El reloj de sol es un instrumento usado desde tiempos muy remotos con el fin de medir el paso de las horas, minutos y segundos (tiempo). En castellano se le denomina también cuadrante solar. Emplea la sombra arrojada por un gnomon o estilo sobre una superficie con una escala para indicar la posición del Sol en el movimiento diurno. Según la disposición del gnomon y de la forma de la escala se puede medir diferentes tipos de tiempo, siendo el más habitual el tiempo solar aparente. La ciencia encargada de elaborar teorías y reunir conocimiento sobre los relojes de sol se denomina gnomónica.
El reloj canónico, es un tipo de reloj de sol, que marcaba de forma muy exacta las horas canónicas (una división de tiempo empleado durante la Edad Media en la mayoría de las regiones cristianas, que seguía el ritmo de la vida monástica; cada una de las horas indicaba un “Oficio Divino” o “Liturgia de Horas”, es decir, el conjunto de oraciones indicadas para esa parte del día).
Se solía representar en las fachadas de las iglesias, catedrales o monasterios medievales, en ocasiones también se pudo ver en monasterios de épocas más tardías. Su construcción era muy rudimentaria y se denominaban “relojes arañados”.
Estos relojes tenían forma semicircular y estaba dividido por radios con el centro en un punto en común de las líneas. El ángulo que había entre las líneas se intentaba que fuera el mismo. A veces, el número de líneas era variable y no coincidían con las 12 horas de los relojes de sol normales.
El reloj de misa era muy usado antiguamente sobre todo para conocer el Oficio divino que tocaba en el momento del día en que se le consultara. La liturgia exige la utilización de un método para determinar la hora. Allí donde haya una iglesia y un clérigo que deba cumplir con el rezo del Oficio y la celebración de la misa, podemos encontrar un reloj de sol canónico. Los relojes canónicos los utiliza el preste en la parroquia y el monje en el monasterio.
La reloj de sol en la fachada del Prado de nuestra Catedral
Las horas canónicas son una división del tiempo empleada durante la Edad Media en la mayoría de las regiones cristianas de Europa, y que seguía el ritmo de los rezos de los religiosos de los monasterios. Cada una de las horas indica una parte del Oficio divino (hoy denominado liturgia de las horas) es decir el conjunto de oraciones pertinente a esa parte del día.
San Benito denominó a estas horas de rezo "horas canónicas", y así se haría desde el siglo VI; su nombre proviene de las órdenes y normas o cánones de la Iglesia del medioevo. Durante esa época se organizó el sistema de horas centralizando su uso principalmente en los monasterios benedictinos.
La división del día en siete partes tiene su origen en el Libro de los Salmos de la Biblia, en el que se lee: "Siete veces al día te alabaré", y también se lee "a medianoche me levantaba para darte gracias". De ahí se puede ver que existe una agrupación de las siete horas canónicas de los Ofícios diurnos, y así mismo los Ofícios nocturnos, que a su vez se reparten en tres guardias o vigílias, denominadas Maitines. Cada semana los monjes debían rezar el salterio íntegro (es decir los 150 salmos). En su regla, San Benito recomienda a sus monjes que durante los viajes no dejen pasar el rezo las horas de oración.
Reloj de sol de la Parroquia de San Pedro, en la fachada de la torre del lado del mediodía
Las horas canónicas eran las siguientes:
Maitines: medianoche.
Laúdes: al amanecer, habitualmente sobre las 3:00
Prima: Primera hora después de salir el sol, aproximadamente las 6:00 de la mañana
Tercia: Tercera hora después de salir el sol, las 9:00
Sexta: mediodía, a las 12:00
Nona: sobre las 15:00
Vísperas: tras la puesta de sol, habitualmente sobre las 18:00
Completas: antes del descanso nocturno, las 21:00
Laúdes: al amanecer, habitualmente sobre las 3:00
Prima: Primera hora después de salir el sol, aproximadamente las 6:00 de la mañana
Tercia: Tercera hora después de salir el sol, las 9:00
Sexta: mediodía, a las 12:00
Nona: sobre las 15:00
Vísperas: tras la puesta de sol, habitualmente sobre las 18:00
Completas: antes del descanso nocturno, las 21:00
En Ciudad Real encontramos relojes canónicos en las tres parroquias antiguas de la ciudad, es decir, Santa María del Prado (actual Catedral), San Pedro y Santiago. En la actual catedral el reloj se encuentra en la fachada del mediodía en lo que fue sacristía vieja, obra del siglo XVI, a la derecha de la portada. En la esquina aparece el reloj de sol o canónico y sobre él hay una esfera coronada por una cruz latina, quizás se ha tratado de representar al mundo presidido por la Cristiandad.
En la Parroquia de San Pedro, el reloj se encuentra también en la fachada del mediodía en los muros de la torre, y en la Parroquia de Santiago se encuentra en la pared sur de la fachada de la sacristía, obra del siglo XVIII.
Tres relojes de sol, que pasan desapercibidos por cuantos se acercan a nuestros históricos y artísticos templos, y que en otros tiempos tuvieron una gran importancia al marcar las horas en las que los eclesiásticos y fieles tenían la obligación de orar o celebrar la Santa Misa.
En la Parroquia de San Pedro, el reloj se encuentra también en la fachada del mediodía en los muros de la torre, y en la Parroquia de Santiago se encuentra en la pared sur de la fachada de la sacristía, obra del siglo XVIII.
Tres relojes de sol, que pasan desapercibidos por cuantos se acercan a nuestros históricos y artísticos templos, y que en otros tiempos tuvieron una gran importancia al marcar las horas en las que los eclesiásticos y fieles tenían la obligación de orar o celebrar la Santa Misa.
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