Como los silos que se construyen en la provincia, dentro del plan de la Red Nacional, varían poco en su estructura, hemos visitado el de Ciudad Real, cuyas características damos a continuación a los lectores, para que se hagan una idea de lo que son estas magnificas construcciones.
Cuando visitamos
el silo, las obras estaban totalmente terminadas y se procedía al montaje de la
correspondiente maquinaria. Como nos ha dicho antes el jefe provincial del S.
N. T., el silo de Ciudad Real consta de seis celdas cilíndricas, con una
capacidad teórica de 180 vagones en total. Cada celda de estas tiene un diámetro
de cinco metros y una altura libre de 20 metros. El silo está construido en
bloques de hormigón vibrado, prefabricados, que son armados posteriormente con
hierro redondo del calibre necesario en cada caso. De ahí, la rapidez con que
son montados estos silos que surgen de la tierra de la noche a la mañana,
gracias a este sistema de construcción prefabricada. Las cubiertas de las
celdas están hechas con vigas de hormigón armado y doble tablero de rasilla
sobre el que se asienta el solado del baldosín catalán. La cubierta en general
está hecha con cerchas de hormigón vibrado, armadas y atirantadas con hierro
redondo, sobre las que se apoya doble tablero de rasilla y, sobre este, teja
plana.
La nave de selección está construida, así mismo de bloques de hormigón vibrado y prefabricado y tiene sumo interés porque, en ella, se hace la selección de las semillas, que es otra de las misiones del Servicio Nacional de Trigo.
Como dependencias complementarias, están la oficina destinada al jefe del silo y la báscula automática, en la que ha de pesarse la mercancía. Esta báscula puede pesar fácilmente carros y camiones con toda exactitud.
Dado que los elementos fundamentales de la construcción de estos silos son el hierro y el cemento, son totalmente incombustibles.
El silo de Ciudad
Real se ha hecho por un presupuesto de 1.222.995’24 pesetas. A esta cantidad
hay que añadir las 324.182 que ha costado la maquinaria y la instalación eléctrica
interior del silo.
Diario “Lanza”,
martes 29 de junio de 1954
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