sido
Monasterio de los Franciscanos y en un primer momento el nuevo edificio que se construyó, se destino a niños desvalidos, el huérfano sin recursos y sin hogar y el
anciano menesteroso. En 1948, cuando se comenzó la construcción de la actual
residencia universitaria “Santo Tomás de Villanueva”, los ancianos pasarían a
las Residencias de Hermanitas de los Pobres Desamparados, y en 1961 cuando abre
sus puertas el actual edificio, las Hermanas se harían cargo de la Cuna, segunda
infancia y niñas, además, de cocina, lavadero y costurero de los niños de los
que se hicieron cargo los PP. Salesianos. En 1966 las hermanas abrirían las puertas al exterior
creando clases de Secretariado, Taquimecanografía, Corte y Confección, clases
de Enseñanza Primaria, legalizando las escuelas y tomando el nombre de Colegio
Hogar “Virgen del Prado”. Las religiosas permanecieron en él hasta los años
ochenta del pasado siglo XX.
La
festividad de la Virgen del Carmen en el
Hospital Provincial en 1914. Fotografía publicada en la revista Vida Manchega
La segunda comunidad de las Hijas de la
Caridad en nuestra ciudad, se estableció en el Colegio de San José en 1889,
para que se dedicaran a la enseñanza, labor que les encomendó el Obispo-Prior D. José María Rancés y
Villanueva. A lo largo de los 128 años que permanecieron en él, muchas niñas en
un primer momento, y posteriormente niños han pasado por este colegio de la
calle Calatrava, abandonando la comunidad religiosa el mismo el pasado 15 de
diciembre de 2017.
Junto a estas dos comunidades de
religiosas de Hijas de la Caridad, finalizando el siglo XIX y requeridas
también por la Diputación Provincial, se establecería una nueva comunidad de
religiosas en el desaparecido Hospital de Nuestra Señora del Carmen, donde
permanecerían en él hasta los años noventa del pasado siglo XX.
La cuarta casa de religiosas de las
Hijas de la Caridad, se estableció en la Residencia Sanitaria de la Seguridad
Social, el Hospital de Nuestra Señora de Alarcos, donde llegaron en 1966 y
donde trabajaron hasta su desaparición.
Las
Hijas de la Caridad también se encargaron durante años, de atender a los presos
de la desaparecida prisión provincial. Fotografía publicada en la revista Vida
Manchega en 1915
Por último la quinta y última comunidad
de religiosas Hijas de la Caridad, se estableció durante algunos años en la
Casa de Acogida de Transeúntes, en la Barriada de Nuestra Señora del Pilar.
Como se dice en el título de esta
entrada, Ciudad Real llegó a contar con cinco comunidades de religiosas de
Hijas de la Caridad, dedicadas a los pobres, niños/as, enseñanza, enfermos y
personas sin techo ni hogar. El pasado año 2017, ciento cincuenta y seis años
después de la llegada de las primeras Hijas de la Caridad a Ciudad Real, están abandonaron
nuestra ciudad, dejando en ella un gran legado de servicio en los diferentes
lugares donde trabajaron y que ya forma parte de la memoria perdida de Ciudad
Real.
Colegio
Hogar “Virgen del Prado”
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