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martes, 28 de septiembre de 2021

HOY NACIÓ, EN CIUDAD REAL, UNA NUEVA BARRIADA DE DOSCIENTAS VIVIENDAS

 



Han sido adjudicadas a modestas familias que habitaban en chabolas y hogares indignos de tal nombre


El problema de la vivienda ha llegado amniza ser obsesionante para muchas familias españolas. Una serie de circunstancias de todos conocidas -aumento de población, elevación del nivel de vida, destrucciones de la guerra, ruina de casas viejas…- han determinado una escasez de hogares hasta cifras impresionantes. El fenómeno no es ni siquiera exclusivo de nuestro país. En la mayor parte de las zonas superpobladas, donde el crecimiento industrial ha sido arrollador en los últimos tiempos, se han presentado problemas parecidos. Siempre surgió el chabolismo alrededor de las grandes ciudades. Sin embargo, en estas líneas, no pretendemos estudiar causas, sino más bien informar de como se van aportando soluciones para resolver los efectos de ellas, merced al sentido cristiano de nuestro pueblo y a la conciencia social de nuestras autoridades.

Hoy, se ha inaugurado un nuevo grupo de casas en Ciudad Real. Y aunque ello no resuelva la totalidad del problema que tiene planteado la capital en orden al acomodo digno de todos sus ciudadanos, es un paso que demuestra un afán, una preocupación y, en definitiva, un camino para resolverlo.

 

COMO SURGIERON LA VIVIENDAS DEL GRUPO RVDO. P. ÁNGEL AYALA

 

En el año 1953 se organizaron diversos actos para solemnizar las bodas de oro sacerdotales del Rvdo. P. Ángel Ayala S. J., distinguido hijo de Ciudad Real, que siempre desarrollo una fecunda labor apostólica, fundamentalmente de carácter social. Fue él, el creador de la Asociación Nacional Católica de Propagandistas, de cuyas filas salieron hombres ilustres para la patria y cristianos cabales. Los nombres de don Ángel Herrera Oria, fundador de La Editorial Católica y hoy Obispo de Málaga; don Alberto Martín Artajo, exministro de A. Exteriores etc., son una demostración expresiva.

Con dicho motivo, las autoridades de Ciudad Real, cuantos habían estado vinculados a la labor apostólica del P. Ayala y los que de ella se habían beneficiado, proyectaron tributarle, que quedase plasmado en algo material, concretamente en las insignias de la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio, tan vinculada a nuestra cultura y a nuestra ciudad por el nombre del Rey fundador, que le había sido concedida por el Gobierno.

 

Entrega de llaves de la nueva barriada 20 de noviembre de 1958

El P. Ángel Ayala declinó el homenaje proyectado y rogó e insistió para que, con el importe de las insignias, se realizase una obra de tipo social de la que pudiese beneficiarse la ciudad que le viera nacer.

El entonces Gobernador Civil, señor del Moral, junto con las demás autoridades y en unión de los antiguos colaboradores del P. Ayala, miembros de la Asociación Nacional Católica Propagandística, entre los que se contaba don Luis Montes, y con intervención del Rvdo. P. Juan José de Soloaga -Director del Hogar Obrero “San Ignacio”- expusieron al Ilmo. Sr. D. Federico Mayo, que desempeñaba la Dirección General del Instituto Nacional de la Vivienda, la angustiosa situación por la que atravesaba nuestra capital, en lo que se refiere a hogares para personas de escasos recursos económicos.

Don Federico Mayo se sintió identificado con la idea expuesta, y, deseando colaborar en el homenaje del P. Ayala, expuso al Caudillo la situación y entonces el gobierno dictó el decreto del 13 de mayo de 1953. En el preámbulo de dicho decreto se reconoce el grave problema que, en esta orden de cosas, tenia planteado Ciudad Real, desde hacía muchos años, por vivir parte de la población trabajadora en condiciones indignas e insalubres, y agudizado por el crecimiento demográfico. A tal efecto, se autorizaba la construcción directa de 200 viviendas para productores modestos.

 

MANOS A LA OBRA

 

Inmediatamente se constituyó un Patronato, la Institución Constructora benéfica “Virgen del Prado”, que adquirió los solares necesarios para la erección de las 200 viviendas, con aportaciones económicas que hicieron el Ayuntamiento de la capital, la Diputación provincial, la COSA, la Obra Sindical de la Falange y los donativos particulares recogidos para el proyectado homenaje al Rvdo. Padre Ángel Ayala.

Los solares fueron cedidos entonces, gratuitamente, por la entidad constructora, al Instituto Nacional de la Vivienda, que ha edificado las 200 casas en las fases previstas en el proyecto. Tuvieron carácter de preferencia y urgencia la adjudicación y transporte de los materiales precisos para la empresa.



