Las Hermanas de la Cruz atienden a más de 3oo
familias al mes y a 200 enfermos
Nunca les faltó de nada y jamás
imaginaron que un día se verían mendigando para comer. Vinieron mal dadas, se
cerraron todas las puertas y se vieron prácticamente en la calle. Son los
denominados pobres vergonzantes, coinciden en señalar las Hermanas de la Cruz , quienes aseguran que en
los dos últimos años se ha multiplicado el número de personas que llaman a sus
puertas en demanda de alimentos, entre ellas, por primera vez en la historia,
familias de clase media que han perdido todo y se han visto forzadas por sus
hijos a pedir.
La crisis ha convertido en pobres «a gente normal», que nunca pudo imaginar que se encontraría en esta situación. «Gente joven en su mayoría que se ha quedado sin trabajo, algunos incluso sin casa», yendo a parar a las puertas de las Hermanas de
Actualmente integran la congregación diez monjas, pero solo
seis llevan el peso de la misión que tienen encomendada porque las demás son
mayores. Derrochando energía y optimismo, la religiosa cuenta que dos de ellas
se encargan de patearse las calles pidiendo para los pobres, otras dos se
ocupan de asistir a los enfermos, unos 200 en la actualidad, y las otras se
dedican a la asistencia de personas necesitadas en sus domicilios. Todo ello
sin esperar nada a cambio, solo una sonrisa.
Santa Ángela de la Cruz ,
fundadora de la congregación de las
Hermanas de la Cruz con el Beato Narciso Estenaga
Echeverria, Obispo-Prior de Ciudad Real.
LOS MANDAMIENTOS DE SOR ANGELA.
Las Hermanas dela Cruz ,
de entonces y de ahora, siguen a rajatabla las normas establecidas por sor
Ángela, acudiendo sin tardanza donde los pobres las necesiten. Las religiosas
del Perchel (barrio donde tienen su casa) recuerdan que la fundadora redactó
sus normas con una dimensión caritativa y social a favor de los pobres
exhortando a su comunidad a «hacerse pobre con los pobres, no quería hacer la
caridad desde arriba sino ayudar a los menesterosos desde dentro», subraya una
de las monjas, tras remarcar que sor Ángela de Cruz decía que «en el bajar está
el subir». En este contexto, la monja señala que también les exhortó a
practicar la humildad pidiendo limosna. Acción que llevan a cabo todos los días,
desde primeras horas. La mayoría de la gente «es solidaria, a pesar de los
tiempos que corren», aunque también «recibimos algún portazo en las narices»,
dice sin perder la sonrisa. Solo desaparece de su rostro cuando recuerda la
cantidad de gente que llama a su puerta a diario.
Las Hermanas de
Las Hermanas de la Cruz
y Cáritas, al igual que otras ONG y colectivos, llegan a donde no lo hacen los
gobiernos, aunque cada vez con mayor dificultad porque cada día aumenta el
número de personas necesitadas. «Toda ayuda es poca», dicen las hermanas de la Cruz tras reconocer que «los
ciudadrealeños son solidarios».
(PUBLICADO HOY EN EL DIARIO LA TRIBUNA DE CIUDAD REAL)
Desde el pasado mes de agosto de 2011, Ciudad Real
cuenta con una calle dedicada a la fundadora de las religiosas de las Hermanas
de la Cruz.
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