La
puerta de los Ibarrola se encontraba en la calle Toledo, justo donde hoy se
encuentra la Plaza de la Constitución
Ciudad Real, desde su fundación con las
muchas franquicias que otorgó Alfonso el Sabio, a todos los que vinieran a
poblar la nueva Villa, esta se llenó rápidamente de habitantes.
Los moros buscando sus acomodos de
tierras, pues siempre fueron muy agricultores, se instalaron en el barrio que
hoy conserva el nombre de la Morería.
Los judíos ocuparon casi lo que es ahora
el barrio de Santiago Apóstol.
El primero abarcaba desde la Puerta de
Alarcos, Postas a la esquina donde vemos el mercado, subiendo toda la calle de Morería
y por el exterior de las murallas, desde dicha puerta hasta la de Santa María.
Aunque
la puerta pertenecía a la familia Ibarrola, esta era de un linaje más antiguo
ciudadrealeño
Luego se amplió este barrio con la Cava,
donde hoy se están construyendo los grupos de casas y está el cine de verano,
pues al ser vencidos los moriscos de las Alpujarras tocó a Ciudad Real varios
miles de éstos.
El segundo que era la rica aljama de los
hebreos, con su consiguiente sinagoga, después convento de Santo Domingo, tenía
por linderos la calle de la Mata hasta la Iglesia de San Pedro con la de la
Paloma y por el norte la de Calatrava. Está cerrado este recinto por la
muralla.
Ambos barrios, eran habitados por moros
y judíos, que se dedicaban a la agricultura, industria, comercio y usura.
En el barrio de la Virgen y en el nuevo
del Alcázar, donde se conserva el Torreón de este nombre, vivían los cristianos
y entre ellos, muchos nobles e hidalgos, como lo atestiguan al presente,
algunas casas de rancio abolengo con sus blasonados escudos, sobre sus antiguas
puertas como las de Aguirre, Enriquez, Treviño, etc.,
Ubicación
actual de la puerta en el Museo del Quijote
El curioso forastero, suele pararse en
la calle Toledo, frente a una vieja portada de volado balcón de hierro, que
debajo y en medio del dintel en la piedra clara, ostenta un gran escudo
nobiliario esculpido por no vulgar cincel, cuyas armas son su único cuartel las
siguientes:
Un busto de hombre, con tocado sobre su
cabeza, a estilo moruno y los brazos de otro hombre, con sus manos, la
izquierda cogiéndole la barba, la derecha cerrado el puño amenazándole.
Los entendidos en genealogía y
heráldica, sostienen que este magnífico escudo corresponde a los Condes de Puño
en Rostro y no falta quien asegura, que son las armas de una familia linajuda
de la antigüedad llamada de los Porras.
De todos modos, esta portada y escudo
merecen suma atención al turista que visita nuestra población en busca de los
restos y recuerdos de un pasado caballeresco y glorioso.
Emilio
Bernabeu (Publicado en el diario “Lanza” el lunes 8 de abril de 1957 en su página
3)
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