La Iglesia de Santiago de Ciudad Real se
comenzó a construir a finales del s. XIII, en lo que fuera el antiguo barrio de
la judería, al noroeste de la ciudad. Con el crecimiento demográfico a partir
de su fundación fue siendo ocupado paulatinamente por población cristiana.
Aunque se debe considerar una iglesia gótica de tres naves, con arcos ojivales,
su aspecto exterior todavía mantiene la tradición románica y pequeños detalles
como los canecillos de los aleros nos muestran reminiscencias islámicas.
LA
ARMADURA MUDÉJAR
El arte mudéjar es un estilo artístico que se desarrolla en los reinos cristianos de la Península Ibérica, pero que incorpora influencias, elementos o materiales de estilo hispano-musulmán.
La Nave Central conserva una espléndida Armadura mudéjar de
madera policromada construida entre finales del siglo XIV y principios del
siglo XV. Esta armadura permaneció oculta durante casi dos siglos por una bóveda
de cañón construida en el siglo XVIII, y fue en la década de 1980 cuando,
durante unos importantes trabajos de rehabilitación, se sacó a la luz. El
hallazgo fue espectacular, pues apareció un monumental Artesonado dotado de un
depurado estilo mudéjar de tradición almohade, de Armadura de par y nudillo y
una ornamentación preciosista. Aunque no se encuentra registro de la fecha de
su construcción, podemos aproximar su datación gracias al hallazgo de una
moneda antigua durante el proceso de restauración. Esta moneda se encontraba
escondida entre el arrobe y uno de los canes, y corresponde a una moneda del
reinado de Enrique III rey de Castilla, y fue acuñada en Toledo entre 1390 y
1406. En el anverso tiene un castillo con la ceca de Toledo y en el reverso un
León.
Otro dato importante que nos aproxima a
su fecha de construcción es la Cruz de Calatrava. Esta cruz fue representada en
color negro hasta finales del siglo XIV y roja a partir del siglo XV. La que
aparece en la armadura es roja, por lo que es probable que la Armadura se
terminara de construir en el siglo XV.
Desafortunadamente no ha llegado hasta nuestros días toda su esplendida decoración, pero aún conserva parte de su esplendor. La madera está policromada en amarillo oropimente que se ha conservado bajo gruesas capas de barnices, y ha podido ser recuperado en la restauración llevada a cabo. Está decorado con trabajo de lacería y estrellas de ocho puntas con flores lobuladas realizadas con panes de plata, hoy día muy perdidas. Originalmente, el Almizate debió estar también decorado con 7 mocárabes en los grandes espacios reservados para ellos de los cuales no se conserva ninguno.
La totalidad de la estructura descansa y
equilibra tensiones sobre ocho tirantes pareados
que atraviesan la luz de la nave, y que
a su vez descansan sobre treinta y dos canes decorados con escudos heráldicos y
tallados con cabezas policromadas.
Otra parte importante que compone la Armadura es el arrocabe que, a modo de friso, recorre todo el perímetro de la nave decorado con series de escudos heráldicos flanqueados por conchas de Santiago con forma humana.
En cuanto al tratamiento pictórico,
conserva una decoración de vivos colores con un dibujo lineal y sencillo, de
tintas planas que permite interpretar el discurso iconográfico a gran distancia
reconociendo la heráldica representada. La pincelada suelta se encuentra en los
pequeños detalles donde podemos encontrar decoraciones más elaboradas. Una parte
relevante de este repertorio corresponde a la tradición ornamental occidental o
cristiana que corresponde a los escudos heráldicos, conchas de Santiago, y en
general todas las representaciones figurativas, mientras que los elementos
geométricos y motivos vegetales o ataurique corresponden a la tradición
ornamental Islámica.
RESTAURACIÓN
Los factores de alteración de la obra eran consecuencia del paso del tiempo, de las condiciones medioambientales, del estado de las cubiertas, y también de la acción del hombre. Para poder conocer en profundidad las causas y los efectos de la degradación de la Armadura fue necesario realizar una serie de estudios previos que se resumen a continuación. Con estos estudios se dio principio a la intervención, una vez contratada ésta por la Consejería de Cultura a la empresa Arte Vecchio S.L., bajo coordinación técnica de la Dirección General de Patrimonio y Museos.
ESTUDIOS
PREVIOS
Documentación gráfica y fotográfica
Antes de acometer los trabajos de restauración de la Armadura, se realizó un minucioso estudio del estado de conservación de la obra y de su patología mediante diferentes exámenes y toma de datos. Se estudiaron las causas de su degradación, se realizaron mapas de daños y planimetrías que reflejaban todas las alteraciones. Asimismo, se realizaron fotografías generales y de detalle del estado de conservación.
