El Seminario Conciliar fue incautado el
24 de julio de 1936, los seminaristas estaban en aquellas fechas de vacaciones,
y por orden gubernamental el rector de este centro, don José Pascual Carda
Saporta y el mayordomo, don Francisco Castor Sojo López, se vieron obligados a
entregar las llaves del Seminario a dirigentes de Partido Socialista, que
instalaron en él un Tribunal revolucionario, una checa y la Casa del Pueblo.
Las checas que se crearon en la
retaguardia republicana, desde el mismo momento de iniciarse la Guerra Civil,
eran cárceles controladas por los partidos del Frente Popular, al margen de las
leyes para detener, interrogar, torturar, juzgar de forma sumarísima y ejecutar
a sospechosos de simpatizar con el bando rebelde o simplemente ser religioso. Toma
su nombre de la policía política creada en los primeros momentos de la
revolución soviética –la Chrezvichàinaia Komissia (Comisión Extraordinaria)-
que sembró el terror durante la represión soviética en la URSS, el país que los
frentepopulistas tomaron como ejemplo desde las elecciones de febrero de 1936.
Una de las checas más temidas en Ciudad
Real, fue la que instalaron en el Seminario los socialistas, donde se
torturaba, se daba trato vejatorio a los detenidos y se asesinaba. Una vez que
los socialistas detenían algún ciudadrealeño, por motivos ideológicos o
religiosos, estos eran llevados al Seminario donde empezaba un autentico
calvario para ellos, ya que muchos pasaban varios días en este lugar donde se
les torturaba con grandes palizas, antes de ser asesinados.
Algunos de los detenidos de las familias
pudientes de la ciudad eran chantajeados, y en un primer momento tras
permanecer varios días detenidos en el Seminario, como Saturnino Sánchez
Izquierdo, que llego a pagar 300.000 pesetas, eran puestos en libertad, aunque
meses después fue de nuevo detenido y asesinado.
Otros solo llegaron a permanecer horas
tras su detención en este recinto, como el Capital del Cuerpo de Asalto,
Ismael Rios, que en menos de veinticuatro horas fue llevado al pozo de Carrión
de Calatrava y asesinado. Otros tras permanecer varios días detenidos, como
Miguel Pintado Majan, oficial 1º del Gobierno Civil, eran conducidos al pozo
anteriormente reseñado y asesinados.
A parte de convertir los socialistas el
recinto del Seminario en lugar de terror, en este lugar también se asesinó a
diferentes personas, como a Daniel Burgos, jefe local de los tradicionalistas,
que tras ser detenido y ser llevado al Seminario e interrogado, rompió a correr
por los largos pasillos buscando una puerta o ventana por donde fugarse. No
pasó del patio. Desde distintos puntos de las galerías, los milicianos
dispararon contra él. Alcanzado por varios tiros, se desplomó herido. Poco
después moría.
Tres años después de que los socialistas
convirtieran el Seminario Conciliar en lugar de terror, violencia y muerte, en
1939, con la entrada de las tropas del General Franco en nuestra ciudad, a finales
de marzo del citado año, el edificio volvió a ser de nuevo Seminario Conciliar.
Algunos de los socialistas que dedicaron
a torturar y asesinar, a personas inocentes durante los tres años que duró la
Guerra Civil en esta checa, fueron detenidos en 1939 y tras ser juzgados por el régimen de Franco, fueron fusilados. Choca que ochenta años después,
aparezcan en listados elaborados en nuestra provincia como represaliados y
defensores de la libertad, cuando en realidad eran asesinos.
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