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miércoles, 7 de junio de 2023

A S.M. EL REY Y AUGUSTO GRAN MAESTRE DE LAS CUATRO ÓRDENES MILITARES

 

 
El Rey Alfonso XIII en la puerta de la Catedral de Ciudad Real en 1905 vestido con el habito de Gran Maestre de las Órdenes Militares 


SEÑOR:

El Cabildo de la Santa Iglesia Prioral, que, por su misma Constitución, considera uno de sus sagrados deberes el conservar en toda su pureza, cálidas y vibrantes, a la sombra del Santuario las tradiciones católico caballerescas de sus mayores y aspira, para hacer honor a su título, a representar y perpetuar juntamente con el espíritu religioso el acendrado patriotismo de las Ordenes, cuyas heroicas hazañas y leales servicios en defensa de la Fe y de la integridad del territorio se evocan encomiásticamente en la institución del Priorato, había de ver con la más dolorosa sorpresa y vehemente indignación la campaña infame que en las páginas desdichadas de un folleto tristemente célebre ha desencadenado contra España y contra su Rey un mal patriota, un hijo ingrato y desnaturalizado al que pudiera aplicársele la frase dirigida por la madre de Nerón al fatal sicario cuando se acercaba, para darle muerte por mandato del Emperador:”feri in ventre”, no me hieras alevosamente, hunde tu daga, la daga de la difamación y de la calumnia aquí en este mismo seno donde palpitó su vida.

No hay español que de tal se precie que no haya sentido profundamente la villanía y el agravio, y en millones de pechos ha estallado espontánea, viril y clamorosa la protesta contra el español indigno que con la misma tinta que vertiera en las cuartillas de su libelo emborronó el nombre sagrado de su Patria y con indecible saña y malquerencia difamó innoblemente al Monarca caballeroso y bueno, magnánimo y bizarro, elemento y humanitario, que merced a su caritativo apostolado durante la guerra mundial, su gesto sublime de creyente en el Cerro de los Ángeles, marcial apostura y santa gallardía de Cruzado en presencia del Pontífice, no solo conquistó mayor popularidad entre los suyos, sino también el respeto y admiración de los extraños, levantando ostensiblemente nuestro prestigio por mucho tiempo abatido, en el estrado de las Cancillerías y ante el conclave de las Naciones.

 



Pero si todos los buenos patriotas han protestado airadamente con el doble ultraje a la Monarquía y a la Nación, motivo especialísimo para dar a su protesta el tono más solemne expresivo y enérgico de cuantas ha provocado el lamentable suceso existente, sin duda a este Cabildo, que se honra y gloria cual ninguno con el singular Patronato que en función de Gran Maestro, en esta iglesia y en todo el Coto de las Ordenes tan sabia y benignamente Vuestra Real Majestad ejerce; y no puede menos de ufanarse cuando contempla orlado Vuestro Real Pecho, reducto de valor y de hidalguía, con la Venera de las Cuatro Cruces que, distribuidas ordenadamente , forman el distintivo de nuestros Hábitos Corales.

Sin embargo, como no cuadra a nuestra evangélica misión ni es grato a la Realeza de Vuestro Animo, tan inclinado a la piedad y al perdón dureza en los conceptos y estridencia en la frase; ni es propio de hidalgos corazones devolver ofensa por ofensa, esta Corporación cree reflejar fielmente el limpio linaje de los más nobles y cristianos sentimientos si a guisa de represalia y desquite por el incalificable desacato, ofrece al Todopoderoso en reparación de la Patria baldonada una plegaria humilde y fervorosa y, en desagravio al Soberano que tan admirable sabe encarnar el alma hispana, hace llegar referentemente a los pies del Trono, en el día fausto y augural del Onomástico, el homenaje sincero y obsequioso de respeto profundo, rendido acatamiento, adhesión entusiasta y fidelidad inquebrantable a su Augusto Gran Maestro y Real persona de Vuestra Majestad.

Ciudad Real 16 de Enero de 1925

 

SEÑOR:

A los RR.PP. de V.M.

En nombre del Cabildo de las Ordenes Militares.

El Deán

Ramón Pérez de Vargas y de Quero,

Caballero Profeso de la Orden de Calatrava

Publicado en  el diario “Vida Manchega” 19/1/1925 Núm.1287



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