Antigua
torre del desaparecido ayuntamiento capitalino
Hay un periodista, que podemos llamar manchego,
de clara inteligencia, gran cultura, pluma agilísima, y honra y prez de
nuestros escritores locales.
Carlos María San Martín, Subdirector de
LANZA, y alma de este periódico, pues a él me refiero, me alude amablemente en
un artículo, de más fondo, enjundia y trascendencia, que a primera vista
parece.
Se titula “Miguelturra, y en él plantea
por primera vez, el importante asunto de la fusión de los dos municipios
vecinos, y algunos más con los anejos de la capital, y constituir una especie
de mancomunidad, en la que colaborarían unos y otros, conservando cada uno de
sus componentes su autonomía casi absoluta.
No queremos decir anexión, dependencia tiránica,
ni absorción (para ahora bancaria), sino colaboración fraternal y desinteresada
para todos los problemas que hoy se plantean y surgen, tanto políticos, como económicos,
administrativos, culturales, etc. etc. etcétera en la vida moderna de los
pueblos.
Apunta agudamente, aunque parece de
pasada, San Martín, mi querido amigo y noble compañero, en su entrevista con el
alcalde de Miguelturra la posibilidad más o menos próxima o remota de esta
unión amistosa y casi fraternal de los dos municipios.
No hay duda de que Miguelturra es más
industrial que Ciudad Real, con sus fábricas de harina, jabones, etc., pues
nosotros quitando la elaboración de chocolate de Barrenengoa, construcción de
brochas y pinceles, de Santigosa (conste que no es un anuncio, ni reclamo),
estamos a más bajo nivel que la ciudad vecina.
Ciudad Real en tiempos antiguos, tuvo
una gran industria, siendo de gran fama la fábrica de paños, relojería,
guantes, tintorerías etc. etc. Díganlo todavía los nombres que se conservan del
Molino del Batán y Batanejo, donde se bataneaba la rica pañería de las fábricas
de esta población y hasta los rótulos de algunas calles, como la del Tinte y
Tintoreros, pues sabido es que en ellas estaban establecidos los gremios a
usanza de la época.
Hoy Ciudad Real, es una población que
solo vive de la nómina oficial y eminentemente oficineros, sin que veamos ni
ligero atisbo de instalación de alguna industria.
Por todo esto compañero San Martín, le felicito
muy cordialmente por haber tenido la iniciativa, de poner sobre el tapete la
posible unión de los dos Municipios mencionados.
Madrid y varios de los pueblos limítrofes
nos acaban de dar el elocuente ejemplo de estas uniones.
Emilio
Bernabeu. Diario “Lanza”, jueves 14 de septiembre de 1950, página 3.
Vista
de Miguelturra en los años sesenta del pasado siglo
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