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sábado, 7 de diciembre de 2024

LA GRAN MAGNA MARIANA DE CIUDAD REAL DEL 8 DE DICIEMBRE DE 1954 (I)

 

 
Mañana del 8 de diciembre de 1954. Altar instalado en la calle Alarcos, junto al desaparecido Seminario, durante el acto de la gran Magna Mariana


Su Santidad Pío XII, mediante la encíclica Fulgens Coronaren, en conmemoración de cumplirse el primer centenario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción, declaró un Año Mariano desde Diciembre de 1953 a Diciembre de 1954.

En Ciudad Real para conmemorar este Año Mariano Universal, se constituyó una Junta Diocesana que organizó diferentes actos a lo largo del año. La apertura de este Año Mariano en nuestra Diócesis se celebró el 7 de diciembre de 1953, con un acto en la Catedral. A lo largo del año se organizaron diferentes actos, entre los que se encontraba un rosario nocturno por las calles de la capital, todos los primeros sábados de mes, al terminar la Sabatina que se oficiaba en la Catedral en honor a la Virgen del Prado. Para clausurar este Año Santo, se convocó una magna concentración mariana y procesión, de las imágenes de la Santísima Virgen de la capital y de las patronas más veneradas en la Mancha.


La Virgen del Prado camino de la concentración Mariana acompañada de la Hermandad y Cabildo Prioral


Ciudad Real se convirtió la jornada del 7 y ocho de diciembre de 1954, en el epicentro de peregrinación de miles de personas. La inmensa mayoría de los pueblos habilitaron autocares, camiones con el correspondiente permiso gubernamental, tractores, coches particulares, carros, motos....   Un tren especial condujo a los fieles de Puertollano. Durante la jornada del 7 de diciembre, llegaron a Ciudad Real muchas patronas de nuestra provincia, que pernoctaron en diferentes templos de la ciudad, el resto lo hizo a primeras horas de la mañana del día 8 por distintos medios. La patrona de Carrión de Calatrava fue traídas a hombros de sus devotos hasta Ciudad Real.


A la Virgen del Prado la acompañaron cientos de ciudadrrealeños camino de la calle Alarcos



Todo lo precedente, lejos de ser una exageración queda muy por debajo de la realidad. Confluyeron en aquella mañana unas 40.000 personas; 16 bandas entre cornetas y tambores y de música y 41 imágenes de la Virgen María en sus respectivos pasos.

Todas las imágenes de las vírgenes fueron colocadas a lo largo de la calle Alarcos, y frente al desaparecido Seminario se levantó una tribuna, en la que se había instalado un altar y donde a las once de la mañana comenzó la celebración de la Santa Misa que fue oficiada por el Deán de la Catedral, al encontrase el Obispo-Prior convaleciente tras una operación. La parte musical estuvo a cargo de la Capilla catedralicia y de la Schola Cantorum del Seminario Diocesano. Al terminar el Credo, el Gobernador Civil, D. José María del Moral, dio lectura a la oración compuesta por el propio Sr. del Moral, en la que consagraba la provincia de Ciudad Real al Inmaculado Corazón de María.

 

Vista de la calle Alarcos con las Patronas traídas de la Provincia


Miembros del Regimiento de Artillería, con escuadra y banda de cornetas y tambores, rindieron honores durante el santo sacrificio. Una vez terminada la Santa Misa, comenzó el desfile procesional por las calles de la ciudad, que siguió el siguiente itinerario: Alarcos, Plaza del Pilar, Ramón y Cajal, Ruiz Morote, Paloma, Calatrava, Toledo, estación Vía Crucis, Azucena, Prado, Mercado Viejo, Plaza Mayor General Aguilera, para finalizar en la calle Alacos.  


Otra de la calle Alarcos


Abría la marcha la Cruz Catedralicia e inmediatamente las niñas del Hogar Provincial con su bandera de la Inmaculada y las alumnas del Colegio de San José de Ciudad Real, que portaban una bella imagen de la Virgen Niña, escoltada por niñas vestidas de ángeles, otro vehículo cuajado de pequeñuelas y un camión adornado en cuyo centro de una alta escalinata se situaba la imagen de la Virgen Milagrosa que preside la capilla del citado colegio y varias decenas de niñas vestidas con trajes de ángeles, que formaban un conjunto muy vistoso y emotivo. Numerosas Hijas de la Caridad, de los tres centros que por entonces regentaban en la capital, escoltaban y seguían a la carroza, entre cantos y vivas de las niñas.


