Edificio
del obispado levantado a finales del siglo XIX obra del arquitecto Vicente
Hernández y Zanón
Al crearse el Obispado-Priorato de la
Órdenes Militares en la provincia de Ciudad Real en 1875, con sede en Ciudad
Real capital, surge la necesidad de realizar un palacio episcopal, para la
residencia del Obispo-Prior. El primer Obispo- Prior de nuestra diócesis, tuvo
que residir en el edificio de la Vicaria, pasando posteriormente a una vivienda
en la calle de la Azucena.
Salón
del trono del palacio según la reforma del Obispo-Mártir, D. Narciso Estenaga
Tras diferentes gestiones con el
Ministerio de Gracia y Justicia, el estado cede en la calle Caballeros la
llamada casa de las Oficinas, que ante el mal estado en que se encontraba, es
derruida totalmente, encargándose al
arquitecto provincial y diocesano D. Vicente Hernández y Zanón, la realización
de los planos del nuevo edificio. Tras ser aprobados con ligeras
modificaciones, prometió tener en cuenta el tiempo de ejecución de la obra, por
la Academia de Bellas Artes de San Fernando, la cual fue verificada en subasta
el 21 de mayo de 1883, siendo adjudicada al mejor postor don José Joaquín
García y Maján en 251.100 pesetas, y siendo ocupado el nuevo Palacio episcopal
por el Prelado, D. José María Rances y Villanueva, el 12 de septiembre de 1887.
Ventana
con arcos de medio punto acompañados de pilastras jónicas con remates barrocos
El edificio del Palacio Episcopal, es
una construcción de dos plantas, con dos patios laterales con retablos cerámicos
de “Ramos Rejano” de Sevilla de los años
veinte del pasado siglo, que se articulan en torno a la escalera central, en su
eje axial que establece el nexo de unión entre ambos espacios.
Escalera
de acceso a la planta superior
Su fachada es de ladrillo visto, con
ventanas en la planta baja con arcos de medio punto acompañados de pilastras jónicas
con remates barrocos. Los balcones de la primera planta son rectangulares con
la misma decoración. Su gran superficie de ladrillo en tono, terroso-salmón, se
ve alterada por la piedra caliza, en los zócalos de las plantas, con bandas
horizontales, y en las molduras de recercado en todos sus huecos, con elementos
decorativos vegetales y escudos de las órdenes militares en los frontones
superiores. Este conjunto exterior destaca por la simetría de sus vanos, y la puerta de entrada labrada con los escudos
de las cuatro órdenes militares.
Retablo
cerámico de 1926 de la Virgen con el niño en la escalera de acceso a la planta
superior
En su interior la planta baja está
destinada a museo y archivo diocesano. La escalera de acceso a su planta superior
se bifurca en dos tramos, estando decorada con lujosos mármoles, columnas jónicas,
retablo cerámico de la Virgen con niño del pintor ceramista Manuel
Vigil-Escalera y Díaz, siendo la fabrica
encargada de hacerlo la de “Ramos Rejano” de Sevilla en 1926. En la primera
planta hay vidrieras con el escudo del
que fuera Obispo-Prior y actual beato, D. Narciso de Estenaga y Echevarría, que
en sus años de pontificado en nuestra ciudad ennobleció el palacio.
Acceso
a la planta superior del edificio
El edificio sufrió grandes desperfectos
durante la Guerra Civil Española (1936-1939), y ante el estado ruinoso que
presentaba parte del inmueble, fue demolido, excepto la fachada en 1981, reconstruyéndose
su interior, respetándose toda la estructura original y todos los elementos
decorativos de valor y volviéndose a inaugurar el 15 de noviembre de 1984, destinándose
la planta superior a oficinas y no a residencia del obispo.
Vidriera
con el escudo del Obispo-Prior mártir, en la escalera de acceso a la planta
superior
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