CORRESPONDE el encargo de
las obras al Ministerio de Cultura, Dirección General de Bellas Artes, Archivos
y Bibliotecas, Subdirección General de Restauración, según oficio con fecha del
2 de febrero de 1984 y a requerimiento del consejero de Cultura y Educación de
la Comunidad de Castilla-La Mancha, señor Barreda Fontes, siendo el arquitecto
encargado de las mismas, José Ramón Azpiazu Ordóñez.
AMPLITUD DE LAS MEJORAS
ABARCA el plan original de restauración cinco capítulos referentes a: demoliciones, eliminación de humedades, reconstrucciones, revocos y pintura y obras de carpintería. Será faceta principal del primero de ellos la puesta al descubierto del artesonado mudéjar original, posiblemente del siglo XIV, previa demolición de las falsas bóvedas de las tres naves construidas en el siglo XVIII y, asimismo, la demolición de los muros laterales del coro, del púlpito (de construcción muy posterior), de las buhardillas de acceso al tejado desde las falsas bóvedas de la nave central y nave lateral izquierda y del tejado y muros de la fachada de la dependencia situada en la parte posterior del ábside central, además el picado y limpieza de los revestimientos de las columnas, pilastras y muros de las bóvedas y la reparación y reposición de los elementos de mampostería o sillería que faltan, picado y limpieza de los revestimientos de las plementerías de las bóvedas de crucero y ábside principal y picado y limpieza del falso techo de la sacristía.
De otro lado, se eliminarán humedades en la base de las dos columnas centrales del crucero y las goteras existentes en la parte posterior del tejado de la iglesia. En el orden de reconstrucciones se realizará la del muro de fachada de la dependencia posterior al ábside central y la del tejado de dicha dependencia. Dentro de los revocos y pinturas, se llevará a cabo el revoco pétreo de color de piedra en todas las plementerías tanto del crucero como del ábside central y naves laterales. Finalmente se prevé la consolidación, limpieza, reposición de elementos estructurales fundamentales y encerados de los artesonados de las naves.
Asciende el presupuesto a 14.990.083 pesetas que a su vez se suplementará con un presupuesto adicional, de volumen superior al mencionado, con destino a obras para recuperación del ábside, reparación total de cubiertas, rebaje del suelo actual de la iglesia, colocación de nuevo solado, supresión de una puerta lateral abierta con posterioridad y que repercute en los muros, supresión de los porches de la entrada, reposición de capiteles, demolición de las almenas de la torre y derribo de la espadaña posterior.
RECUPERAR
EL ABSIDE
EL aspecto más reseñable viene constituido por la recuperación del ábside, cuya importancia se ha constatado después de iniciadas las obras, y para el que se pretende conseguir su anterior disposición, según la cual estaba abierto al exterior por medio de pequeñas saeteras formadas por arcos ojivales que ocupaban los lados del polígono, hoy desaparecidos (menos el del ábside del lado del evangelio), de la misma manera que fueron destrozados parte de los baquetones y ménsulas debido a la reforma experimentada por el edificio y a la capilla abierta en el siglo XVI.
La importancia de esta restauración encuadrada en un amplio plan que mejorará el estado de muchos edificios artísticos de la provincia, radica en la importancia misma de Santiago, una de las iglesias más interesantes con que cuenta la capital. Fundada posiblemente en las postrimerías del siglo XIII, la iglesia de Santiago, la más antigua de las existentes en Ciudad Real, tiene su enclave en el barrio judío, de donde quizá deriva la hipótesis de que fue edificada sobre una antigua sinagoga.
De reducidas proporciones y sencillez en los materiales de construcción, según se desprende del estudio histórico-artístico de Maldonado y Cocat, se terminó, posiblemente en la segunda mitad del siglo XIV y consta de tres naves separadas por pilares terminadas en ábsides poligonales. Comprende el ábside central siete lados cubiertos por bóvedas ojivales de crucería y sus nervios descansan sobre finos baquetones con capiteles decorados, al igual que lo están los correspondientes a los ábsides laterales que son de cinco lados.
HERMOSO
ARTESONADO DEL SIGLO XIV
LOS ábsides se comunican con el seudocrucero y éste a su vez con el resto de la nave por medio de arcos apuntados. Continúan tres naves, probablemente de época posterior a las partes apuntadas, que son de mayor altura que el resto del edificio. Posiblemente en el siglo XVIII se cubrieron estas naves por bóvedas de medio cañón con lunetas y que vinieron a ocultar el hermoso artesonado fechado en el siglo XIV.
"Entre el artesonado y la falsa bóveda, en la zona que se apoya sobre el crucero, existe un pequeño rosetón, que probablemente pertenece también al siglo XIV" . En el XVI, se construye una capilla en el ábside del lado del evangelio y, en el XVII, se abrió otra en el lado de la epístola. También en el crucero, en un lado de la epístola, se abrió una pequeña capillita finalizando el siglo XVIII, cuya profusa decoración está realizada en yeso.
En el exterior de la iglesia lo más interesante es la torre adosada a los pies que destaca por sus grandes dimensiones. Es de planta cuadrada y consta de dos cuerpos, el segundo cubierto primitivamente por una bóveda poligonal gallonada de ocho lados en ladrillo, hoy prácticamente desaparecida.
Mª del Carmen Sánchez, Revista “MANCHA” III Época abril-mayo 86
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