El primero en intervenir en el
acto fue el Presidente de la
Asociación de Cofradías, Emilio Martín Aguirre, quien dijo
que:
El Santo Padre, Benedicto XVI, el
pasado verano en una alocución en la
Plaza de la
Libertad en Castelgandolfo, manifestó que la contemplación de las obras de arte
también constituye un camino para llegar a Dios a través de la belleza,
asegurando que el arte «es como una puerta abierta hacia el infinito, hacia una
belleza y una verdad que van más allá de lo cotidiano. Y una obra de arte puede
abrir los ojos de las mentes y del corazón, impulsándonos hacia lo alto».
Seguidamente el Papa señaló: “quizá
os habéis dado cuenta alguna vez que ante una escultura, un cuadro, algunos
versos de una poesía, o alguna pieza musical, habéis sentido una íntima
emoción, un sentimiento de alegría, de percibir aquello que claramente ante
vosotros no es sólo material”, sino “algo más grande, algo que habla, capaz de
tocar el corazón, de comunicar un mensaje, de elevar el ánimo”.
“El arte es capaz de expresar y
hacer visible la necesidad del hombre de andar más allá de lo que se ve,
manifiesta la sed y la búsqueda de lo infinito”, añadió.
El Santo Padre señaló también que
“hay expresiones artísticas que son verdaderas vías hacia Dios, la Belleza suprema, y que
también son una ayuda para crecer en la relación con Dios, en la oración. Se
trata de obras que nacen de la fe y que expresan la fe”.
Y esto es lo que recoge este año
la exposición de Arte Religioso que organiza la Asociación de
Cofradías, la fe de nuestros antepasados a través de obras de arte que se
realizaron para honrar a Dios. Ya que la exposición este año esta centrada en
la desaparecida Semana Santa ciudadrealeña, anterior al inicio de la Guerra Civil Española en 1936.
Por este motivo la exposición recoge una reproducción de todos los pasos que
fueron destruidos en 1936, la imagen del Niño Jesús de la Parroquia de Santiago,
que actualmente no procesiona y que junto al Niño Jesús que iniciaba la
procesión oficial del Santo Entierro, fueron las dos únicas imágenes que se
salvaron de su destrucción de la esplendorosa Semana Santa que contó Ciudad
Real en las primeras décadas del siglo XX.
Junto a esta imagen y
reproducción de pasos, la exposición recoge una muestra de las insignias,
estandartes, túnicas, sayas y diademas que se salvaron de su desaparición,
gracias a que los cofrades que las tenían en su poder en aquellos años de
represión de todo lo que fuera la fe católica y lo escondieron para
salvaguardarlo para generaciones futuras.
Entre todo le expuesto se
encuentra piezas de orfebrería como la media luna del siglo XVII, corazón y
diadema del siglo XIX de la
Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores de Santiago, la
diadema de 1925 de la
Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores de la Catedral , la Concha de la Virgen del Mayor Dolor
perteneciente a una antigua imagen de la Virgen de los Dolores de la Parroquia de San Pedro y
varios cetros de principios de siglo XX de las hermandades del Santísimo Cristo
de la Caridad ,
Encuentro y Santísimo Cristo del Perdón y de las Aguas.
Esta exposición recoge una amplia
muestra de estandartes y gallardetes conservados, algunos de un gran valor
histórico como dos gallardetes de la antigua y extinguida Hermandad de la Santa Espina , actualmente en
propiedad de la Hermandad
del Santísimo Cristo de la
Caridad que aporta también a esta exposición dos gallardetes
propios de las primeras décadas del siglo XX y un farol guía de 1926.
También se pueden contemplar los
estandartes que conserva la
Hermandad del Encuentro de la desaparecida Hermandad de la Coronación de Espinas
que procesionó por nuestra ciudad de 1926 a 1935, y uno de la Hermandad del Cristo de la Piedad del afamado pintor
ciudadrealeño Ángel Andrade Blázquez de 1916.