El Gobernador Civil, D. José María del Moral, que realizó la consagración de la provincia de Ciudad Real al Inmaculado Corazón de María, junto al Gobernador Militar y el Vicario General de la Diócesis D. Aurelio Gómez Rico


Seguía luego en su paso, la imagen de la Inmaculada de la Asociación de Hijas de María de la iglesia de San Ignacio, con sus banderas y estandartes.

A continuación, iniciaron su desfile procesional las patronas de los distintos pueblos que participaron en la concentración mariana. Lo hizo en primer lugar, la Virgen del Rosario, patrona de Albaladejo, acompañada por numerosos devotos llegados desde el citado pueblo, presididos por su párroco y alcalde. Seguía a continuación el paso con la imagen de la misma advocación del Rosario, patrona y alcaldesa de honor de Alcázar de San Juan, acompañada por la banda de música y una nutrida representación del vecindario y presidencia formada por el alcalde y otras autoridades.


Vehículo del Colegio de San José con la imagen de la Virgen Milagrosa, y niñas vestidas con trajes de ángeles


Formaba después Nuestra Señora del Monte, Patrona de Bolaños de Calatrava, llevada en medio del fervor de sus hijos llegados en número extraordinario, también con banda de música, y presidiendo el párroco y el alcalde. Le seguía la Virgen de la Sierra, Patrona de Villarrubia de los Ojos, a la que habían acompañado enorme multitud de devotos, que era portada en andas, ocupando la presidencia el párroco y la Corporación Municipal presidida por el alcalde.


Las niñas del Colegio de San José con la Milagrosa


Traída desde su santuario de la Bienvenida, en pleno Valle de Alcudia, la imagen de la Virgen de las Candelas, acompañada por la banda de Almodóvar del Campo, seguida de  Nuestra Señora de Luciana, Patrona de Terrinches, que era llevada a hombros de sus devotos, con su párroco y autoridades. 


Otra vista de la calle Alarcos con las patronas venidas de los pueblos de la provincia y miembros del Seminario Diocesano


Otro pequeño pueblo del partido de Infantes, Almedina, participaba con la imagen de Nuestra Señora del Rosario, también llevada en andas y acompañada por el párroco y autoridades. A continuación, la Virgen de Gracia, con cuya presencia participó Manzanares, acompañada de jóvenes de Acción Católica y numerosos devotos con su párroco y personalidades.

Luego seguía la Santísima Virgen del Pilar que se venera en su parroquia del Pilar de la capital, en el paso del Cristo de Medinaceli. Una gran bandera nacional y otras más pequeñas de los países hispanoamericanos, junto al Apóstol Santiago, ángeles y pequeños baturrillos, lograban una alegoría a la Hispanidad. Presidía el capellán de la variada, D. Felipe Lanza, junto con representaciones de las cofradías que tienen su sede en el Pilar.

 

Las típicas banderas de Miguelturra por la Plaza del Carmen y que antecedían a la Virgen de la Estrella

 

Daimiel con su venerada Patrona, la Virgen de las Cruces con una gran representación integrada por la Hermandad con sus banderas y estandartes, con banda de música con su clero parroquial y el Ayuntamiento con el Alcalde. Le seguía la Virgen de la Estrella, Patrona de Miguelturra, acompañada con sus típicas banderas, la banda de música, el párroco y autoridades.


La Virgen de la Estrella en la Plaza del Carmen, al fondo el Monasterio de las Carmelitas descalzas


El Frente de Juventudes participó con la imagen de la Virgen de Alarcos, que era llevada en el paso de la Hermandad del Encuentro, seguida de las imágenes de la Virgen de la Antigua, traída desde Infantes con banda de música, párroco, alcalde, teniente de la Guardia Civil y otras personalidades; y la Virgen de las Virtudes, Patrona de Santa Cruz de Mudela acompañada del clero y autoridades locales.


La Virgen de Alarcos procesionando en el paso de la Hermandad del Encuentro


1 comentario:

  1. Excelente documento. Yo tenía 10 años y si no me confundo, no hacía falta abrigo o fue un día soleado, dándome de lleno. Mi madre me aupó a uno de los refuerzos de granito de la Delegación de Hacienda en construcción (Ruiz Morote, 4) y ahí, aguanté, mientras ella me traía algún bocadillo, agua, etc... Recuerdo el vuelo de aviones, lanzando pétalos de flores sobre el desfile. Fue la procesión más larga, que haya presenciado.

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