La apatía municipal es importantísima rémora para la regularidad de los servicios y causa de que yazcan en el sueño de los justos mociones que los concejales con el más laudable deseo presentaron para la implantación de mejoras. Transcurrió el tiempo, nada se hizo, fue quedando para la semana siguiente y al terminar la etapa de aquel individuo del municipio, las mociones mueren para siempre en ese pozo sin fondo que se llama comisión.
El servicio de incendios de nuestra ciudad, no ha tenido nunca épocas de florecimiento, sino que siempre ha estado en el más lamentable abandono, como si no fuera de perentoria e imprescindible necesidad en toda población.
En todos los siniestros, que afortunadamente escasean en Ciudad-Real, si no hubiera sido por el auxilio personal de los particulares y algunas veces por el servicio de incendios de la estación del ferrocarril, la bomba del Municipio no bastara sofocarlos, por lo anticuada, malas condiciones, difícil, embarazoso y lento funcionamiento de ella y la poca práctica de los serenos, que son los encargados de acudir los siniestros.
Y de esta falta no hay que culpar las personas sino la mala organización, al estado del material y a las deficiencias inherentes a no estar montado en las condiciones precisas para que responda su fin.
Nosotros proponemos se instale un parque de bomberos, abierto día noche como en la mayoría de las capitales, en el solar almacén del Ayuntamiento, con una guardia permanente y preparada para acudir al momento al primer aviso de incendio.
Arréglese el material existente, procúrese aumentarlo medida que sea posible, pero sin descuidar por ahora aquello de más urgencia.
Inspira terror en el ánimo la sola consideración de un incendio de importancia con el material de que actualmente se dispone y la falta de organización de este servicio. Su importancia para la población exige que se ocupe de el preferentemente el Municipio, y si por el momento no es posible montarlo en gran escala, siquiera instalar el parque con una guardia permanente, reparar el material que existe, adquirir cuanto sea más necesario y llegando al límite que e1 erario municipal permita, haber realizado una obra de verdadera utilidad para la población, utilidad que si bien es indiscutible, hay que desear no verla demostrada con hechos que se traducen en desgracias o por lo menos el susto que trae consigo el más insignificante incendio.
Y fíjese a1 Ayuntamiento en estas líneas y procure hacer en este asunto todo cuanto le sea posible. Con ello habrá llenado un vacío llevado cabo un importante servicio municipal.
Periódico “Don Quijote de la Mancha”,
Ciudad Real 31 de diciembre de 1902
No hay comentarios:
Publicar un comentario