El salón de
actos de la Parroquia de San Pablo acogió el pasado viernes 29 de julio, la
presentación del cartel, boletín y actos del mes de agosto, que la Ilustre
Hermandad, junto a la Corte de Honor y el Excmo, Cabildo Catedral, han preparado
con motivo de la bajada de la Patrona de Ciudad Real.
Al acto asistió la Alcaldesa de Ciudad Real, miembros de la corporación municipal, el Diputado Nacional de Vox, la Presidenta de la Asociación de Cofradías y miembros de la Comisión Permanente, representaciones de las cofradías y hermandades de Pasión y gloria de la ciudad, y una representación de la Asociación de Dulcineas y Damas entre las que se encontraban la Dulcinea 2021 y 2022.
D. Manuel
Torres, Vicesecretario de la Ilustre Hermandad, fue el mantenedor del acto,
quien en su intervención recordó la vinculación que ha tenido la Parroquia de
San Pablo a lo largo de su vida.
A continuación,
intervino el Vicepresidente de la Hermandad, D. Emilio Martín Aguirre, quien
presentó los cultos y actos en honor a la Patrona de Ciudad Real, que se celebraran
desde la bajada de la Virgen el próximo 9 de agosto, y se prolongaran hasta el
22 día que se celebra en nuestra ciudad la Octava de la Virgen del Prado.
Seguidamente se
procedió a descubrir el cartel 2022, por parte del Presidente de la Hermandad,
la Alcaldesa de Ciudad Real y el autor del mismo, D. Pedro Pablo López
Hervás, quien hizo uso de la palabra para explicar el mismo, cuya explicación es
la siguiente:
“Apocalipsis, capítulo 12:
"1. Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza;
2. está encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz.
3. Y
apareció otra señal en el cielo: un gran Dragón con siete cabezas […]
4. Su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se detuvo delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo en cuanto lo diera a luz.
5.La
mujer dio a luz un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con
cetro de hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono. "
La
tradición de la Iglesia ha visto en esta mujer a María y la personificación del
pueblo de Dios, de Israel y de la Iglesia.
En este lienzo he representado a la Mujer del Apocalipsis, ya que las representaciones marianas y en concreto la de la Virgen del Prado, se inspiran en este libro del Nuevo Testamento para incluir los elementos que en él se describen. Aunque también podríamos decir que el protagonista de este cartel es el color azul.
Los siglos XII y XIII marcaron una “revolución del azul”. Esta revolución nace de la teología. Dios es un dios de luz y esto se manifiesta de dos maneras: luz divina (lux) y luz terrenal (lumen).
Para
diferenciarlos, era necesario encontrar una técnica en las imágenes: así es
como el cielo se tornó azul, mientras que el dorado se usó para representar la
luz divina y el Cielo como paraíso celestial. Y tiene mucho sentido si María es
Reina del cielo y de todo lo creado.
En
la Edad Media, cuando el culto mariano estaba en plena expansión, se decidió
revestir a la Virgen con un color de pigmentos caros. Entonces se usaba mucho
el lapislázuli, una piedra semipreciosa que venía de minas en Afganistán, con
el cual se creaba un pigmento “ultramarino” que costaba tanto como el oro, si
no más. Por eso estos pigmentos se reservaban para las representaciones de la
Virgen María.
En
el Antiguo testamento el azul es el color de la fidelidad del pueblo de Israel
a los mandamientos de Dios que se realiza en María. Azul también es el color
del paño que cubre el Arca de la Alianza, por eso el manto de María es azul:
Ella misma es el Arca de la Alianza al haber llevado en su vientre al Hijo de
Dios. A partir del siglo XIII en Occidente el azul se vuelve el color de los
príncipes y nobles, el color de la realeza. El azul es el color más utilizado
para el manto de la Virgen porque simboliza la pureza y la inmaterialidad de lo
espiritual. También es símbolo de la protección de María sobre todos sus hijos.
Pero
la Virgen del Prado, en este cartel y como cada año el 15 de agosto también se
viste de blanco: es el color de la luz, la vida, el nacimiento y la eternidad.
También
la Virgen aparece vestida de flores, nido de flores, como reza la seguidilla.
En contraposición al Sol, la Luna, simboliza a la divinidad femenina y la
fertilidad. Colocada siempre bajo los pies de la Virgen. La corona de 12
estrellas hace referencia a la estrella de David y el número 12 nos habla de
momentos bíblicos. Las 12 tribus de Israel, los 12 apóstoles, las 12 perlas
preciosas, 12 piedras tomadas del río Jordán. Es el número de la perfección
eterna.
Completa
la composición el skyline de Ciudad Real donde aparecen Alarcos, la puerta de
Toledo, la Catedral, San Pedro, el ayuntamiento y el Quijote azteca.
Quiero
mostrar mi agradecimiento a la Junta de gobierno de la Ilustre Hermandad de la
Virgen del Prado, que con la edición de este cartel engrandece el patrimonio de
la Hermandad y ayuda a promocionar artistas manchegos. Gracias por vuestra
confianza.”
El acto
continuó con la presentación del boletín informativo del mes de agosto, por
parte del miembro de la Junta de Gobierno, D. José Pablo Rodríguez Díaz, quien
dio unas pinceladas sobre el contenido del mismo, y agradeció a la Diputación
Provincial su impresión.
El Presidente
de la Ilustre Hermandad, D. Jesús González Adanez, fue la cuarta persona en
intervenir en el acto, destacando algunos de los actos programados y
agradeciendo a la implicación de la Junta de Gobierno en ellos, y la
colaboración recibida por el Excmo. Ayuntamiento y la Diputación Provincial.
El acto fue
cerrado por la Alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masias, quien resaltó la
importancia de la Virgen del Prado en la ciudad, y agradeció la labor de la
Ilustre Hermandad, estando siempre dispuesta a colaborar con la misma.
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