Dentro de los bordados destacar
una saya y un el manto del siglo XIX de la Hermandad de la Dolorosa de Santiago, la
tunica de procesión de la
Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de 1915, que aporta
también a la exposición dos gallardetes del mismo año y los cordones de oro de
la imagen de Jesús destruida en 1936 y que es de principios del siglo XX, al
igual que la saya que se expone de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores de la Catedral. De 1912 es la capa de
terciopelo de la Hermandad
del Ecce-Homo (Pilatos), de cuya hermandad también se pueden ver dos
gallardetes del año 1935.
Las antiguas túnicas de hermano
de algunas cofradías, que con el tiempo cambiaron, también se puede ver en esta exposición, como
la antigua túnica de la
Hermandad de la
Coronación de Espinas, propiedad particular de Francisco
Gómez Campos, y la del Santísimo Cristo del Perdón y de las Aguas que también
nos muestra un antiguo paño que portaba la niña que se vestía de Verónica en la
procesión, de principios de siglo XX y dibujos de la organización de la Cofradía de diferentes
años como 1921 y 1932, junto a las normas de procesionar la hermandad de 1925.
La generosidad de algunos
cofrades que guardan material histórico y artístico en su propiedad, también
esta presente en esta exposición como la armadura, casco y tambor que se
exponen de la desaparecida Compañía de Soldados Romanos de la Hermandad del Santo
Sepulcro, que han sido cedidas para esta exposición por D. Ricardo González de
Yubero Díaz y el antiguo Niño Jesús dejado para esta exposición por la Familia Messía de la Cerda-Ballester y
a quienes agradezco su disposición para ceder estas obras. Agradecimiento que
hago extensivo al Obispado por dejarnos ocupar un año más este patio para que
se pueda celebrar esta exposición.
Como ven una exposición
histórica, que nos acercara a la antigua y desaparecida Semana Santa
ciudadrealeña.
Y termino como empecé con lo
manifestado por el Santo Padre en su alocución ya citada, quien invitaba
contemplar el arte no sólo como un modo de enriquecimiento cultural, “sino como
un momento de gracia, de estímulo para afrontar nuestro lazo y nuestro diálogo
con Dios, para detenernos a contemplar el rayo de la belleza que nos golpea,
que casi nos ‘hiere’ en nuestro interior y nos invita a subir hacia Dios”.
“Esperemos que el Señor nos ayude
a contemplar su belleza, tanto en la naturaleza como en las obras de arte, y
así ser tocados por la luz de su rostro, para que también podamos ser luz para
nuestro prójimo”.
A continuación intervino el
Concejal de Cultura, Pedro Lozano, quien señalo, que esta exposición es un
ejemplo de cómo el arte sirve para mostrar una “tradición sentimental”, antes
de señalar que “en estos elementos artísticos depositamos la esperanza de
nuestra religiosidad”, aseguró.
Del mismo modo subrayó el trabajo
desplegado por la asociación para reunir un material que aunque en ocasiones
forma parte del patrimonio de las actuales cofradías, en otros casos está en
manos particulares.
Por su parte, el Vicario General
de la Diócesis ,
Miguel Esparza, animó a los presentes a “seguir vigilando nuestra postura ante
nuestro patrimonio”, que expresó a través de tres ideas “fundamentales”.
La primera de ellas que “a la
hora de cuidar nuestro patrimonio y de incrementarlo, hay que procurar su
dignidad”, con lo que apeló al empleo de los mejores materiales y el trabajo de
artistas reconocidos; la segunda “conservando con mucho mimo”, en lo que
incluyo la devoción y por último reclamó que las hermandades no pueden
transferir o desprenderse de su patrimonio en ninguna circunstancia.
La exposición de “Arte Religioso”
se podrá visitar hasta el próximo Domingo de Ramos 1 de abril, de 11’00 a 14’00
horas y de 18’00 a 21’00 horas.
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