La modestia del Señor Santigosa se pone
de manifiesto en la portada de su fábrica. Nada de rótulos más o menos
llamativos; únicamente una placa de porcelana con su inscripción correspondiente.
La fama alcanzada por este laborioso industrial es suficiente para que, no solamente en Ciudad Real y su provincia, sino también en el resto de España, se sepa que en el núm. 55 triplicado de la calle Toledo, se halla enclavada una de las mejores fábricas españolas de brochas, cepillos y pinceles.
Es el señor Santiagosa la perseverancia hecha carne y su sútil inteligencia le permite llevar, aunadamente, todos los cargos que su industria requiere.
Esta es la impresión que nos ha causado
este hombre en la breve visita que hemos girado a su fábrica en la cual hemos
admirado, desde las maquinarias –construidas por el mismo- hasta la preparación
de un envió de los artículos allí confeccionados para una importante capital
del Norte.
Comparten con el señor Santigosa el trabajo de la fabricación de brochas, cepillos y pinceles, un numeroso equipo de personal que automáticamente se mueven bajo la mirada autoritaria, pero suave, de su patrón.
Y no quiero terminar este breve reportaje sin antes asegurar que las brochas, cepillos y pinceles fabricados por el señor Santigosa en la calle de Toledo número 55 triplicado de Ciudad Real, no tienen rival ni en calidad, ni en precios.
Revista “Regiones” Semana Santa Ciudad Real 1935
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