En el número 20, destinado a viviendas,
tuvo por los años veinte una academia particular don Telesforo Torija,
catedrático de Caligrafía del Instituto. Después se construyó un moderno
edificio, allá por los años sesenta, ocupando los bajos un despacho de aceites
del señor Calle, la Gestaría Plaza, y más tarde una oficina de seguros y un
establecimiento de calzados. Hoy los ocupa una bien surtida sucursal de
Discofer, cuya central está en la esquina de Cruz y Paloma.
Sigue luego un modernisimo edificio
levantado sobre el solar de la que fue casa de las señoritas de Castillejo, que
tenía mucha fachada. En ella pasaba algunas temporadas su hermano, don José
Castillejos Duarte, catedrático en las décadas de los años veinte y treinta de
la Universidad Central (hoy Complutense), en la calle de San Bernardo, de la
disciplina de Derecho Romano, del que fuimos alumnos muchos abogados de Ciudad
Real. Hoy ocupan los bajos modernos establecimientos.
La calle de la Paloma era estrecha al
principio, hasta que llegó un oportuno ensanche, construyéndose un moderno
edificio, con vuelta a la calle de Carlos Vázquez o Cuchillería, en el solar
resultante de la demolición de las viejas casas que tenían el número 1 y 3. En
los bajos del nuevo inmueble se estableció la casa de "Radioga", en
el chaflán, la cafetería Miami, que pronto se hizo punto de reunión de la gente
joven, gracias a la atención del dueño, Pepe Macias, y la bien surtida barra;
seguía el establecimiento de S. Simancas, con la firma comercial Trumpi y
Sirvent, dedicado a lanas en su más amplia gama y confección de prendas a
máquina; y después la agencia comercial y representaciones en general de don
José Vicente López Sempere.
El número 5 fue la casa-palacio del
conde de la Cañada, uno de los títulos nobiliarios con raigambre en nuestra
capital. Muerto trágicamente el año 36 don Rafael Acedo-Rico, durante el tiempo
de la guerra civil se instalaron en el inmueble dependencias militares y a su
término, la casa fue alquilada por la Comandancia de la Guardia Civil, hasta su
traslado al actual edificio de la calle Pedrera Baja. Y desde entonces fue
ocupada por el Hostal Villareal y en la planta baja tuvo una oficina de Seguros
don Julio Pizarro. Hace muchos años hubo en esta finca un poco de bodega.
En el número 5 duplicado estuvo la casa
dedicada a Banca y Correduría de Comercio de don Fructuoso Sánchez Izquierdo,
al que sucedieron sus hijos don Saturnino, corredor de Comercio, y don Ramiro,
banquero, que también fue presidente de la Diputación, domiciliados
respectivamente en las calles del Camarín y Toledo. Al finalizar la guerra se
instaló en dicho inmueble la Delegación Provincial de Auxilio Social, a cuyo
frente se hallaba en los primeros años don José Canales Alcocer, ya fallecido.
Adquirido por Sección Femenina del Movimiento y tras una demora en la ejecución
de las obras fue ocupado al fin por dicho Servicio falangista y en la
actualidad se halla en él la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de
Comunidades de Castilla-La Mancha.
Pasada la esquina, en la antigua casa de
propiedad divida por cierto, hubo dos modestas zapaterías y la sastrería de
Gago, especializado en militar y paisano. Aquí tuvo su zapatería bastantes años
el célebre y popular zapatero Martin Díaz Lorente, que a su simpatía unía el
trabajar con unas manos difíciles de igualar en su profesión. Demolidas dos
casas, una en la calle de la Paloma y otra en la de la Cruz, ha surgido un
moderno edificio, cuya planta baja ocupa la central de Discofer, tienda de
categoría con una amplia gama de artículos, desde los musicales hasta los
electrodomésticos, de la que es propietario Vicente Fernández. En la casa
siguiente, la número 11 estuvo mucho tiempo el Colegio femenino de la famosa maestra
doña Justa Franco, una venerable anciana, que después se trasladó a la calle de
la Libertad, frente al edificio del diario "Lanza". Este colegio de
doña Justa, como cariñosamente la llamaban sus alumnas, fue para las muchachas
algo así como para los chicos la escuela de don Ángel Rojas, en la calle del
General Rey ya próxima a Mata.
El número 13 estuvo ocupado por una
armería, en uno de los bajos, lamentando no recordar el nombre del dueño, pero
si era muy perito en su labor. Más tarde se instaló en este inmueble la
carpintería de Juan de Dios medio. Hoy es un edificio moderno en el que hay
varios establecimientos. La casa número 15 fue una ampliación del Hotel
Pizarroso, siendo adquirida posteriormente y notablemente reformada por don
Cirilo del Río Rodríguez, abogado y ministro de la República, personalidad muy
estimada en la provincia, que la ocupó hasta su marcha a Madrid, siendo
posteriormente vivienda de don Félix García Santiago e Ibarrola y hasta los
años sesenta vivienda y consulta del médico don Valerio Pérez de Madrid y
también de su hijo, don Juan Pérez de Madrid y Pala. En el año 1970 fue
demolida y se construyó un moderno edificio.
En el piso principal de la casa número
17, que se comunicaba con el número 10 de la calle de Calatrava, estuvo hasta
el año 1936 la Redacción del periódico "El Pueblo Manchego", del que
fue director hasta agosto de 1932 el sacerdote don Miguel Ruiz Pérez, que era
conocido como el cura del Pueblo Manchego. Hombre de gran personalidad.
Luego, en los años 40, se estableció en
esas mismas dependencias la Delegación del periódico madrileño "El
Alcázar", que todavía dedicaba unas páginas a Ciudad Real y provincia,
hasta que al salir "Lanza" a la calle, el 20 de mayo de 1943, cesó en
esta especial dedicación a los pocos meses. En la década de los sesenta ocupó
estos locales la Asamblea Provincial de la Cruz Roja. A continuación, en los
bajos, estuvo bastantes años la administración de las líneas de viajeros de don
Juan Antonio Solís, con parada de los autobuses, hasta que dado el incremento
de líneas con la provincia y alguna fuera de ella, obligó al traslado a su
actual emplazamiento en la calle de Terreros, hoy de la Inmaculada Concepción,
ya con estación de autobuses de la Empresa AISA.
Con el número 19 finalizada la calle de
la Paloma. Construyó el edificio la Cámara Oficial de la Cámara Urbana, con
fachada a dos calles, desapareciendo la entrada de la Calatrava. Fue su
principal promotor don Fausto Fuertes, muchos años presidente de la citada
entidad corporativa. Además de las oficinas de la Cámara, estuvieron también
las de la Delegación Provincial de Trabajo, en el segundo piso, y el Servicio
Provincial de Estadística y la Magistratura de Trabajo en la planta baja. En el
viejo inmueble, con entrada por Calatrava, estuvieron instaladas mucho tiempo
las oficinas del Catastro de Rústica y con anterioridad fue domicilio y bufete
bien acreditado del ilustre abogado don José Cendrero. La casa, durante la
guerra del 36, fue pasto de las llamas en un incendio casual y así, medio en
ruinas, permaneció hasta que la Cámara Urbana adquirió el solar, alineando
ambas calles.
Cecilio
López Pastor. Pequeña historia local: Ciudad Real, Medio siglo de su comercio.
Ciudad Real 1986
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