El pasado 21 de septiembre de este año
1993, se cumplía el centenario de uno de los edificios más representativos y
señeros de Ciudad Real, el Palacio de la Excma. Diputación Provincial.
“Cien años, cien pueblos” es el lema elegido para conmemorar el centenario, además de una serie de actividades culturales, entre ellas el vigente Ciclo de Conferencias de temática variada (Autonomía Arquitectura provincial, Diputación, administración, Arte, etcétera).
Retrotrayéndonos a los inicios del Palacio Provincial, se hace necesario destacar y rescatar al diputado senador del Reino por el Partido Liberal, don José Cendrero y Díaz del Castillo (padre de doña Elisa Cendrero). Personaje vinculado a la historia local y provincial que mucho tuvo que ver para la realización del singular edificio que ahora se conmemora. De don José Cendrero ya biografiaron en su día distintos periodistas locales (Emilio Bernabeu, Antón de Villarreal, Pedro Giménez, Emilio Arjona Carrasco…). Hoy se nos ocurre recordarlo por su vinculación a la efemérides citada.
A finales del siglo XIX y según nos dejara constancia Hervás y Buendía, Antón de Villarreal, -entre otros-, la Diputación de la provincia requería un edificio propio, una sede estable. Con tal motivo en el año 1886 se adquirió un solar en la calle Caballeros a doña Magdalena Maldonado en 39.500 pesetas.
Posteriormente, posiblemente por problemas de espacio, situación, etcétera, se decide vender dicho edificio y adquirir la antigua Casa de la Vicaría en la calle Toledo (que el Obispado tenía en venta por 40.000 pesetas, según escritura de 1888). Siendo el solar pequeño y por recomendación del entonces arquitecto don Sebastián Rebollar Muñoz se acordó, en función del poco terreno disponible para sede de la Diputación, adquirir por 6.000 pesetas, un viejo granero próximo, propiedad de doña Catalina Jarava (viuda de don Luis Muñoz).
En un principio realizó el proyecto don Sebastián Rebollar con un presupuesto de 368.778, adjudicándose las obras al contratista don Joaquín Castillo en 320.000 pesetas, aunque después dicho presupuesto se elevara a 420.023, 42 pesetas al añadírsele diversos suplementos.
La primera piedra se colocó el 6 de agosto de 1889. Acto revestido de solemnidad y formalidades propias, siendo el presidente don Mariano Pinilla, continuando las obras durante la presidencia de Francisco Rivas Moreno y finalizando (teóricamente) el citado 21 de septiembre de 1893, siendo presidente don José Cendrero y Díaz del Castillo.
Con anterioridad los presidentes que
gestionaron la necesidad y ubicación del Palacio Provincial fueron: Don Pedro Fernández
Téllez (1877), don Blas Alfarán Osorio (Marqués de Torremejía 1883), don
Joaquín Alvarez (1886), don Santiago Sánchez Ramos (1887. Tio-abuelo de doña
Elisa Cendrero), don Mariono Pinilla (1888), don Francisco Rivas Moreno (1891),
don Andrés maroto Romero (1892), y don José Cendrero y Díaz del Castillo (1893,
siendo nuevamente presidente de la Diputación en 1895).
Don José Cendrero fue pues, presidente de la Diputación Provincial en dos ocasiones y el primer presidente que recibió y “estrenó” el edificio de la Diputación Provincial del que ahora se cumple los cien años.
Don José Cendrero y Díaz del Castillo fue igualmente presidente del Ilustre Colegio de Abogados de Ciudad Real y amigo personal de Gasset. Nombrado académico numerario en 1879 por la Academia Matritense de Jurisprudencia y Legislación, falleció en Ciudad Real en junio de 1918.
Respeto al Palacio Provincial nos queda añadir que se trata de una obra ecléctica sobre la que se han practicado diversas reformas en el tiempo, siendo uno de los monumentos más importantes de la provincia que se encuentra bien conservado (la última intervención de restauración fue hace unos años).
Está compuesto por tres fachadas libres, cuerpo rectangular de tres huecos y columnas sobre la entrada. Remate circular y cúpula en los extremos.
El pintor ciudarrealeño Ángel Andrade dejó en su interior diversos frescos y decoraciones (albergando hoy un Museo). Posteriormente el también pintor ciudarrealeño López-Villaseñor, pintó un fresco alegórico de grandes dimensiones.
José González Ortiz, Director Museo-Fundación Elisa Cendrero. Diario “Lanza” 23 de noviembre de 1993
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