Su Santidad Pío XII, mediante la encíclica Fulgens Coronaren, en conmemoración de cumplirse el primer centenario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción, declaró un Año Mariano desde Diciembre de 1953 a Diciembre de 1954.
En Ciudad Real para conmemorar este Año
Mariano Universal, se constituyó una Junta Diocesana que organizó diferentes
actos a lo largo del año. La apertura de este Año Mariano en nuestra Diócesis
se celebró el 7 de diciembre de 1953, con un acto en la Catedral. A lo largo
del año se organizaron diferentes actos, entre los que se encontraba un rosario
nocturno por las calles de la capital, todos los primeros sábados de mes, al
terminar la Sabatina que se oficiaba en la Catedral en honor a la Virgen del
Prado. Para clausurar este Año Santo, se convocó una magna concentración
mariana y procesión, de las imágenes de la Santísima Virgen de la capital y de
las patronas más veneradas en la Mancha.
Ciudad Real se convirtió la jornada del 7
y ocho de diciembre de 1954, en el epicentro de peregrinación de miles de
personas. La inmensa mayoría de los pueblos habilitaron autocares, camiones con
el correspondiente permiso gubernamental, tractores, coches particulares,
carros, motos.... Un tren especial condujo a los fieles de Puertollano.
Durante la jornada del 7 de diciembre, llegaron a Ciudad Real muchas patronas
de nuestra provincia, que pernoctaron en diferentes templos de la ciudad, el
resto lo hizo a primeras horas de la mañana del día 8 por distintos medios. La
patrona de Carrión de Calatrava fue traídas a hombros de sus devotos hasta
Ciudad Real.
Todo lo precedente, lejos de ser una exageración queda muy por debajo de la realidad. Confluyeron en aquella mañana unas 40.000 personas; 16 bandas entre cornetas y tambores y de música y 41 imágenes de la Virgen María en sus respectivos pasos.
Todas las imágenes de las vírgenes fueron
colocadas a lo largo de la calle Alarcos, y frente al desaparecido Seminario se
levantó una tribuna, en la que se había instalado un altar y donde a las once
de la mañana comenzó la celebración de la Santa Misa que fue oficiada por el
Deán de la Catedral, al encontrase el Obispo-Prior convaleciente tras una
operación. La parte musical estuvo a cargo de la Capilla catedralicia y de la
Schola Cantorum del Seminario Diocesano. Al terminar el Credo, el Gobernador
Civil, D. José María del Moral, dio lectura a la oración compuesta por el
propio Sr. del Moral, en la que consagraba la provincia de Ciudad Real al
Inmaculado Corazón de María.
Miembros del Regimiento de Artillería, con
escuadra y banda de cornetas y tambores, rindieron honores durante el santo
sacrificio. Una vez terminada la Santa Misa, comenzó el desfile procesional por
las calles de la ciudad, que siguió el siguiente itinerario: Alarcos, Plaza del
Pilar, Ramón y Cajal, Ruiz Morote, Paloma, Calatrava, Toledo, estación Vía
Crucis, Azucena, Prado, Mercado Viejo, Plaza Mayor General Aguilera, para
finalizar en la calle Alacos.
Abría la marcha la Cruz Catedralicia e
inmediatamente las niñas del Hogar Provincial con su bandera de la Inmaculada y
las alumnas del Colegio de San José de Ciudad Real, que portaban una bella
imagen de la Virgen Niña, escoltada por niñas vestidas de ángeles, otro
vehículo cuajado de pequeñuelas y un camión adornado en cuyo centro de una alta
escalinata se situaba la imagen de la Virgen Milagrosa que preside la capilla
del citado colegio y varias decenas de niñas vestidas con trajes de ángeles,
que formaban un conjunto muy vistoso y emotivo. Numerosas Hijas de la Caridad,
de los tres centros que por entonces regentaban en la capital, escoltaban y
seguían a la carroza, entre cantos y vivas de las niñas.
Seguía luego en su paso, la imagen de la Inmaculada de la Asociación de Hijas de María de la iglesia de San Ignacio, con sus banderas y estandartes.
A continuación, iniciaron su desfile
procesional las patronas de los distintos pueblos que participaron en la
concentración mariana. Lo hizo en primer lugar, la Virgen del Rosario, patrona
de Albaladejo, acompañada por numerosos devotos llegados desde el citado
pueblo, presididos por su párroco y alcalde. Seguía a continuación el paso con
la imagen de la misma advocación del Rosario, patrona y alcaldesa de honor de
Alcázar de San Juan, acompañada por la banda de música y una nutrida
representación del vecindario y presidencia formada por el alcalde y otras
autoridades.
Formaba después Nuestra Señora del Monte, Patrona de Bolaños de Calatrava, llevada en medio del fervor de sus hijos llegados en número extraordinario, también con banda de música, y presidiendo el párroco y el alcalde. Le seguía la Virgen de la Sierra, Patrona de Villarrubia de los Ojos, a la que habían acompañado enorme multitud de devotos, que era portada en andas, ocupando la presidencia el párroco y la Corporación Municipal presidida por el alcalde.
Traída desde su santuario de la
Bienvenida, en pleno Valle de Alcudia, la imagen de la Virgen de las Candelas,
acompañada por la banda de Almodóvar del Campo, seguida de Nuestra Señora de Luciana, Patrona de
Terrinches, que era llevada a hombros de sus devotos, con su párroco y
autoridades.
Otro pequeño pueblo del partido de Infantes, Almedina, participaba con la imagen de Nuestra Señora del Rosario, también llevada en andas y acompañada por el párroco y autoridades. A continuación, la Virgen de Gracia, con cuya presencia participó Manzanares, acompañada de jóvenes de Acción Católica y numerosos devotos con su párroco y personalidades.
Luego seguía la Santísima Virgen del Pilar
que se venera en su parroquia del Pilar de la capital, en el paso del Cristo de
Medinaceli. Una gran bandera nacional y otras más pequeñas de los países
hispanoamericanos, junto al Apóstol Santiago, ángeles y pequeños baturrillos,
lograban una alegoría a la Hispanidad. Presidía el capellán de la variada, D.
Felipe Lanza, junto con representaciones de las cofradías que tienen su sede en
el Pilar.
Daimiel con su venerada Patrona, la Virgen de las Cruces con una gran representación integrada por la Hermandad con sus banderas y estandartes, con banda de música con su clero parroquial y el Ayuntamiento con el Alcalde. Le seguía la Virgen de la Estrella, Patrona de Miguelturra, acompañada con sus típicas banderas, la banda de música, el párroco y autoridades.
El Frente de Juventudes participó con la imagen de la Virgen de Alarcos, que era llevada en el paso de la Hermandad del Encuentro, seguida de las imágenes de la Virgen de la Antigua, traída desde Infantes con banda de música, párroco, alcalde, teniente de la Guardia Civil y otras personalidades; y la Virgen de las Virtudes, Patrona de Santa Cruz de Mudela acompañada del clero y autoridades locales.
Excelente documento. Yo tenía 10 años y si no me confundo, no hacía falta abrigo o fue un día soleado, dándome de lleno. Mi madre me aupó a uno de los refuerzos de granito de la Delegación de Hacienda en construcción (Ruiz Morote, 4) y ahí, aguanté, mientras ella me traía algún bocadillo, agua, etc... Recuerdo el vuelo de aviones, lanzando pétalos de flores sobre el desfile. Fue la procesión más larga, que haya presenciado.
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