COSTE DE LAS VIVIENDAS, AMORTIZACIÓN Y FUNDACIÓN SOCIAL DEL GRUPO

 

La compra del solar importó 320.000 pesetas y se realizó con las aportaciones antes enumeradas. La construcción de las viviendas ha importado 6.611.648 ptas. y la urbanización de toda la zona costará 655.910 ptas. Como se ve, este grupo de casas ha dado, además, a muchos obreros, gran número de jornales. Las casas han sido adjudicadas a los beneficiarios en régimen de amortización, mediante el pago mensual de 105 pesetas, en cuya suma ha incluido el pago del suministro de agua.

Ha sido arquitecto de estas casas don José Arias Rodríguez Barba, aparejador, don José Luis Arias. Y la empresa constructora ha sido la de los hermanos García del Castillo.

Nos consta que la selección ha sido rigurosísima, atendiendo en justicia a los más necesitados. Pero sólo había 200 casas y las necesidades apremiantes, urgentes e ineludibles, rebasan con mucho esa cifra. Diversos organismos han contribuido a la confección del censo, en una labor agotadora, incansable, sacrificada y dura, porque una perfecta información, no solo es difícil, sino a veces hasta desconsoladera, ya que, según nos decía no hace muchos días el P. Soloaga, los casos de extrema gravedad -nos referimos únicamente a los de hacinamiento insalubre e inmoral, a los de condiciones casi infrahumanas- pasan de los mil. Y la necesidad total de viviendas es aproximadamente de dos o tres mil casas más.

¿Cómo seleccionar, entre mil casos urgentísimos, los 200 más sangrantes? La policía municipal, la Sección Femenina, la Acción Católica, las Congregaciones marianas, la Cáritas diocesana, la Jefatura del Movimiento etc… desplegaron un verdadero ejército de informadores honrados, que visitaron familias, comprobaron su modo de vivir, sus recursos, número de hijos etc… y entonces se descubrieron las terribles llagas de nuestra comunidad, que pasaban desde el chabolismo infecto hasta la promiscuidad de dos familias numerosas en una sola habitación a medio derruir.




Las 200 familias que hoy se asentaron en el grupo “Ángel Ayala” son, entre aquellas necesitadísimas, las que más agudo problema tenían por las condiciones de la cueva en que habitaban, por el número de hijos u otras circunstancias, habiéndose reservado unas cuantas para los nuevos matrimonios que no podían construir un hogar por falta de vivienda.

 

Pero no solo basta dar casa a las familias modestas, sino que hay que darles alegría del vivir y los medios para una formación cultural y cristiana, se ha instalado en la nueva barriada, una Catedra permanente de la Sección Femenina que atienda a la formación política y social de las mujeres que viven en ella; y una fundación religiosa, construida por monjas franciscanas, que atenderá a la formación cristiana, al mismo tiempo llevará, hasta lo más necesitados, el bálsamo de la caridad y el amor predicados en el Evangelio por Nuestro Señor.

 

TODO UN SIMBOLO

 

En la barriada se han unido toda clase de fuerzas para lograr la elevación moral y de vida de esos conciudadanos nuestros que hoy han recibido las llaves de sus flamantes casas. Esta barriada quiere ser todo un símbolo. Así, el nombre benemérito e Ilustre del Padre Ayala, que renunció a un justo homenaje para cubrir las necesidades perentorias de sus conciudadanos más humildes, en un acto de enorme caridad, va unido a los de aquellos que inmolaron su vida por una patria más alegre y más justa. Por ello, mientras el grupo llevará el nombre del ilustre jesuita, las calles de la barriada han sido denominadas con los de cuatro caídos gloriosos: Manuel Calatayud y Gil, falangista; Daniel Burgos Grande, de la Comunidad Tradicionalista; Eugenio Hernández de Santamaría, laureado de la Guardia Civil y Julio Melgar Salgado, sacerdote, paje del Obispo Mártir.

Se ha escogido la fecha conmemorativa de hoy para la entrega de las llaves a los nuevos beneficiarios, porque José Antonio Primo de Rivera, exponente de una generación, fundador de la Falange, entregó también su vida por una justicia social más profunda, que estaba enraizada en el sentir cristiano de nuestras gentes, pero no había sido removida por comodidad, cobardía, aburguesamiento y egoísmo de una minoría.

Así es como ha surgido este nuevo grupo y, si el primer paso es más difícil, nosotros esperamos que, a este esfuerzo de hoy, sucedan otros muchos, los que sean precisos para resolver el problema por completo.

 

Diario Lanza 20 de noviembre de 1958

 


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