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jueves, 29 de abril de 2021

DIPUTACION PROVINCIAL

 



Los sabios legisladores de las famosas Cortes de Cádiz mantuvieron el principio altruista de que el régimen económico de las provincias debía confiarse á Corporaciones que estuviesen directamente interesadas en las mejoras y adelantos de todos los pueblos de su término.

Y estos Cuerpos oficiales-, formados periódicamente por libre elección, son las Diputaciones Provinciales, encargadas de la administración civil, económica y exclusiva de las provincias que cada una representa, con sujeción á determinadas leyes y con los conocimientos necesarios para lograr, con una buena organización, la mayor suma de beneficios, que les permitan desarrollarse con impulsos progresivos de cultura nacional.

Patrióticos organismos de verdadera importancia, porque les están encomendados la creación y sostenimiento de centros de instrucción y beneficencia; el fomento de los intereses morales y materiales de los pueblos; la custodia de los bienes, acciones y derechos de la ciudad, y la realización de obras públicas de indiscutible utilidad ó de embellecimiento artístico.

Por regla general, todas las Diputaciones Provinciales presentan una envidiable situación financiera, hallándose remanentes en sus arcas después de cubiertas sus múltiples obligaciones con escrupulosa puntualidad.

Buena parte de sus fondos los dedican estas cultas Corporaciones á sostener en el extranjero á varios jóvenes, hijos de la provincia, que descuellan en el cultivo de las Bellas Artes, principalmente en la pintura, los que envían á Italia, y son conocidos con el honroso título de Pensionados en Roma.

También consagran grandes sumas á la construcción de los magníficos edificios en que se encuentran instaladas, siendo la residencia oficial de los Reyes cuando acuden á visitar las capitales, porque los Ayuntamientos y los Gobiernos no suelen ser locales tan suntuosos, para servir de morada á los Soberanos.




El Palacio de la Diputación provincial de Ciudad-Real es, sin duda, uno de los mejores de España.

Digno de la alta representación que ostenta, fue inaugurado el 12 de Octubre de 1892, y es un soberbio edificio de majestuosa construcción y elegante arquitectura.

Llama la atención, en primer término, su hermoso ático, sostenido por esbeltas columnas, y su amplio vestíbulo coronado por gigantesca cúpula, con frescos alegóricos de indiscutible mérito.-

Atesora en sus elegantes salones una valiosa colección de cuadros históricos y paisajes de El Quijote, que son verdaderas maravillas del arte pictórico y que hacen honor á los pinceles de Vázquez y Andrade, dos hijos de Ciudad-Real, pensionados por la Diputación, que saben, en sus atractivos lienzos, con maestría suma, dar al ambiente luz y colorido, al par que á sus figuras expresión y vida.

En el mobiliario ha hecho la Corporación derroche de riqueza, predominando el cedro y el nogal, tallados con estilo modernista.

Todos los despachos y salas son reveladores del exquisito gusto que ha presidido en su instalación y decorado, siendo verdaderamente regio por su ornamentación el salón de sesiones, cuyo techo es un prodigio de pintura, representando las cuatro virtudes cardinales con poética inspiración.

Sobre las pulidas escocías, en ocho rectangulares lápidas azules, se destacan, grabados con letras de oro, los ilustres nombres de los preclaros hijos que dieron fama á esta provincia, donde vieron por vez primera refulgir la luz del sol en la bóveda celeste del firmamento infinito.

Fueron estos astros de gloria el Beato Juan Bautista de la Concepción, religioso, modelo de virtudes y autor de la célebre Miscelánea mística, ascética y moral; el venerable Maestro Juan de Ávila, predicador elocuente, llamado el Apóstol de Andalucía, que escribió el Epistolario espiritual y los himnos Pange lingua y Sacris solemni; el bizarro Capitán Diego de Almagro, competidor heroico de Pizarra en la conquista del Perú, que fue villanamente ahorcado en Cuzco; el ínclito Hernán Pérez del Pulgar, el de las Hazañas, cuyo valor proclaman sus luchas guerreras, y su talento, las notables cartas que dirigió al Cardenal Cisneros sobre asuntos militares; el épico poeta Bernardo de Balbuena, Abad de Jamaica y Obispo de Puerto-Rico, versificador infatigable, que compuso el vibrante poema de Bernardo del Carpió; el milagroso Santo Tomás de Villanueva, que fue Arzobispo de Valencia y la Iglesia colocó en sus altares, donde es venerado por los fieles devotos; el invicto General Don Baldomero Espartero, que de humilde cuna supo elevarse por sus dotes de valor é inteligencia y llegó á ser por su lealtad y su civismo Regente del trono de España, y el sabio Cardenal Don Agustín Monescillo, tesoro de bondades, eminente teólogo, blasón del Vaticano y Príncipe de la Cristiandad.




¡Bien puede enorgullecerse la Región que cuenta como hijos suyos una pléyade tan heterogénea y brillante de insignes varones!

Todos pasaron á la posteridad y reposan sus cenizas en venerados sepulcros; pero los queridos recuerdos de sus vidas ejemplares, perduran inextinguibles con fulgor eterno y enaltecen las hojas sublimes del libro inmortal de la Historia Patria.

Un detalle que merece consignarse es que en todas las reuniones de esta Corporación se tratan asuntos de capital interés. Testimonio fehaciente nos ofrece la importante sesión celebrada el día 14 de Febrero del corriente año, en la que presentó una notable y fundamentada moción el celoso Presitíente D. Antonio Criado y Carrión-Vega, acerca de la conveniencia de aceptar la invitación hecha por la Diputación de Madrid para asociarse las provincias castellanas y constituirse en Mancomunidad, con el fin laudable de obtener un próspero desarrollo en relación con las exigencias y adelantos de la vida moderna.

La moción fue aprobada por unanimidad, mereciendo aplausos entusiastas de la prensa y de cuantos se interesan por el progreso de La Mancha.

Fuera, pues, un acto de punible injusticia no rendir en el último párrafo un merecido homenaje de respeto á la Diputación provincial de Ciudad-Real, consignando con imparcial criterio que por su perfecta organización económica, su envidiable estado financiero, su alteza de miras altruistas, su perseverante apoyo á las instituciones benéficas y su decidida protección á todas las manifestaciones artísticas, es digna de la profunda gratitud de los pueblos que administra y de los más justos elogios, que gustoso le tributa el sincero cronista, por ser la docta Corporación la que guarda con fidelidad las tradiciones del pasado, la que mantiene con perseverancia las grandezas del presente y la que inicia bienhechora, con titánicos alientos, las glorias del porvenir.

Rafael Abellán. “Cuadros a Pluma. Notas descriptivas de Ciudad Real”. Ciudad Real 1914



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