Una de las imprentas más antiguas que
existieron en Ciudad Real, se encontraba en la calle Calatrava (aunque su
número varía según los años 9,10,12), y su fundador fue Cayetano Clemente
Rubisco en 1856. María Dolores Ruiz Negrillo y María del Pilar Martínez
Barragán, en un estudio sobre la imprenta en Ciudad Real en el siglo XIX,
publicado en los cuadernos del Instituto de Estudios Manchegos dice lo
siguiente sobre esta imprenta:
“En su primera época fue imprenta, librería y almacén de papel. Contaba con diferentes tipos para impresiones de documentos comunes y de lujo. Empleaba técnicas muy novedosas para la época y contaba con máquinas de imprimir, rayar, glascar, cortar y satinar el papel. Combinaba la encuadernación de obras económicas con obras en pieles de sagrén, holandesas, búfalo, nácar y carey.
Como librería, vendía libros religiosos, científicos, de educación y enseñanza, además de dedicarse a la compraventa de libros antiguos y modernos. En ocasiones, aparece con el nombre de Tipografía de Cayetano Clemente Rubisco.
En 1877, le sucede al frente del negocio, Ramón Clemente Rubisco. Así lo encontramos en el pie e imprenta de la Memoria del Instituto de Segunda Enseñanza del año 1876.
A
lo largo de su actividad comercial encontramos testimonios de la diversidad de
nombres con los que aparece: Establecimiento Tipográfico de Ramón Clemente
Rubisco (1877-1889), Imprenta y Librería de Ramón Clemente Rubisco (1878-1900)
e Imprenta de Ramón Clemente Rubisco (1881-1898).
Aunque sigue la tradición familiar, incluye novedades como las impresiones cromotipográficas y de un solo color. Para ello, se servía de tipos españoles, franceses e ingleses. Realizaba tarjetas de visita, se encuadernaban misales, libros y protocolos de las escribanías, boletines oficiales, etc.
Como librería, ofrecía gran surtido de objetos de escritorio como: escribanías, tinteros de cristal y boj, pisapapeles, limpiaplumas, plumas, reglas, cuadradillos, lacre, carteras de escritorio, sobres, tarjetas, etc. Obras de legislación, medicina, cirugía, poesía, novela de los mejores autores, almanques…
Como almacén de papel ofrecía papeles para impresiones de todo tipo, papeles de decoración, etc.”
En el local donde estuvo la imprenta de Rubisco, se establecería después el desaparecido diario “El Pueblo Manchego”, “La Editorial Calatrava” y tras la Guerra Civil Española en 1943 el diario “Lanza”, hasta que se instaló este en la calle Libertad.
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