San
Miguel y las Virtudes Cardinales de la Prudencia y la Justicia coronando el
retablo mayor de la catedral, obra de Giraldo de Merlo del siglo XVII
Luis Rafael Villegas Díaz en su obra “Ciudad
Real en la Edad Media, la Ciudad y sus hombres (1255-1500), habla del inicio de
nuestra ciudad y su formación. Hablando de la organización eclesiástica, en las
páginas 89 y 90 de la citada obra, realiza una enumeración de las cofradías y
hermandades que existieron desde los orígenes de la ciudad en la edad media,
todas desaparecidas. Las que enumera como las más seguras y documentadas son
las siguientes:
San
Juan.
Parece ser la misma que la denominada San Juan de los Viejos, perteneciente a
la parroquia de San Pedro. A comienzos del siglo XV ya estaba creada, puesto
que con otras compró el fonsario de los judíos. Era preboste de la misma en
aquella ocasión García Pérez del Peral.
San
Miguel.
Llamada también de San Miguel de Septiembre. Junto con la anterior compró en
1413 el fonsario, siendo su preboste Juan López. Estrechamente vinculada a Barrionuevo,
en la parroquia de San Pedro.
Todos
Santos.
Aparece junto a las anteriores comprando el fonsario, siendo representada por
su preboste Lorenzo García Sevillano. En 1444 aparece al frente de la misma
Fernando García.
Santa
María de la Pedrera.
Hay que suponerla ya estructurada a comienzos del siglo XV, puesto en 1438 frey
Sancho Sánchez de Avila, comendador de Benavente y Almadén, al hacer donación
de unas casas suyas y otros enseres al convento de Calatrava, puso determinadas
condiciones que si no se cumplían, revocarían la donación y pasarían dichos
bienes “al cabildo de los onmes buenos de la cofradía de Santa María de la
Pedrera”, de la cual él era cofrade. Es posible que estuviese vinculada al
hospital que, con nombre parecido, funcionaba en la ciudad.
San
Lorenzo.
Designada en los procesos de Inquisición como de San Llorente, es de suponer
que su creación sería, cuando menos, del siglo XV, aunque no se sepa a qué
parroquia estaba vinculada.
San
Antonio Abad.
Probablemente ligada a la Orden de San Antón y al hospital que mantenía dicha
orden en la ciudad. Diaz Jurado señala que fue fundada en 1262, pero no aporta
otros datos de mayor precisión.
San
Francisco.
Fundada, al parecer, en 1392 en el convento del mismo nombre, está compuesta
por hidalgos.
Nuestra
Señora Santa María de Valvaneda. Vinculada a la parroquia de San Pedro,
se la supone ya creada en 1441, fecha en que obtiene la confirmación de sus
ordenanzas.
Santiago. Cofradía
vinculada a la parroquia del mismo nombre. Fundada en 1439 por Velasco Pérez de
Chinchilla y su mujer Ana de Torres, estaba compuesta por caballeros hidalgos.
De
las Ánimas.
Una cofradía designada bajo tal título es recogida por Díaz Jurado, aun cuando
no se asigna fecha. Con probabilidad caería dentro de los límites cronológicos
de este estudio, puesto que también se encuentra citada en los procesos de la
Inquisición.
Nuestra
Señora de la Asunción. Llamada también de los tejedores, pasó con
posterioridad a ser conocida como la de la cera. Ocupaba un lugar preeminente
entre las de la ciudad debido, sin duda, a su antigüedad, a pesar de que su
fecha de fundación se desconozca.
La escueta enumeración de datos
aportados, lleva a escasas conclusiones. El tema es susceptible de ampliación,
sin duda, pero habría que consultar otros fondos que se pudieran revelar
importantes.
San
Juan Bautista en el retablo de la capilla de los Coca en la Parroquia de San
Pedro del siglo XV
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