De vinos por la tarde: una costumbre sana si el asunto se toma con moderación. Chato y tapa o caña y tapa. De todo poco en cada golpe (poco vino y poca tapa), pero ahí está el secreto: se repite. en las tascas se conversa porque sí; la gente se llega a conocer más a fondo, algunos chicos y chicas llegan a enamorarse. La jornada, para algunos, no puede anochecer sin haber saboreado una ración de tascas o de bares. Sustituyen al ágora antigua. Aliado de las barras vamos conociendo a nuestros paisanos: en el recuerdo quedan tardes hermosas pasadas a su calor.
Si se va
desapercibido, en El Sótano te ponen unas tapas de pisto picante que te hacen
ver las estrellas, hay patatas asadas, arenques con cebollitas tiernas, queso
en aceite y chorizos asados en la barra con alcohol. Su dueño, Fernando Calero,
se serie poco y nunca se quita la boina. Tiene un público numeroso que abarca
desde cierta burguesía, hasta chavales jóvenes o soldados.
Grano de Oro es
algo aparte. Instalado en un lugar vetusto y enorme que fue un antiguo granero,
cuyas paredes están repletas de carteles taurinos, te sirven une combinación de
la casa, consistente en una mezcla de vino y Coca Cola que se bautizó con el
nombre de "pienso". Su dueño es Grano de oro, ex novillero antes de
la guerra y popular en la ciudad. Su clientela abarca desde chicos Jóvenes con
poco dinero, soldados barrenderos hasta gente de la burguesía que se acerca
hacer sus pinitos en lugares "exóticos".
El Salivilla es
también un lugar aparte. Sus actuales dueños, Alfonso Valle Nieto y Lorenza Martín
Gómez regentan el negocio desde hace dieciocho años, pero el local es mucho más
antiguo. Se trata de un lugar grande y vetusto, tipo bodega, con una clientela
de Jóvenes y obreros maduros, no muy numerosa, pero fiel.
El Manchego,
Semanario Provincial Independiente, Ciudad Real 30-6 Enero 1981
No hay comentarios:
Publicar un comentario