Análisis de laboratorio
Se tomaron muestras de los diferentes materiales para su análisis de laboratorio; de la madera, y del tejido, de los diferentes colores en la decoración pictórica, y de la hoja metálica que decoraba los pétalos de las flores. Todo ello aporta datos importantes que permiten obtener un conocimiento más profundo de la obra para acometer su restauración a la par que nos proporcionan información para ahondar en su historia.
Inspección
con luz ultra violeta
para la identificación de repintes. En las caras de los canes de la primera
mitad del artesonado se detectaron repintes en narices y bocas, por lo que se
realizaron fotografías con lámpara de Wood para determinar si éstos eran
recientes o se debían a un arrepentimiento del propio artista.
Realización de pruebas y test de solubilidad: de especial interés destacamos el descubrimiento de policromía amarilla sobre la madera denominado oropimente con unas características especiales, utilizado en el medioevo y en el renacimiento por su parecido al color del oro.
FACTORES
DE ALTERACIÓN
Una de las patologías que más ha afectado al artesonado en el aspecto estético y de conservación, es el cambio tonal debido a la suciedad y capas de barnices aplicados a lo largo de su historia y la pérdida de numerosas piezas que formaban la decoración de lacería por las que se veían las maderas del tejado.
Los accesos de humedad a través de las cubiertas también fueron causantes de graves deterioros en la madera y en las pinturas.
Daños
de carácter antropogénico:
Además de las alteraciones causadas por las condiciones medioambientales, las deficiencias en las cubiertas, y el paso del tiempo, la acción humana también contribuyó al deterioro de la Armadura. Las intervenciones que más alteraciones han causado son: Los cambios en las cubiertas. La sustitución de piezas originales. La acumulación de escombro y tierra sobre la lacería, ya que el peso excesivo soportado ha provocado el desprendimiento de múltiples piezas y el alabeo y rotura de otras muchas. Finalmente, la aplicación de barnices sobre las pinturas sin una consolidación previa de las mismas provocó el arrastre y pérdida de muchas decoraciones.
TRABAJOS
DE RESTAURACIÓN
Carpintería
Se realizó una revisión de todos los ensambles, fijaciones y planos de unión y se sustituyeron solamente las piezas estrictamente necesarias que debido a su deterioro no podían garantizar la suficiente resistencia estructural, procurando recuperar el máximo posible de piezas originales.
Las piezas nuevas se cortaron y tallaron una a una, en madera de pino y se colocaron con el mismo sistema de ensamble que presenta el original.
En primer lugar se realizó el proceso de limpieza y consolidación de la policromía donde aparecieron nuevos colores que no era posible ver con las capas de suciedad que presentaba. Siendo uno de los procesos más delicados llevados a cabo sobre la decoración pictórica su fijación al soporte, ya que durante los ensayos de limpieza se comprobó su falta de adherencia con el consiguiente peligro de desprendimiento.
Una vez concluidos los trabajos de consolidación y limpieza se procedió a la reintegración del color en los faltantes pictóricos y en las piezas nuevas siguiendo los criterios de respeto al original, reconstruyendo exclusivamente los elementos imprescindibles para una correcta lectura del conjunto y siendo un factor determinante la discernibilidad, de forma que desde el suelo se integren perfectamente todas las piezas, pero a corta distancia se puedan identificar claramente.
ICONOGRAFÍA
– HERÁLDICA
En el arrocabe de la Armadura se encuentran representados 7 escudos heráldicos:
• LEÓN RAMPANTE ENGALANADO
Posiblemente pertenezca a la familia de los Coello, apellido de origen portugués, aunque el blasón original incluye bordura de azur, cargada de ocho cruces florenzadas de oro.
• ESCUDO DE DAMERO
Posiblemente pertenezca a Don Pedro Muñiz y Godoy aunque su blasón original tiene cinco órdenes en vertical y tres en horizontal, y el jaquelado es en oro y azur en lugar de plata y azur.
• CRUZ DE CALATRAVA
Es la insignia de la Orden Militar de Calatrava. Los caballeros llevaban el hábito cisterciense con una cruz roja flordelisada en bordado en el manto blanco.
• CASTILLO Y LEÓN
Es el escudo de los Reyes de Castilla y de León.
ILUMINACIÓN
En la conservación del Patrimonio Artístico una correcta Iluminación no solo pone en valor el bien, sino que contribuye a su conservación en el tiempo. La luz es necesaria para la visión de las obras, sin embargo, el poder de degradación que puede ejercer sobre determinados materiales hace necesario su control por encima de otras consideraciones. Por ello, dentro de las actuaciones llevadas a cabo, se ha incluido la instalación de un nuevo sistema de iluminación adecuado al tipo de bien restaurado, que cumple con los límites recomendados por las principales instituciones de conservación (ICOM, ICCROM, IES, etc.), proporcionando unos niveles de iluminación de referencia para madera policromada, con inclusión de filtros contra rayos ultravioleta, basados en estudios científicos para la exhibición de obras.
Publicado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en el año 2007
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