DESCRIPCIÓN ICONOGRÁFICA
Desde comienzos del siglo XV surge un
amplio enriquecimiento y renovación en las celebraciones litúrgicas. En las
catedrales, las colegiatas, abadías y en los monasterios, van dotándose de
libros litúrgicos iluminados con bellísimas miniaturas en la mayor parte de los
casos, escenas o relatos bíblicos.
Los libros corales de facistol o
cantorales son volúmenes de gran formato;
escritos a mano. Fueron hechos para cantar, solemnemente, bellamente, a
Dios en su servicio, contienen diversas partes de la misa y del oficio divino
propias de cada celebración litúrgica.
La obra de arte que se puede contemplar
en la Sala I del Museo Diocesano, es una auténtica joya, del siglo XVI, de
autor desconocido, pertenece al Excmo. Cabildo Catedral, proveniente de Uclés.
Se trata de las preciosas miniaturas y
orlas de riquísima ornamentación que contiene un libro coral que lleva el
título “Asperges Me Domine…”: en concreto es el FOLIO Nº 43 (Vuelto), escrito
en pergamino, con pinturas miniadas (Ilustraciones), medidas: 65 x 44 cm
(cerrado), 65 x 92,5 (abierto), 61 x 42,5 cm (folio). El libro de coro hace uso
principalmente de los tonos negro y rojo. Se compone de 161 folios.
El tema elegido es “La Natividad de
Nuestro Señor Jesucristo” que se representa en el interior de la inicial Letra
Uncial “P mayúscula”. El Nacimiento de Cristo es narrado tanto en la Biblia
(Lucas 2, 1-7) como en los apócrifos (Protoevangelio Santiago, capítulos
XVII-XX, s. IV; Evangelio del Pseudo Mateo, capítulos XIII-XIV, s. VI; Libro de
la Infancia del Salvador, párrafos 62-76, s. IX); la Leyenda Dorada de Jacobo
de la Vorágine, s. XIII (capítulo VI) y los comentarios de los teólogos
(Meditaciones del Pseudo-Buenaventura, fines s. XIII; Revelaciones de Brígida
de Suecia, s. XIV), entre otros.
La composición que narra la escena del nacimiento está representada en
el interior de la gran letra “P mayúscula”; sitúa en primer plano, centrando el
foco de atención en la sagrada familia (María, José y el Niño), y al fondo un
humilde cobertizo y otras figuras segundarias como los animales, los pastores y
los ángeles cantores.
El episodio está lleno de armonía, luz y
color, en donde nada desentona.
En el centro de la composición, de tipo
circular, El Niño Jesús, recostado sobre un lecho de paja irradiando una
intensa luz, apoya sobre la verde hierba (visión de Santa Brígida (s. XIV), con
nimbo dorado y potencias. De manera destacada, la figura de la Virgen María, se muestra en posición orante, con nimbo
dorado, largos cabellos rubios y de expresión melancólica que refleja a un
mismo tiempo su naturaleza humana y el carácter sobrenatural del
acontecimiento, (…es un dolor físico, derivado del alumbramiento, o un dolor
espiritual, vinculado a la futura muerte de Cristo en la cruz, que ya se
presiente desde este instante) contemplando la divinidad de su hijo, que
resplandece con gran intensidad (Esta conografía, inspirada en las Revelaciones
de Santa Brígida (s. XIV), sería una clara afirmación del parto sin dolor).
María se viste por un largo manto azul
fuerte, de forro anaranjado, junto al recién nacido (así aparece en el texto
apócrifo del Libro de la Infancia del Salvador (s. IX)).
José en segundo plano, junta las manos
en actitud orante, adormilado o pensativo, lo que reflejaría las dudas de éste
respecto a María (véase Mateo 1, 18-25).
Detalles sentimentales como el buey y la
mula al fondo del portal, con techo de paja y un pequeño pórtico donde se
cobijan y comen plácidamente (Es un elemento de raíz apócrifa).
En el extremo izquierdo se representa la
aparición de un ángel a dos pastores que cuidan su pequeño rebaño. Recogerían
así la idea ya expresada por el evangelio de Lucas, según la cual los pastores
acuden al establo y glorifican al Niño.
Situados cerca del espacio en que tiene
lugar el prodigio, una corte angélica que adoran y glorifican entonando un
cántico de gloria y alabanza al Señor, arrodillados (vinculado a los escritos
de Santa Brígida), también nimbados y vestidos con túnicas de vivos colores.
Destacar por último que la Cenefa
Exterior está rodeada por un enmarque dorado adornada por ataurique vegetal y
ramas con flores de botón central dorado, de bellísimo colorido, formando
estructuras cruciformes, onduladas y circulares. Entre la vegetación algunas
aves (pavo real, faisanes), también aparecen dos personajes: uno totalmente
desnudo, y otro, situado en la base del folio, se cubre con un largo gorro y
con un cinturón hecho a base de bolas, parece tensar un arco. Por último, en el
margen inferior derecho figura un dragón recostado.
Mensaje:
…El
Salvador del mundo viene a compartir nuestra naturaleza humana, no estamos ya
solos ni abandonados. La Virgen nos ofrece a su Hijo como principio de vida
nueva. La luz verdadera viene a iluminar nuestra existencia, recluida con
frecuencia bajo la sombra del pecado.
Homilía del Santo Padre Francisco
Texto: Ana María Fernández Rivero
No hay comentarios:
Publicar un comentario