Tiempo hacía, que había llegado a nuestra noticia, que la Casa editorial Hijos de Espasa, Barcelona, en su monumental Enciclopedia Universal Ilustrada, tomo XIII, siguiendo el plan obligado de estas publicaciones nos había dado una nueva Historia de Ciudad Real, al decir de sus suscriptores como todos sus artículos, por personas competentes. Grande era nuestro empeño por concederle, lo que no pudo extrañar a nadie, notorio como es nuestro trabajo constante, que por lo añejo y sostenido constituye en nosotros verdadera obsesión. Pero los libros de esa importancia no están a nuestro alcance. Para conocerle habíamos de esperar pacientemente el hallazgo de persona culta y caritativa, que de nuestra necesidad compadecida, nos hiciera merced de tanto precio, hallándola en el ilustrado abogado y Catedrático de este Instituto Técnico D. Emilio Bernabeu.
Nuestra ambición estaba satisfecha. No tardamos de devorar aquellas nutridas páginas, las cuales, creíamos nosotros habían de contener lo que gráficamente se llama la última palabra de las Ciencias Históricas con relación a esta ciudad, a la que tantos años hace venimos dedicando nuestros mayores y más vehementes desvelos, para llegar a conocer su pasado y fijar la estela, que ella misma con sus hechos describiera al correr de los siglos. Un desengaño más, una decepción. El trabajo, que examinamos, no es Historia, es una compilación de datos y detalles geográficos, artísticos e históricos, en buenas fuentes bebidos como los trabajos eminentes del Instituto Geográfico, Ciudad Real Artística del señor Ramírez de Arellano y una concisa relación histórica por el modo y forma hechas de nuestras antiguas Crónicas, relación escueta, de hechos y noticias sazonadas también con aquellas con algunas conjeturas ridículas, que llama un enciclopedista francés, más propias y adecuadas para extraviar al lector, que para guiarle a la verdad.
No vacilaremos en confesar, que ya es beneficio y de gran cuantía el dar a los lectores en pocas páginas materiales que llenen muchos volúmenes, ni es inútil labor conservarnos trabajos ya agotados como el del Sr. Ramírez de Arellano, y presentar la historia de forma panorámica para dar así al cuadro más concisión y energía. Es condición ineludible de estas Biografías Universales; pero como trabajos científicos no le es licito abandonar los senderos descritos y fijados por la ciencia.
En el Dictionuarie Clasique de Geographie Ancienne, París, 1768, leíamos en estos días: Los geógrafos antiguos nos presentan vacíos imposibles de llenar, de aquí el uso de los comentaristas. Pero la mayoría de estos se limitan a copiarse los unos a los otros; consiguiendo solo hacer más densas las tinieblas. Este es el procedimiento puesto en uso para tejer las crónicas o historias de esta Ciudad, siendo fiel al sistema de dejarnos envueltos en la misma sino en mayor oscuridad. Su demostración será objeto del artículo siguiente.
Inocente Hervás y Buendía. El
Pueblo Manchego, martes 29 de julio de
1913

.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario