El actual monumento del Quijote Azteca, en la rotonda frente a la estación de autobuses, fue donado en el año 1997 por la Fundación Cervantista de México, que estaba presidida en aquellos años por escritor Eulalio Ferrer, siendo obra del escultor mejicano Federico Silva. La escultura fue donada a Ciudad Real por Eulalio Ferrer, en agradecimiento por haber sido nombrado “Caballero Andante”, por la desaparecida asociación ciudarrealeña de “Quijote 2000” en el año 1996.
La escultura nació
en primer lugar pensando en Don Quijote, pero fundamentalmente en Cervantes que
el escultor llamó Lepanto. Pero Ferrer vio en la escultura más a Don Quijote
que a Cervantes, llegando a España como “Don Quijote de la Mancha 1.996.
Lepanto, nuestra batalla”, y en Ciudad Real se le puso el nombre de Quijote
Azteca.
El conjunto escultórico mide cerca de 15 metros, la escultura cinco, seis de base o peana y otros tantos de peana, con un peso de diez toneladas. Debido a sus dimensiones, el conjunto escultórico viajo en barco desde el puerto mejicano de Veracruz, al puerto español de Bilbao en nuestro país, y siendo transportado por carretera a Ciudad Real por un camión góndola de la Diputación Provincial, llegando a nuestra ciudad en septiembre de 1997.
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