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miércoles, 24 de julio de 2013

“CULIPARDO”


Uniforme de la Milicia Concejil

A los ciudadrealeños se les conoce coloquialmente como "culipardos". El motivo no es otro que el uniforme de la Milicia Concejil (ejército comunal) de Ciudad Real durante la Edad Media, su uniforme era de color pardo, esto es marrón, y los pantalones no existían, si no que se usaban calzas.

Esta palabra tiene relación con la palabra churriego. Tienen como antecedente en común la batalla de Malas Tardes en la que los ciudadrealeños  entraron en guerra en 1328 con los miguelturreños. Antes de esta fecha eran calatravos y pozueleños.

HISTORIA

La Orden de Calatrava había renovado y concedido más privilegios a la emergente aldea de Miguelturra, situada a apenas tres kilómetros del asentamiento regio de Villarreal, fundada por Alfonso X con el propósito de debilitar el poder creciente de esta Orden en La Mancha, con el fin de despoblarla. El infante Felipe de Castilla, tutor del rey Alfonso XI, intentaba contener al maestre de la orden Garci López de Padilla, más un señor feudal que un freire luchador contra los infieles. Como López de Padilla fue derrotado por la taifa de Jaén en 1328, se levantaron contra él los freyres de la Orden acaudillados por Frey Juan Nuñez de Prado, Clavero de la Orden, y una serie de caballeros de su confianza, algunos de ellos nacidos en Villarreal. Quesada, alcaide del alcázar de Villarreal, los acogió tras las murallas y pidió refuerzos a otras ciudades de realengo, Baeza, Córdoba y Toledo, e informó al infante Felipe de la situación.

Antigua Puerta de Miguelturra, acceso natural a la capital desde el camino de Granada y por donde salieron las tropas de Ciudad Real para la Batalla de Malas Tardes

Al enterarse el maestre Garcí López de Padilla, reunió entre julio y agosto a sus mesnadas y partió hacia Miguelturra, quemando y arrasando viñas y campos de  Villarreal como si fuera tierra de infieles y poniéndole asedio para presionar a las autoridades y que soltaran a los freyres desleales tras las murallas. Los vecinos que salían a cultivar los campos eran azotados y apaleados y enviados al Sacro Convento de Calatrava la Nueva. Cuenta el cronista Francisco de Rades y Andrada que "salieron un día contra el Maestre cinquenta de cauallo" desde Villarreal para evitar nuevas incursiones y fueron destrozados por las huestes calatravas. A la desesperada, pues los refuerzos de otras ciudades de realengo no venían, hicieron una salida por sorpresa o contraataque destinado a romper el sitio. Las tropas reales iban acaudilladas por el Clavero Diego Sánchez de Viezma y el Alcaide Quesada por el llamado camino de Peralvillo. Garci López de Padilla se enteró y ambas huestes lucharon en el pago llamado de Malas Tardes. Los calatravos perdieron y el Maestre huyó herido. Las huestes reales, formadas por freires calatravos sediciosos y la milicia urbana de Villarreal, hoy Ciudad Real, no se detuvieron ahí y marcharon contra Miguelturra, la cual asaltaron y saquearon, matando a mujeres, niños y ancianos y quemándolas casas, en especial el palacio o Casa de la Clavería y una torre fuerte, que era vista desde Villarreal como centro de posibles incursiones a los dominios de realengo.

La contienda se resolvió al llegar a la mayoría de edad Alfonso XI y asumir la corona, renunciando al maestrazgo Garci López de Padilla a fines de 1329 y reestructurando el término de Miguelturra de forma tal que perdiera la Atalaya de los Abenzales en favor de Villarreal y confirmando la cesión de Peralvillo, que ya fue hecha efectiva en 1306. Se creaba así una zona de nadie entre la emergente Orden de Calatrava y las posesiones de Alfonso XI, el Justiciero.

Plano donde se celebró la batalla de Malas Tardes entre los municipios de Ciudad Real y  Miguelturra,  el circulo amarillo que se encuentra en el centro del plano, es el lugar donde se celebró la Batalla

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