La Diócesis Priorato de las cuatro Órdenes
Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa cuenta desde el 6 de
noviembre con su décimo Obispo Prior, monseñor Rafael Torija de la Fuente,
titular de Dora, que sustituye a don Juan Hervás y Benet, quien como se sabe, hace
un año, presentó a Su Santidad el Papa la dimisión, fundada en motivos de
salud, habiendo regido la diócesis durante más de veintiún años.
La entrada del nuevo prelado en la
capital diocesana se ha celebrado, por expreso deseo de monseñor Torija, de
modo sencillo, ausente del antiguo protocolo con que se revestía esta clase de
acontecimientos. El obispo llegó directamente desde Madrid al palacio
episcopal, donde fue recibido y saludado por el dimisionario, monseñor Hervás,
vicario general de la diócesis, don Félix Rodríguez Izquierdo, y altos cargos
de la Curia Diocesana.
Por la tarde, a las cinco, recibió a las
autoridades, que iban encabezadas por el director general de Asuntos Eclesiásticos,
del Ministerio de Justicia, don Eduardo Zulueta; los gobernadores civiles de
Ciudad Real y Guadalajara, señor Ameijide Montenegro y Calatayud Maldonado;
Diputaciones de Ciudad Real y Toledo; consejero nacional, señor Tello y
Fernández Caballero; Ayuntamiento de Ciudad Real, presidido por el alcalde, representaciones
de los de Toledo y Noez, pueblo natal de monseñor Torija, y
otras representaciones, departiendo con
todas ellas muy cordialmente.
También llegaron a palacio los obispos
de Sigüenza-Guadalajara, monseñor Castán; de Córdoba, Dr. Cirarda; de Cádiz,
monseñor Dorado; de Teruel, Dr. Iguacen; de Albacete, Dr. García Alonso,
auxiliar de Sevilla, monseñor Bellido; auxiliar de Madrid, Dr. Oliver; y
director nacional del Secretariado de Misiones, monseñor Larauri, que deseaban
hallarse presentes en el acto de posesión del nuevo obispo de Ciudad Real.
Sobre las cinco y veinte de la tarde se
inició la marcha de la comitiva episcopal desde palacio, saliendo por la puerta
del Prado hasta la Santa Iglesia Basílica Prioral. Numeroso público llenaba los
alrededores del templo y el paseo de la Virgen. Formaban en la comitiva los
arciprestes de la Diócesis, en representación del Clero, el Excmo. Cabildo de
la Diócesis Priorato, monseñor Torija, que momentos después iba a posesionarse de
su cargo.
El templo catedrático se hallaba
totalmente ocupado, hasta en los lugares que normalmente se respetan por los
fieles. Tal era el deseo de sus nuevos diocesanos, de no perderse el
acontecimiento. Al llegar la comitiva a las puertas de la catedral, el público
prorrumpió en una cariñosa ovación, a la que correspondió sonriente monseñor
Torija de la Fuente.
En el presbiterio esperaban la llegada
del nuevo obispo el cardenal primado de Toledo, monseñor Marcelo González
Martín, y el obispo dimisionario de Ciudad Real, monseñor Juan Hervás, que al
llegar a la catedral habían sido objeto igualmente de afectuosos aplausos.
También se hallaban en el coro del presbiterio, haciendo uso de antiguo privilegio,
dos caballeros en representación de las Ordenes Militares, don José María de
Zulueta, conde de las Torres, de la Orden Militar de Santiago, y don Juan Valdés
Armada, marqués de Casa Valdés, de la de Montesa, habiéndose excusado, por
enfermedad, el marqués de Lozoya, que había anunciado su presencia. En el presbiterio
se hallaban igualmente unos doscientos cincuenta sacerdotes de la diócesis, revestidos
con alba y estola, para participar en la misa concelebrada.
En lugares destacados se hallaban las
autoridades y corporaciones citadas, si bien algunos de sus miembros hubieron
de permanecer en pie debido al gran número de personas que desbordaron todas
las previsiones. Junto con las autoridades asistió también el ex-ministro don
Licinio de la Fuente, primo del nuevo prelado, acompañado de su esposa.
JURA
Y TOMA DE POSESION
En el momento de entrar en la catedral,
monseñor Torija iba acompañado del deán del Cabildo, señor Rodríguez-Izquierdo,
y del arcipreste, señor Pérez Piñero. La Escolanía y Coral Mater Assumpta, de
Manzanares, y el pueblo recibieron al obispo con una salutación.
Al llegar al presbiterio, el deán dio
lectura a la bula de Su Santidad el Papa en la que consta el nombramiento de
monseñor Rafael Torija de la Fuente como Obispo Prior de Ciudad Real, titular de
Dora. El secretario del Cabildo, don Jesús Torres González de la Aleja, leyó
igualmente el acuerdo de dicha corporación por el que se reconoce la bula
pontificia de nombramiento, aceptándolas como válidas.
El nuevo prelado de Ciudad Real prestó a
continuación juramento de su cargo como décimo Obispo Prior y se posesionó de
la silla episcopal, tomando en sus manos el báculo, atributo de autoridad como
pastor de la grey diocesana.
SANTA
MISA
Se inició a continuación la
conmemoración de la Eucaristía, presidiendo la concelebración monseñor Torija
de la Fuente. Participaron, los prelados, miembros del Cabildo, arciprestes y
sacerdotes, que llenaban por completo el presbiterio, actuando en la
observancia de la liturgia el prefecto de ceremonias, canónigo señor Daviú
Romaguera.
Después del evangelio el obispo
pronunció la primera homilía dirigida a sus diocesanos,
Seguida con especial interés por cuantos
llenaban el templo y los alrededores de la catedral e igualmente en las
retransmisiones por las emisoras de la capital.
Durante la concelebración tuvo un alto
grado emotivo el momento de ofrecer la paz, en que monseñor Torija, como
oficiante, se llegó hasta el sitial en que se hallaba su antecesor, monseñor
Hervás, fundiéndose en un abrazo.
Al finalizar la Eucaristía, en la que
muchos fieles recibieron la comunión, el canónigo, señor Lizcano, que había
dirigido los cánticos, anunció que como sábado iba a cantarse la salve en honor
de la Patrona de Ciudad Real, Santísima Virgen del Prado, que preside
desde su camarín, como se sabe, el magnífico
retablo del altar mayor del templo prioral. Así se hizo por todos los
asistentes, impartiendo final mente el señor obispo la bendición.
Por último, el ya décimo prior diocesano
recibió el homenaje de los millares de personas que habían asistido a su toma
de posesión.
Revista
“Veinte mil kilómetros cuadrados”, Ciudad Real Otoño-Invierno 1976.
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