Antiguo estandarte de 1918 que se salvo
de la destrucción en 1936 y que procesiono hasta los años ochenta del pasado
siglo XX
De todos es sabido que la Hermandad de Nuestro
Padre Jesús Nazareno, al igual que el resto de las cofradías ciudadrealeñas que
existían antes de 1936, sufrió la destrucción de su imagen titular y la desaparición
de casi todo su patrimonio.
Terminada la Guerra Civil
El desaparecido estandarte que realizo José
Mur Escolá en 1949
Este estandarte no tiene un gran valor artístico, pero si histórico, al igual que otro estandarte realizado para este misma hermandad en 1949 por José Mur Escolá, que tenia la particularidad de que el óleo era una reproducción de la imagen de Jesús del Gran Poder de Sevilla y que se llevo la misma persona para su restauración.
Estos estandartes por el valor histórico que tienen, deberían estar en posesión de la Hermandad de Jesús Nazareno, por lo que animo a su Junta de Gobierno que realice las gestiones oportunas para intentar recuperarlos, un patrimonio actualmente perdido y que nunca debió salir de la propiedad de la hermandad.
¡Qué buen documento gráfico Emilio! Podrías dar algunos datos? ¿cual es el lugar dónde están tomadas estas fotografías? Qué lástima haber perdido tanto... Me llama la atención también el roquete del niño, con su puntilla como Dios manda y su esclavina. ¡Ya había pequeños acólitos por entonces! ¿De qué año más o menos son las fotografías?
ResponderEliminarGracias por compartir la historia de Ciudad Real y sus cofradías, me ha hecho mucha ilusión ver estas fotos. Ojalá se recuperen estos estandartes, yo también me he preguntado alguna vez que sería de ellos. El segundo parece un óleo del Gran Poder, ¿verdad?
Perdona, no había visto que habías puesto lo del Gran Poder en el artículo, jeje. No entiendo mucho qué pintaba (nunca mejor dicho) en un estandarte del nazareno, pero bueno... jeje
ResponderEliminarEstimado Emilio.
ResponderEliminarCreo saber que esos dos estandartes fueron llevados a «restaurar» siendo hermano mayor don francisco, y se los llevó a Cordoba Francisco Henríquez de Luna y Medrano, y ya jamás se volvió a saber de esos estandartes, que eran verdaderamente llamativos y un pedazo de la historia de nuestra ciudad.
La Hermandad tiene muy fácil recuperar esos dos estandartes, si tiene verdadera voluntad de hacerlo; simplemente pedirselos a Francisco Henríquez de Luna y Medrano que todos sabemos localizarle.
Las cosas no se pierden asi como asi.