Nuestra Señora de los Dolores “Ave
María” obra de Castillo Lastrucci de 1940, en su paso de salida en los años
cincuenta del pasado siglo
La escueta noticia de agencia, leída en
los periódicos del pasado jueves, decía lo siguiente:
“Sevilla.- A la edad de 85 años ha
fallecido en esta ciudad el popular imaginero sevillano don Antonio Castillo
Lastrucci, autor de numerosas imágenes que desfilan, procesionalmente, en la
Semana Santa de Sevilla.
El sepelio, celebrado esta mañana
en el cementerio de San Fernando, de esta ciudad, constituyó una sentida
manifestación de duelo.
Sobre el féretro del que fuera
cotizado escultor, del gobernador civil y jefe provincial del Movimiento de
Sevilla, señor Utrera Molina, colocó la medalla del Mérito al Trabajo que
recientemente le fue concedida.”
Hace bastantes años que tuvimos ocasión de
conocer a Castillo Lastrucci. Un grupo de hombres de Ciudad Real, en su deseo
de devolver a su Semana Santa el esplendor de que gozara allá por el
veintitantos, y tras el doloroso e iconoclasta periodo de la guerra civil,
había echado sus hombros la tarea, pesada y compleja, de reorganizar
Hermandades y aun crear nuevas Cofradías, dotando a cada una de ellas de su
“paso” titular. Uno de los artistas en quien se pensó para devolver a la
capital manchega las imágenes que sustituyeran a las desaparecidas, fue el
sevillano Castillo Lastrucci, que gozaba ya de justa fama en el mundo del arte
y especialmente como escultor de figuras religiosas con una garantía de
numerosas obras, extendidas en especial por toda Andalucía.
Santísimo Cristo de la Piedad tallado
por Castillo Lastrucci en 1947
Era párroco de San Pedro, por aquel
entonces, un hombre apasionado por el arte en sus más varias manifestaciones:
don Emiliano Morales. Y gracias a él llegaron hasta Ciudad Real escultores como
Castillo Lastrucci y Antonio Illanes, que dejaron muestras de su valer en
nuestros templos, con imágenes que hoy son justamente elogiadas por quienes las
contemplan.
Castillo Lastrucci, no obstante sus años,
quiso venir a Ciudad Real y ver aquí parte de su obra, que se extendió incluso
a algunos tronos, como llaman en Sevilla las andas o carrozas. Que nosotros
recordemos se deben a su gubia general el Santísimo Cristo de la Piedad y su
magnífico trono, Nuestra Señora de los Dolores de la Catedral el niño de la
palangana y dos figuras –el escriba y el trono del “Ecce Homo” verdadera
filigrana de encaje en madera. También en la provincia fue dejando el
extraordinario imaginero sevillano muestras diversas de su categoría artística,
unánimemente reconocida.
Misterio del Ecce-Homo (Pilatos)
donde Castillo Lastrucci tallo el paso, el escriba y el niño con la palangana
en 1949
Cuando tuvimos ocasión de tratarle, no
obstante su edad, se echaba de ver su ilusión juvenil, su alma de artista
enamorado de las obras que iba creando, dentro de la más pura ortodoxia
religiosa. Era hombre poco apegado a lo material. Aun reconociendo que
precisaba de compensación económica, nunca anteponía lo crematístico a lo
artístico. Así nos lo dijo a un grupo de hermanos mayores cuando el viaje a
Ciudad Real a que antes nos hemos referido y personalmente al que esto escribe
cuando le visité en su lugar de trabajo en su amada Sevilla, en el estudio de
escultor instalado en una recoleta calle de la capital andaluza.
Castillo Lastrucci ha trabajado hasta su
muerte. Su inquietud de artista no le permitía gozar del descanso bien ganado
por todo hombre que ha culminado una vida entera en su profesión. Y hasta que
las manos se lo han permitido ha seguido dando frutos de su genio creador, que
estamos seguros de que ahora, en el momento de su muerte, será ensalzado como
corresponde a un artista de su talla.
La imaginería religiosa ha perdido, con la
desaparición del famoso escultor, uno de sus más fieles y tradicionales
intérpretes. Quienes tuvimos la dicha de conocerle hemos de dedicarle, con tan
triste motivo, el recuerdo de una amistad sincera y la oración por el artista
de honda fe católica, que supo plasmar en centenares de obras de vasta
producción, el respeto por la tradición del más sublime drama de que tiene
noticia la humanidad: Cristo y la Redención.
Cecilio López Pastor. Diario Lanza
de 2 de Diciembre de 1967.
Antonio Castillo Lastrucci (Sevilla,
27 de febrero de 1882 - 29 de noviembre de 1967)