Reja
en el hall de entrada al palacio episcopal obra de Julio Pascual
Con la llegada del séptimo Obispo-Prior
en 1923, el beato D. Narciso Estenaga Echeverría, el palacio episcopal es enriquecido con obras de forja, vidrio y cerámica que aún se conservan. Uno
de los artistas que trabajaría para el palacio episcopal, sería el toledano
Julio Pascual Martínez (nacido en Toledo en 1879, y fallecido en esta
misma ciudad castellana el 6 de diciembre de 1967) fue un artista en el trabajo
del hierro y en la especialidad del esmalte. Se le considera como el último de
los grandes rejeros toledanos en la técnica de la forja, sin emplear medios
modernos, continuador de los rejeros renacentistas Villalpando y Céspedes.
Decoración
de la parte superior de la reja del hall de entrada al palacio episcopal
Julio Pascual estudió en horario
nocturno en la Escuela de Artes y Oficios de Toledo, donde tras el periodo de
aprendizaje fue profesor de término de la mencionada escuela. A lo largo de su
vida recibió premios y galardones tanto en exposiciones como en la propia
Escuela y en la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas, donde tuvo
el honor de ser académico durante 48 años (22 como presidente).
Escudo
de armas del Obispo-Prior mártir del Beato
D. Narciso Estenaga Echeverría, en la reja de entrada al palacio episcopal
Su trabajo fue amplio y la mayoría de
sus obras están repartidas por varios países de los que recibía múltiples
encargos (Bélgica, Alemania, Estados Unidos, Hispanoamérica, España), y de muy
variados temas: rejas, candelabros, farolas, braseros, etc. Cuando recibía un
encargo primero realizaba un dibujo a lápiz o a pluma y cuando veía que el
resultado de estos dibujos le satisfacía trasladaba al taller los cartones para
transformarlos con el martillo y el yunque en verdaderas obras maestras. Al
terminar el trabajo de forja se deshacía de dichos cartones pues no repetía
nunca los modelos. Para cada encargo hacía dibujos nuevos, de manera que la
producción no fue nunca industrializada por lo que sus ganancias eran mínimas y
daban sólo para vivir modestamente. Además del taller al fondo de su jardín,
tenía otro en San Juan de la Penitencia en el que trabajaba también con el
martillo y el yunque más el cincel con que repujaba la plata y otros metales.
Escudo
de Ciudad Real en la reja de entrada al palacio episcopal
Además de los trabajos de creación
propia desarrolló otros más ingratos y aparentemente menos importantes,
trabajos de restauración de obras de arte que se habrían perdido para siempre
de no ser por su paciencia y profesionalidad para recuperarlas. Se requería
para ello unas condiciones especiales de dominio del arte de los metales y esas
condiciones estaban en la persona de Julio Pascual. De esta manera se pudieron
recuperar obras importantes catalogadas y descritas como de sumo valor, a la
sazón dadas por perdidas por el gran deterioro de que eran objeto.
León pasante a un lado de la reja de entrada al palacio episcopal con las iniciales
del Ave María
Desarmó la custodia de Arfe de la
catedral obligado por el Gobierno de la Segunda República con el fin de meterla
en cajas durante la incautación del Tesoro Catedralicio en septiembre de 1936,
volviéndola a armar en 1939 por petición del Cardenal Isidro Gomá. Este trabajo
era casi imposible de realizar en aquella época en que no se contaba con los
métodos y técnicas modernos al servicio de la restauración. Para hacerlo era
preciso ser un buen orfebre.
El
otro León de la puerta tiene entre sus garras un blasón con las iniciales JHS
Entre las obras propias, se encuentran
entre otras la reja en estilo gótico que separa el coro del resto de la
estancia de la capilla mozárabe de la catedral de Toledo, los monumentales
faroles del Ministerio de Educación y Ciencia en Madrid, gran cantidad de
sagrarios (como el del Hospital de Tavera, la Maternidad) o báculo del obispo
Miranda con aplicaciones de esmaltes y con repujados.
Farol
de forja de Julio Pascual en la puerta de acceso de la parte superior del
palacio
Como dije al principio la obra de Julio
Pascual llegó a Ciudad Real de la mano de D. Narciso, de quien era amigo
personal, realizando la decoración en forja del palacio episcopal. La primera
obra de Julio Pascual que podemos ver en el mencionado palacio, es la reja que se encuentra en el hall de entrada, franqueada por dos leones pasantes entre
cuyas garras portan dos blasones, uno con las iniciales del JHS (Jesucristo
Hombre Salvador) y otro con el anagrama del Ave María.
Lámpara
que actualmente se encuentra en la capilla penitencial de la Catedral, obra de
Julio Pascual
La reja ocupa una puerta de arco de
medio punto y está dividida en dos partes, la inferior que es la puerta de acceso
propiamente dicha, y la parte superior, que ocupa el arco de medio punto y que está
decorado con escudos heráldicos policromados. En la parte central se encuentra el
escudo de armas del Obispo-Prior mártir, D. Narciso Estenaga Echeverría, y
debajo de este el escudo de Ciudad Real y ambos lados los escudos de las ordenes militares españolas.
Apliques
en la capilla penitencial de la catedral, obra de Julio Pascual y que
originariamente se encontraban en el palacio episcopal
A parte de la reja de entrada al palacio,
Julio Pascual también realizó los faroles de forja que podemos ver en la
escalera y en los patios, y la lámpara y apliques que actualmente se encuentran
en la capilla penitencial de la Catedral, y que originariamente formaban parte
de la decoración del palacio episcopal, y que fueron donadas por el
Obispo-Prior D. Emeterio Echeverria a la Hermandad del Cristo de la Piedad.
Los
apliques de la capilla penitencial llevan policromados los escudos de las
Ordenes Militares
No hay comentarios:
Publicar un comentario