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jueves, 10 de agosto de 2023

LA VIRGEN DEL PRADO EN VENERACIÓN TRAS SU BAJADA DEL CAMARÍN

 



Ayer vísperas de San Lorenzo, y según marca la tradición, la imagen de Nuestra Señora del Prado, Patrona de Ciudad Real, fue bajada desde su camarín al altar mayor. A lo largo de los siglos, la imagen de la Virgen no solo bajada de su camarín en las vísperas de San Lorenzo, sino que bajada con motivo de rogativas, acciones de gracia y para festejar cualquier acto importante que ocurría en nuestro país, siendo colocada a la veneración de los fieles, ya que no siempre era después procesionada, sino solo venerada por los hijos de Ciudad Real.




Recobrando esta vieja costumbre ciudarrealeña de veneración, interrumpida a partir de gran parte del siglo XX, la Ilustre Hermandad propuso al Cabildo Catedral la veneración de la imagen de la Virgen durante los días 9, 10, 11 y 12 de agosto, siendo subida a su paso de salida el sábado día 12, tras el cierre de la Catedral, después de los cultos en honor de la Virgen de ese día.




Aceptada esta propuesta por el Cabildo catedralicio, la imagen de la Virgen es presentada al pueblo de Ciudad Real, en un altar efímero junto al altar mayor. El horario de visita de la Virgen durante estos días es de 8:30 a 13:00 y de 19:00 a 24 horas.

 



La Hermandad de la Virgen del Prado agradece a las hermandades del Prendimiento, Cristo de Medinaceli, Flagelación, Nazareno y Cristo del Espíritu Santo de Malagón, su disponibilidad para prestar los enseres que les han sido solicitados para montar el altar efímero de la Virgen del Prado; y lamenta que la Hermandad de la Santa Cena y de Nuestra Señora de los Dolores “Ave María”, no hayan prestado para dicho altar, los enseres que les fueron solicitados en su día.

 



También agradece a la concejala de Festejos, Dª. Fátima de la Flor, su colaboración con la Hermandad en todo lo solicitado hasta ahora, y que fuera un centro de flores ofrecido por nuestro Ayuntamiento, el primero que se depositó a los pies de nuestra querida Patrona.

 



Durante los cuatro días que permanecerá la imagen de la Virgen en veneración, vestirá el manto que en 1968 regaló doña Elisa Cendrero, con motivo de la Coronación Pontificia de la imagen, el año anterior en 1967. También la imagen de la Virgen y del Niño Jesús, lucen la corona de su coronación pontificia, celebrada el 28 de mayo de 1967, obra del orfebre José Puigdollers, autor también del rostrillo de la Virgen. Esta lleva prendido en su manto la medalla de oro de la ciudad, realizada mediante suscripción popular e impuesta en 1943; y una medalla de oro donada por el Obispo-Prior, D. Juan Hervás y Benet, que le fue entregada en el Concilio Vaticano II con motivo de la proclamación de la Virgen María como Madre de la Iglesia. La Hermandad le costeó un artístico marco de plata cincelada, siendo ofrecida a la Virgen el 15 de agosto de 1965 por el señor obispo en la Plaza Mayor.




La imagen del Niño Jesús lleva prendida al cuello la medalla de oro de la Provincia de Ciudad Real, que perteneció al Obispo Hervás y que regaló a la Virgen tras su muerte en 1982. La bola del mundo que porta el niño en la mano, fue realizada por el mismo platero que las coronas en 1969, en plata sobredorada y adornada con amatistas regalada por el hermano de la Virgen del Prado Ricardo Rivera.




Los zapatitos del Niño Jesús son del siglo XVIII y fueron labrados por el platero de Ciudad Real Juan Rivera, que dejó grabados en ellos el lugar y fecha de realización junto con su nombre y apellido en las siguientes inscripciones: “Cd. EI. Año de 1730” y “Juan Rivera”, son de plata. En las suelas van cinceladas las armas de las casas Muñoz-Bera, porque el donante fue Álvaro Muñoz de Torres Gutiérrez de Montalvo y Muñoz, Caballero de la Orden Militar de Calatrava. Con motivo de la coronación pontificia, fueron dorados y enriquecidos por el joyero Puigdollers a expensas de Ricardo Rivera Muela, de cuyo nombre y apellido dejó constancia en los tacones de los mismos con la fecha 28-V-1967.




A los pies de la Virgen se encuentra una media luna en plata sobredorada, regalada en 1967 por el platero local Benjamín L. Fernández Malagón, quien también regalaría en 1954 las ráfagas de plata que luce la imagen.

 



Por último, comentar que en la en la parte trasera, la Virgen lleva en su manto un águila bicéfala labrada por el platero Puigdollers en 1967. Esta águila es una reconstrucción de la desaparecida en 1936. Donada por la familia Alonso Rodríguez, es de plata sobredorada en oro fino con las cruces de las órdenes militares españolas en esmalte tipo “Limoges”, con corona sobredorada en oro fino, incorporando en los ojos de las águilas chatones de oro con esmeralda fina.










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