La Misa del Voto
puso ayer punto y final al Solemne Novenario en honor de la Virgen del Prado,
Patrona de Ciudad Real, que se venia celebrando desde el pasado 17 de mayo, con
motivo de la fecha de la aparición de la Virgen en Ciudad Real el 25 de mayo de
1088, cumpliéndose 260 años del Voto del Concejo de la Ciudad a su patrona.
La Misa del Voto estuvo
presidida por el Vicario General de la Diócesis, D. Jesús Córdoba Ortega, en
representación del Obispo, que no pudo asistir por encontrarse de reunión en la
Conferencia Episcopal Española en Madrid, y concelebrada por miembros del Cabildo
Catedral y el párroco de Nuestra Señora del Prado (Merced).
El vicario general de la Diócesis de Ciudad Real, Jesús Córdoba, puso de manifiesto en la homilía el estrecho vínculo entre Ciudad Real y la Virgen del Prado, "como las dos caras de una misma moneda".
Córdoba equiparó
el vínculo que Ciudad Real tiene con la Virgen del Prado con la que pueda tener
Granada con los Reyes Católicos; Cuenca con las Casas Colgadas o Zaragoza con
la Virgen del Pilar, antes de subrayar la voluntad de la Virgen de permanecer
en Ciudad Real a través del relato de su aparición en el Pozuelo Seco de Don
Gil y de la imposibilidad de llevarla a otro lugar.
El oficiante
destacó igualmente las cualidades de María en su papel de madre de los
cristianos, por lo que proclamó que "la Virgen del Prado vigila Ciudad
Real", lo que le lleva a estar pendiente de "las oraciones, las obras
y el sufrimiento de sus hijos".
Pero al mismo
tiempo recordó que María sufre por los pecados de los hombres, a pesar de los
cual ama a los pecadores.
Del mismo modo,
destacó el vínculo de la Virgen del Prado con la Diócesis, lo que le llevó a
reflexionar sobre la necesidad de vocaciones sacerdotales, como garantía de la
continuidad de la Iglesia. De esta forma, animó a los cristianos a preguntarse
por su interés en el fomento de dichas vocaciones.
A la Misa del Voto
asistió la alcaldesa de Ciudad Real, miembros de los grupos políticos del
Partido Popular, Ciudadanos y Vox. También asistieron representaciones de las
cofradías y hermandades de pasión y gloria de la ciudad. La parte musical
estuvo a cargo de la Coral Polifónica Santísima Trinidad de Torralba de
Calatrava, y Pedro Pablo López Hervás como organista de la Catedral.
Durante la
celebración Eucarística, los acólitos de la Ilustre Hermandad de la Virgen del
Prado, fueron los que atendieron el altar. Al término de la Santa Misa se cantó
la Salve a la Virgen y el himno de nuestra patrona.
CORO
Santa María del
Prado
Reina de Ciudad
Real
A quien siempre
han invocado
Tus hijos de fe
filial;
¡Líbranos de todo
mal!
I
Salve Virgen
escogida,
Salve
bienaventurada,
sin mancilla
concebida
por los siglos
preservada
Inmaculada
para ser por tu
humildad
de la Santa
Humanidad
custodia, templo y
morada.
II
Siempre casta,
siempre pura,
toda hermosa, toda
plena
de bondad y de
dulzura,
lámpara de gracia
llena,
Azucena
que en tu candor
mereciste
poner fin a
nuestra triste
desventura
condena.
III
Fuiste la verga y
el tallo
de donde surgió la
flor,
alba que no rompió
el rayo
nido que abrigó el
Amor
Redentor
de nuestra tierra
maldita
que te proclamo
bendita
lumbrera de su
dolor.
IV
Bendita entre las mujeres,
digna de inmensa alabanza,
de canto y de amor, pues eres
la salud y la esperanza
Sin tardanza
que tu hijo nuestra Luz,
en los brazos de la Cruz
nos dejara por fianza.
V
Hija del eterno
Padre,
del Santo Espíritu
Esposa,
acuérdate que eres
Madre,
no sólo de Dios
gloriosa
más piadosa
Madre de los
pecadores
¡Oh mejor de las
mejores
sin igualdad poderosa!
VI
Muéstrate Madre, María,
por la tu virginidad
nos dejes de ser la guía
de toda la cristiandad,
Ten piedad
de nosotros en tal suerte
que nos depare la muerte
la eterna felicidad.
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