El
retablo cerámico se ha realizado como colofón a los actos del setenta y cinco aniversario que ha venido
celebrando la Hermandad a lo largo de todo el año
Ciudad Real despide en sus calles el año
2017, con un nuevo retablo cerámico de la Hermandad del Silencio, con motivo
del setenta y cinco aniversario de su fundación. El retablo ha sido instalado
en la casa propiedad de la familia
Notario, enfrente del camarín de la Virgen del Prado, vinculada a esta
Hermandad que procesiona la madrugada del Jueves Santo desde la Parroquia de
San Pedro.
Antes
de la bendición del retablo, la Hermana Mayor, Dª, Pilar Ruiz García, se dirigió
a todos los presentes para agradecer su asistencia y en especial a todos los
que han trabajado en el setenta y cinco aniversario de la Hermandad
El retablo cerámico es obra de “Artesanía Talaverana” y en él se representa el calvario con los dos titulares de la Hermandad del Silencio, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora del Mayor Dolor. A los pies del crucificado se encuentra una calavera, en referencia al Monte Gólgota, las tradicionales calas en memoria de los hermanos fallecidos, y unos cardos que representan la pasión de la penitencia. En el subsuelo aparece el demonio vencido por Cristo, como símbolo del perdón de los pecados.
El
sacerdote D. José Rodríguez Ballesteros fue quien bendijo el retablo
Toda esta representación se encuentra
dentro de un marco inspirado en el diseño de la ventana del Camarín de la
Virgen del Prado, con unas pilastras que contienen unas cadenas, en referencia
a las que caracterizan la Estación de Penitencia de la Hermandad del Silencio; así
como alrededor de la escena central se representa un cordón franciscano con
cinco nudos, al igual que el cíngulo con que los hermanos sujetan sus túnicas.
El
retablo ha sido realizado en Talavera de la Reina por “Artesanía Talaverana” y
el farol se adquirió a un anticuario de Barcelona
Coronando el retablo se encuentra el
escudo de la Hermandad del Silencio, inspirado en la Cruz de Jerusalén,
acompañado de dos querubines, que hacen un guiño a los dos que también rematan
la ventana del Camarín de la Patrona de Ciudad Real, así como a los lados se
reproducen dos hachones, como símbolo de la luz perpetua que ilumina las
sagradas imágenes y en el centro en números romanos el año 2017. Para iluminar
este nuevo retablo cerámico, se ha instalado un farol de estilo granadino,
típico de los emplomados del siglo XIX, y ha sido adquirido en un anticuario de
Barcelona.
El
retablo se encuentra ubicado en la casa de la familia Notario, enfrente del
camarín de la Virgen del Prado
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