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lunes, 29 de noviembre de 2010

LA PORTERITA EN EL MUSEO DIOCESANO

"La Porterita" antes de su restauración"

El Monasterio fundado con el nombre de Santa María de Jesús y de la Concepción, conocido popularmente en Ciudad Real como “Terreras”, tenía su origen en unas beatas de la Orden Tercera de San Francisco, a quienes, por ser reducido el local, dio su hacienda don Luis de Mármol, escribano de la Chancillería de Granada en el siglo XVI. El fundador del beaterío de la Purísima Concepción fue don Juan Beltrán de Guevara, que era Obispo de Vich cuando hizo esta fundación en el s. XVI. Vivía en la calle del "Hospital de la Mejora" (calle Ramón y Cajal). Agradecidas a su protector y conocedoras de la devoción del mismo hacia la Virgen de la Concepción, determinaron cambiar de hábito, tomando el de la Purísima Concepción, el 24 de junio de 1527, profesando la clausura según lo dispuesto por el Concilio de Trento y Constituciones Pontificias, siendo este convento el quinto de la Orden Concepcionista de Castilla.

Construido en el siglo XVI, sufrió grandes modificaciones en el esplendor del neoclasicismo. Destaca la Sala Capitular por sus dimensiones y artesonados. Aquí se guardaba una talla de la Virgen, conocida como “La Porterita”, sin duda la escultura más antigua, curiosa y valiosa de la Virgen María que existe en la ciudad. Ésta, tras la marcha de las monjas Concepcionistas de Santa Beatriz de Silva de nuestra ciudad en el verano de 2009, pasó al Obispado, su actual propietario, y se puede ver ahora en el Museo Diocesano, tras permanecer oculta durante siglos en la clausura del monasterio.

La Porterita, nombre popular que recibe por la ubicación que tenía en el monasterio al estar primitivamente en la portería de la clausura del mismo, es una talla anónima de la Baja Edad Media, entre los siglos XIV y XV, sedente en trono con molduras que sostiene con su mano izquierda al Niño, sentado sobre su rodilla izquierda. Es de madera dorada y policromada, con unas dimensiones de 41 centímetros de alto, por 12 centímetros de alto, por 12 centímetros de ancho y una profundidad también de 12 centímetros.

La Virgen aparece sobre doble plinto y entronizada en marcada posición frontal. Tiene la mano derecha con los dedos hacia arriba, en actitud de sujetar algún objeto, y está vestida con túnica rosada con cuello redondo que se ciñe a la cintura con cíngulo rojo, cayendo hasta los pies, dejando ver la puntera de ambos zapatos. Le cubre la cabeza un velo blanco que le cae sobre los hombros en suave zigzag. Está cubierta con manto azul que le cae desde los hombros y le cubre las rodillas, cayendo en pliegues rectos y ondulados, que dejan ver por debajo la túnica y los zapatos.

El Niño Jesús aparece ligeramente ladeado, sentado de frente sobre la rodilla izquierda de la Madre. Está calzado con zapatos negros, viste túnica decorada en rojo y de manga corta. Porta en su mano izquierda la bola del mundo y levanta la mano derecha en actitud de bendecir.

La escultura fue realizada a partir de un bloque central de madera de pino y fue tallada en sentido longitudinal y sin vaciar. En sus orígenes tenían las imágenes de la Virgen y el Niño corona de talla de madera, que fueron sustituidas por las actuales de plata.

Como he dicho anteriormente, tras la triste marcha de las Concepcionistas de nuestra ciudad a Osuna (Sevilla) por la falta de vocaciones, la imagen pasó al Obispado de Ciudad Real, siendo restaurada en el centro de Restauración y Conservación de Castilla-La Mancha en Toledo y ahora se puede admirar en el Museo Diocesano como en sus orígenes medievales, rediviva, nueva, con flamante aspecto y colorido.



"La Porterita en su nueva ubicación en el Museo Diocesano"

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