La Segunda República, se estrenó pocos días después de su proclamación con ataques a la Iglesia. Durante el Gobierno de los partidos de izquierda del Frente Popular en 1936, se fomentó el anticlericalismo, que se vería agravado con el inicio de la Guerra Civil Española en julio del citado año con el asesinato de miles de religiosos y seglares católicos; y el asalto de las iglesias, conventos y catedrales que permanecían en zona republicana, donde se destruyeron y quemaron imágenes, se robó todo lo de valor que poseían y se quemaron archivos con el objeto de borrar la historia y empezar de cero.
Ciudad Real quedó en zona republicana durante toda la Guerra Civil, por lo que al igual que ocurrió en el resto de España, que estuvo fiel a la republica durante los tres años de Guerra, muchos sacerdotes fueron asesinados empezando por su Obispo-Prior, D. Narciso de Estenaga y Echevarría, hoy beato, y sus iglesias y monasterios fueron asaltados, y en algunos casos destruidos casi en su totalidad.
La Catedral de Ciudad Real también fue asaltada, y fueron quemados sus retablos, incluso se intentó acabar con el retablo de Giraldo de Merlo, cosa que no consiguieron, aunque destruyeron parte de su imaginería; su sillería, sus pinturas, sus imágenes procesionales entre las que se encontraba la de la Virgen del Prado, y fueron robados todos los objetos de culto que poseían valor, y el tesoro de nuestra querida patrona.
Acabada la Guerra Civil Española el 1 de
abril de 1939, los templos de la ciudad que presentaban una imagen dantesca,
tuvieron que repararse como se pudo y empezar de nuevo a celebrase el culto en
ellos.
El principal templo de la ciudad y de la diócesis, es decir nuestra catedral, había sufrido una grandísima pérdida patrimonial, entre la que se encontraba la imagen de la Virgen del Prado, que en 1936 fue tirada por republicanos del Frente Popular desde su camarín al templo y sus restos fueron posteriormente quemados. En cuanto a su camarín, nada quedaba de su pasado histórico, y el mismo se encontraba totalmente destruido, sin poder abrirse al culto, haciéndose cargo la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado de su reconstrucción en solitario, ya que la Corte de Honor de nuestra Patrona aún estaba en reorganización en 1942, tal y como se puede leer en la primera acta que conserva esta hermandad tras la Guerra Civil; y el Cabildo Catedral no poseía fondos para afrontar la reconstrucción del mismo.
La Ilustre Hermandad de la Virgen del
Prado se reunió por primera vez el 14 de mayo de 1939, donde se “dio cuenta
del triste y lamentable acto de la profanación cometida con nuestra Santísima
Virgen con la destrucción por las hordas marxistas de la meritísima Imagen de
Nuestra Patrona, de la desaparición de su artística carroza y de los grandes
desperfectos causados en su camarín”; por lo que los primeros pasos de la
Ilustre hermandad fueron encaminados a la adquisición de una nueva talla de la
Virgen, la reconstrucción del camarín y la celebración de los cultos en honor a
la Virgen del mes de agosto. Para la celebración estos cultos agosteños y la
celebración de la Feria y Fiestas de la ciudad de 1939, la hermandad lo
resolvió con una pequeña imagen que se había salvado de su destrucción durante
la guerra, que era propiedad de las señoritas Marín. Esta imagen fue donada
años después a la Residencia de Ancianos de Santa Teresa de Jesús Jornet, lugar
que abandona todos los 13 de agosto para participar abriendo la comitiva que,
partiendo de la residencia, se dirige a la Catedral con motivo de la
Caravana Blanca, en la que participan enfermos y ancianos.
En cuanto a la nueva imagen de la Virgen del Prado, la hermandad depositó su confianza en el entonces hermano de la misma y gran pintor, D. Carlos Vázquez Úbeda, que se ofreció para realizar la imagen, igual a la desaparecida. Carlos Vázquez residía en Barcelona, por lo que encargó la talla de la Virgen y Niño Jesús, al escultor catalán Vicente Navarro con policromía del propio Carlos Vázquez. Esta imagen llegó a Ciudad Real e1 24 mayo de 1940, y tras permanecer unos días en una ermita provisional que se construyó en la carretera de Toledo, entró triunfalmente en Ciudad Real el 1 de junio del citado año de 1940.
En la nueva imagen de la Virgen y el Niño Jesús, la hermandad invirtió la cantidad de 7.000 pesetas. También a través de D. Carlos Vázquez, se encargó al artífice-metalista Francisco Tiestos Vidal que tenia su taller en la calle Gerona 119 de Barcelona, una corona para la Virgen, otra para el Niño Jesús, la bola del mundo, las ráfagas con campanillas para la Virgen, una media luna y una peana en metal plateado para el camarín con una inversión total de la hermandad de 6.487 pesetas. Todas estas obras de orfebrería, son las que actualmente tiene para culto diario la imagen de la Virgen en su camarín, algunas de ellas restauradas a lo largo de los años. También en Barcelona se confeccionó a la imagen de la Virgen un manto, una saya, y un vestido a la imagen del Niño Jesús.
Pero sin duda donde la hermandad empleo
más medios económicos, fue en la reconstrucción del camarín de la Virgen del
Prado. En el archivo de la hermandad, existe una memoria detallada que recoge
todo el dinero empleado en su reconstrucción, con las anotaciones de los
jornales a los obreros y materiales empleados. En esta reconstrucción el taller
de mármoles de Ramon de la Osa fue el encargado de realizar los cuadrados de
mármol negro y blanco, combinado en juego de damas, que podemos ver en el piso
del camarín y en las mesetas de las escaleras. Las vidrieras emplomadas de la
escalera del camarín y de la sacristía, fueron realizadas por “Vidrieras de
Arte A. Estrada”, que tenia su sede en la calle Piamonte 7 de Madrid, construyéndose
el armario-cajonera que existe en la sacristía del camarín, en el almacén de
madera de nuestra ciudad de Ramon Prado Astilleros. Se puso la actual puerta de
la sacristía y para la celebración del culto, la hermandad encargó la mesa de
altar que aún se conserva, que fue tallada por el escultor local Antonio
Lorenzo Coronado. También la hermandad fue la encargada de realizar el cristal
que separa la imagen de la Virgen del camarín, que fue realizado en Madrid, y
pagado por la Centro Nacional Sindicalista.
Para perpetuar la memoria de esta reconstrucción, la hermandad colocó una lápida grabada en la sacristía del camarín que dice lo siguiente:
“Destruida sacrílegamente la veneranda
milenaria
IMAGEN DE NTRA. SRA. DEL PRADO
profanado y deshecho el sagrado
camarín
por la satánica impiedad
iconoclasta
el año tenebroso 1936
fue renovado todo y embellecido
con aprobación del Excmo. Cabildo
Prioral
bajo la inspiración de egregios
artistas
Año del Señor MCMXL
gracias a cuantiosas limosnas de
Organismos oficiales
de particulares devotos y de los
cofrades
por el ferviente empeño de la
Ilustre Hermandad.
Siendo
Hermano Mayor
D. Miguel Espadas Cejuela
Secretario
D. Juan B. Gil Hidalgo
Mayordomos
D. Manuel Sabariegos Orúe y
D. Juan de la Cruz Espadas Bermúdez
Capellán
D. José Jiménez Manzanares
(CANÓNIGO)
Opera nostra Regina”.
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