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lunes, 9 de enero de 2012

DIEZ AÑOS DE LA PUBLICACIÓN DEL DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA



Se cumple en el presente año 2012, el décimo aniversario de la publicación del “Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia”, un documento imprescindible para todos los cofrades que formamos parte de las Juntas de Gobierno de cualquier Cofradía o Hermandad.

Este texto, promulgado por el recordado Juan Pablo II, es un texto de referencia que trata  de orientar y, en algunos casos, prevenir de abusos y desviaciones las diversas devociones que han ido surgiendo a lo largo de los siglos en el seno de la Iglesia. En este sentido, ofrece una serie de orientaciones para los ejercicios de piedad centradas en la historia, la teología y la liturgia, al tiempo que brinda sugerencias prácticas sobre el tiempo, el lugar, el lenguaje y otros elementos para armonizar las acciones litúrgicas y los ejercicios de piedad.

Procesiones, ritos de la Semana Santa, el valor de las imágenes, etc. A estas y otras apasionantes cuestiones responde este Directorio sobre piedad popular y liturgia, publicado por la Santa Sede. Para aclarar muchas de las dudas que los católicos podían tener sobre prácticas más o menos originales de la religiosidad popular han quedado despejadas por esta publicación.

Este documento, redactado por la Congregación vaticana para el Culto divino y la disciplina de los sacramentos, busca, según explicó su Prefecto, el cardenal Jorge Antonio Medina Estévez, que estas manifestaciones, en línea con el espíritu del Concilio Vaticano II, "sean conformes a las leyes y a las normas de la Iglesia", para evitar así el peligro de la superstición.

El Directorio, con estilo claro y práctico, constata que, a través de los siglos, ha surgido una especie de "paralelismo celebrativo en los ritos de la Semana Santa": por un lado se da una celebración "rigurosamente litúrgica"; por otro, las prácticas piadosas, en particular las procesiones. El texto propone superar divisiones para lograr "una correcta armonización de las celebraciones litúrgicas y los ejercicios de piedad". En definitiva se trata de que las procesiones han de ir acompañadas por un previo ejercicio de las prácticas piadosas propias de la Semana Santa: los sacramentos, los santos oficios y los actos de piedad personales.


El Papa Juan Pablo II siempre estuvo preocupado por la religiosidad popular y fruto de esa preocupación fue este Directorio

 "La atención y el amor por las manifestaciones de piedad tradicionalmente queridas por el pueblo tienen que llevar al aprecio necesario de las acciones litúrgicas, apoyadas ciertamente por los actos de piedad popular", establece el Directorio.

No podía faltar en un documento así una referencia a las procesiones, "manifestaciones de fe del pueblo con connotaciones que, con frecuencia, son capaces de despertar el sentimiento religioso de los fieles". El Directorio las apoya, sobre todo cuando tienen un sentido litúrgico; ahora bien, advierte ante ciertos peligros que pueden presentar: "El prevalecer de las devociones sobre los sacramentos, que son relegados a un segundo puesto; las manifestaciones externas sobre las disposiciones internas; considerar la procesión como el momento culminante de la fiesta"; la presentación del cristianismo a "fieles no suficientemente instruidos como una religión de los santos"; la degeneración de la procesión misma, según la cual, de testimonio de fe se convierte en mero espectáculo o desfile puramente folklórico".

Consta de 2 partes, "la primera, denominada Líneas emergentes, establece los elementos para realizar una armónica composición entre culto litúrgico y piedad popular...la segunda parte, llamada Orientaciones, presenta un conjunto de propuestas operativas, sin todavía pretender abarcar todos los usos y las prácticas de piedad existentes en los distintos lugares." Esta es la estructura del Directorio:

Mensaje de Juan Pablo II
Decreto
Introducción (1-21)

PARTE PRIMERA: Líneas emergentes de la historia, del magisterio, de la teología (22-92)
I. Liturgia y piedad popular a la luz de la historia (22-59)
II. Liturgia y piedad popular en el Magisterio de la Iglesia (60-75)
III. Principios teológicos para la valoración y renovación de la piedad popular (76-92)

PARTE SEGUNDA: Orientaciones para armonizar la piedad popular y la liturgia (93-287)
Premisa (93)
IV. Año litúrgico y piedad popular (94-182)
V. La veneración a la Santa Madre del Señor (183-207)
VI. La veneración a los santos y beatos (208-247)
VII. Los sufragios por los difuntos (248-260)
VIII. Santuarios y peregrinaciones (261-287)

Conclusión (288)


El Papa Juan Pablo II ante la Virgen del Rocío una devoción universal

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