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lunes, 10 de septiembre de 2018

EL PALACIO EPISCOPAL


Edificio del obispado levantado a finales del siglo XIX obra del arquitecto Vicente Hernández y Zanón

Al crearse el Obispado-Priorato de la Órdenes Militares en la provincia de Ciudad Real en 1875, con sede en Ciudad Real capital, surge la necesidad de realizar un palacio episcopal, para la residencia del Obispo-Prior. El primer Obispo- Prior de nuestra diócesis, tuvo que residir en el edificio de la Vicaria, pasando posteriormente a una vivienda en la calle de la Azucena.

 
Salón del trono del palacio según la reforma del Obispo-Mártir, D. Narciso Estenaga  

Tras diferentes gestiones con el Ministerio de Gracia y Justicia, el estado cede en la calle Caballeros la llamada casa de las Oficinas, que ante el mal estado en que se encontraba, es derruida totalmente, encargándose al arquitecto provincial y diocesano D. Vicente Hernández y Zanón, la realización de los planos del nuevo edificio. Tras ser aprobados con ligeras modificaciones, prometió tener en cuenta el tiempo de ejecución de la obra, por la Academia de Bellas Artes de San Fernando, la cual fue verificada en subasta el 21 de mayo de 1883, siendo adjudicada al mejor postor don José Joaquín García y Maján en 251.100 pesetas, y siendo ocupado el nuevo Palacio episcopal por el Prelado, D. José María Rances y Villanueva,  el 12 de septiembre de 1887.

Ventana con arcos de medio punto acompañados de pilastras jónicas con remates barrocos

El edificio del Palacio Episcopal, es una construcción de dos plantas, con dos patios laterales con retablos cerámicos de “Ramos Rejano” de Sevilla  de los años veinte del pasado siglo, que se articulan en torno a la escalera central, en su eje axial que establece el nexo de unión entre ambos espacios.

Escalera de acceso a la planta superior 

Su fachada es de ladrillo visto, con ventanas en la planta baja con arcos de medio punto acompañados de pilastras jónicas con remates barrocos. Los balcones de la primera planta son rectangulares con la misma decoración. Su gran superficie de ladrillo en tono, terroso-salmón, se ve alterada por la piedra caliza, en los zócalos de las plantas, con bandas horizontales, y en las molduras de recercado en todos sus huecos, con elementos decorativos vegetales y escudos de las órdenes militares en los frontones superiores. Este conjunto exterior destaca por la simetría de sus vanos, y  la puerta de entrada labrada con los escudos de las cuatro órdenes militares.

Retablo cerámico de 1926 de la Virgen con el niño en la escalera de acceso a la planta superior

En su interior la planta baja está destinada a museo y archivo diocesano. La escalera de acceso a su planta superior se bifurca en dos tramos, estando decorada con lujosos mármoles, columnas jónicas, retablo cerámico de la Virgen con niño del pintor ceramista Manuel Vigil-Escalera y Díaz, siendo  la fabrica encargada de hacerlo la de “Ramos Rejano” de Sevilla en 1926. En la primera planta hay vidrieras con el escudo del que fuera Obispo-Prior y actual beato, D. Narciso de Estenaga y Echevarría, que en sus años de pontificado en nuestra ciudad ennobleció el palacio.

Acceso a la planta superior del edificio

El edificio sufrió grandes desperfectos durante la Guerra Civil Española (1936-1939), y ante el estado ruinoso que presentaba parte del inmueble, fue demolido, excepto la fachada en 1981, reconstruyéndose su interior, respetándose toda la estructura original y todos los elementos decorativos de valor y volviéndose a inaugurar el 15 de noviembre de 1984, destinándose la planta superior a oficinas y no a residencia del obispo.

Vidriera con el escudo del Obispo-Prior mártir, en la escalera de acceso a la planta superior

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