Ya en la acera de los impares, el número
1 ha tenido mucha variación de comercios e industrias. Entre otros la taberna
de Evaristo, trasladada después a la Plaza con "La Criolla"; la
taberna del "Chato" y del "Chano", los dos oriundos del
anejo de las Casas. Igualmente el primer establecimiento que instalaron en
Ciudad Real los hermanos De los Reyes, hace más de cincuenta años, dedicado a
tejidos y mercería, con un mostrador de mucho fondo. Estuvo también en el mismo
edificio la churrería de Dolores, la taberna de Astilleros que por 10 céntimos
daba un bocadillo de sardina; la pescadería de Polo, al frente de la cual se
hallaba su mujer, Ramona, muy simpática en el trato con los clientes y que
tenia pescados de muy buena calidad; el bar Usero, donde se comía en plan de
restaurante económico, pero muy bien condimentado. Estaban también allí una
tienda de confecciones de niños de Teresa Pastor, recientemente reformada, la
relojería de Ángel y la joyería Gesemar, ambas trasladadas a los portales de la
Plaza. Posteriormente se establecieron en los bajos de esta casa, la relojería
"El Portal", de Angel Garrido, la tienda de T.V. y electrodomésticos
de Esteban de Gracia y una oficina de viajes. Consignemos que al traspasar
Mendoza a Corral, Buitrago y Vega la imprenta de la calle Calatrava número 10,
en la segunda década del siglo se llevó al principal de Cruz, 1 la Redacción
del periódico "La Tribuna".
En el número 3, donde en la actualidad
existe un establecimiento de electrodomésticos, antes delegación de
"Cibutano", estuvieron en épocas anteriores la relojería de don
Antonio Tomás, una taberna-bar también restaurante económico, la taberna-bar de
Esteban y la segunda "fase" de la farmacia de Poblador, así como
zapatería y artículos de regalo de don José Pérez Ayala.
Ya en el número 5 y por los últimos años
del siglo pasado y primeros del actual estuvo abierto el establecimiento de
pañería y tejidos de don Francisco Serra, al frente del cual envió a don Ramón
Goberna Marí, los dos procedentes de la villa albaceteña de la Roda. Después el
señor Goberna se iraslado a la calle de Calatrava número 6. Más tarde, quizá al
producirse el traslado anterior, se estableció en este local la farmacia de
Obón, la que sucedió don Gregorio Poblador. También en parte de los bajos
estuvo la droguería y artículos de fotogragia -ya sonaba la Kodac- de la
familia Castro, que tenía un pequeño aparato con vistas fijas de distintos
paisajes, que era la ilusión de los niños. En el principal de la casa tenía su
vivienda y bufete de abogado don Cirilo del Río, que fuera ministro, en tiempos
de la República, en dos ocasiones. Posteriormente, don José Cruz Oliver
Paniagua, llegado a Ciudad Real desde la villa toledana de Villafranca de los
Caballeros, construyó el actual inmueble, trasladado a los bajos el
establecimiento de Almacenes "El Barato" de la calle de Toledo.
Dividido el local, en uno de los dos resultados se ha instalado una moderna tienda
de tejidos.
Pasando a la casa siguiente, el 7, fue
durante muchos años la posada de la Cruz, por el nombre de la calle, que tenía
una gran entrada más angosta y ensanchada luego en un gran patio. En la
actualidad y tras eficiente reforma, se han instalado hace bastantes años los
Almacenes Magón, del ramo de tejidos al por mayor.
La vivienda del inmueble siguiente fue
propiedad y domicilio de don Maximiliano de Regil Alonso, catedrático muchos
años de Geografía e Historia en el Instituto de Ciudad Real y por cierto, según
un documentado estudio publicado en el diario "Lanza" el 14 de agosto
de 1969 por el también catedrático don Carlos López Bustos, fue dicho señor de
Regil, el que, como secretario del Instituto, hizo la inscripción de matrícula
del alumno Gabriel Miró el día 30 de septiembre de 1893. En el domicilio no tenía
nada más que su vivienda y un pequeño museo con piezas históricas y
arqueológicas.
En los bajos comerciales de la casa el
primero que se estableció fue el guarnicionero Adelaido Menor, al que le tedio
dos habitaciones en alquiler por el precio de cinco reales cada una, al mes.
También estuvieron más tarde, en dicho inmueble la "Fonda Francesa",
de Tomás Carrión, durante bastantes años, ocupando todo el piso alto; la alpargatería,
estería y cordelería de Garrido y el bar Maside, que después lo trasladara al
"Chato", muy popular en el gremio. Más tarde se establecieron
Fernando Carrero, con despacho de pan y bollería, el taller de la sastrería
Caparrós, situada enfrente como ya hemos dicho, la peluquería de Manuel Ramírez
y la Casa Lover, de electrodomésticos y cristalería, de Lorenzo Vera.
En el final de la calle, casi esquina,
estaba en los años 20 la barbería de "Tobalico", con su hermano de
ayudante, "Tobalico" alternaba la navaja, brocha y maquinilla de
pelar - aún no se había inventado el corte a navaja-, con unas magnificas
tenazas, con las que sacaba alguna muela que otra a los más desamparados del
dolor, y por toda anestesia utilizaba el "aguantoformo". Posteriormente
se instaló en ese local el moderno establecimiento "Discofer",
propiedad de Vicente Fernández, quien recientemente adquiriera estos dos
últimos inmuebles de la Cruz con vuelta a Paloma, para levantar un nuevo
edificio, en cuyos bajos se han instalado, además de "Discofer", que
ha ampliado notablemente sus secciones musicales, una surtida florería
"Santa Elena", establecimiento de moda infantil "Los
Pitufos" y una relojería.
Como complemento final en el número 4
estuvo la farmacia del licenciado don Félix Rios, hasta su traslado a la calle
Dorada, 2, hoy Ruiz Morote. En el número 9 estuvo la fontanería de Trujillo,
que posteriormente se trasladara a la calle Alfonso X el Sabio, más conocida
por Ciruela, que es como ahora se llama realmente. Y también en el número 8 estuvo
bastante tiempo la oficina de la Delegación Nacional de Ciegos, que
posteriormente se trasladó a la calle del Cardenal Monescillo.
Cecilio
López Pastor. Pequeña historia local: Ciudad Real, Medio siglo de su comercio.
Ciudad Real 1986
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